
Campo de Mirra-Sierra de la Villa, en Wikiloc


Después de unos días complejos y complicados, hoy, a pesar de no estar al 100%, no he podido resistirme y me he animado a realizar una caminata.
Un recorrido muy corto y sencillo, aunque no exento de algunos puntos de interés, por una sierra de la provincia con mucho significado histórico.



A primerísima hora de la mañana me he dirigido al municipio de Campo de Mirra, pequeña población en el noroeste de la provincia y perteneciente a la comarca del Alto Vinalopó.
Por el acceso que asciende la ladera norte de la Sierra de la Villa, que lleva al cementerio y a la ermita de la localidad, en un claro del camino, dejo el auto e inicio esta caminata.




A unos 150 metros (aprox.) por el Camino del Calvario, en dirección noreste, me incorporo a una senda que me acerca a la zona de petroglifos, en la cara este de la sierra.







Desciendo esta senda hasta llegar al Camino de San Bartolomé, pista que rodea la Sierra de la Villa y que yo sigo, de noroeste a oeste, hasta el desvío, por camino y a mano derecha, que asciende esta serranía, en dirección norte/noreste.








Una vez arriba, me dirijo hacia la ermita de San Bartolomé/Sant Bertoméu, pasando antes por el vértice geodésico de la sierra, Penyetes (688 msnm).














Poco después llego al templo, a su área recreativa y a los restos de lo que fue el Castillo de Almizra.





En este monte, Sierra de la Villa, a poca distancia de la localidad de Campo de Mirra, se alza esta ermita construida en siglo XV. El templo aprovechó para su edificación una de las torres del castillo. Lamentablemente, los restos de la fortaleza de origen árabe que han llegado hasta nuestros días y que fueron testigo del Tratado de Almizra, se reducen a basamentos de dependencias y murallas.












El castillo estuvo en uso hasta el siglo XIV. Apenas permanece en pie una torre de base cuadrada, disimulada con un tejado, a la que se le adosó la ermita de San Bartolomé.
Algo más sobre el Tratado de Almizra.









Momentos de contemplación y relax alrededor de esta magnífica atalaya para, seguidamente, descender por la carretera que lleva hasta ella y llegar, a unos 200 metros, al lugar donde se encuentra mi coche.
Regreso a casa.







Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Sólo han sido unos sencillos 6 kilómetros y un desnivel de 115 metros, todo ello en un entorno muy agradable y de gran interés histórico.




































































































































































































































































































































































































































