MUNICIPIOS DE L’ALT VINALOPÓ

COMARCA ALT VINALOPÓ

VILLENA.

Este municipio es la capital de la comarca del Alt Vinalopó, cuenta con 33.964 habitantes (censo de 2019), su término es el segundo en extensión de la provincia de Alicante y a él corresponden las pedanías de Casas de Menor, La Encina, Santa Eulalia, Sierra de Salinas, Las Virtudes y La Zafra.

Historia:

En el término municipal de Villena los vestigios más antiguos encontrados se remontan al Paleolítico Medio, de ello hace unos 50.000 años (la cueva del Cochino). Se pueden observar el proceso humano y la evolución cultural en yacimientos como el del paraje de la Huesa Tacaña y el de la Cueva del Lagrimal, y restos del neolítico en la Casa de Lara. Destaca de la Edad de Bronce el yacimiento de El Cabezo Redondo y el conjunto de piezas, encontradas en una rambla cercana a la villa, conocido como el Tesoro de Villena.

Después de la Edad de Bronce se produjo una disminución considerable de la población. Alguna presencia de yacimientos ibéricos, algún otro celta… Durante la época romana tampoco hubo ningún asentamiento estable.Durante la dominación visigoda, la comarca de Villena formó parte de una provincia que correspondía aproximadamente con la antigua Cartaginense.

Cuando en el año 711 los musulmanes invadieron la península se encontraron con un duque visigodo, llamado Teodomiro, que dominaba una amplia comarca y tenía como centro la ciudad de Orihuela. La primera noticia, aunque hay algunas dudas, que se tiene de Villena como núcleo urbano estable es en el tratado de los musulmanes con Teodomiro, en el año 713. Realmente el primer testimonio en el que se menciona la ciudad es en un documento del siglo XI. Con el dominio musulmán Villena se convirtió en un núcleo de gran importancia, una ciudad con jardines en los que el agua de su antigua laguna y sus numerosos manantiales jugaría un papel predominante.

Un primer intento serio de conquista por parte de los cristianos fue en 1238, aunque la conquista definitiva tuvo lugar en 1240, en nombre de Jaime I y de la Corona de Aragón. Con el Tratado de Almizra, en 1244, devolvían la villa a Castilla y se fijaban las fronteras entre Castilla y Aragón. Se creó el señorío de Villena a favor de Manuel de Castilla, que poseyó el señorío a manera de rey. A su muerte heredó su hijo, don Juan Manuel (el conocido escritor de ‘El Conde de Lucanor’, entre otras obras), segundo señor, príncipe y primer duque de Villena. En 1308 comenzó a amurallar el barrio de los cristianos viejos.

En el año 1333 el señorío pasó a ser principado y en 1336 ducado. Finalmente en el año 1445 pasó a ser marquesado, el más antiguo de la Corona de Castilla.

En 1476 la población, alentada por los Reyes Católicos, se levantó contra el marqués Diego López Pacheco. En 1480 pasó a depender del realengo, aunque el término geográfico de marquesado se siguió utilizando para esta región, que estaba dentro del antiguo Reino de Murcia.

En 1525 el emperador Carlos V le concedió el título de ciudad y comenzó, entonces, un período de tranquilidad.

Durante la Guerra de Sucesión (1701-1713) Villena apoyó a los Borbones en la figura de Felipe V, lo que le hizo ganar el título de “Muy noble, muy leal y fidelísima”.

En 1803 se ordenó desecar la laguna de Villena para convertirla en tierras de cultivo. Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) Villena fue tomada por las tropas napoleónicas y para provocar la rendición de las fuerzas que defendían el castillo de la Atalaya bombardearon la fortalezas y, una vez conquistado, volaron las bóvedas almohades de la torre del homenaje.

En 1836, tras haber pertenecido a las provincias de Murcia y Albacete, Villena se incorporó definitivamente a la de Alicante.

En 1858, con la construcción del ferrocarril Alicante-Madrid, y en 1884, con el trazado que conectaba Cieza y Alcoy, aumentó considerablemente el comercio y surgieron las primeras industrias.

En 1888 se derribó la torre del Orejón, eliminando de esta manera el último lienzo de muralla que quedaba en la ciudad.

Durante los primeros años del siglo XX, la conciencia de clase llevó a una importante difusión del anarquismo y el socialismo en la zona y esto se reflejó en la huelga general de 1917, saldándose con muertos y heridos. Durante la guerra civil, la ciudad, se vio envuelta en numerosos destrozos y bombardeos. Al término de la contienda Villena se encontró en una situación crítica, tanto económicamente como por falta de suministros y la cantidad de infraestructura destruida. Todo ello empezó a reconstruirse lentamente y, a partir de los años sesenta, con la llegada de inmigrantes, sobre todo de Castilla-La Mancha y Andalucía, la ciudad comenzó su importante resurgir hasta nuestros días.

Patrimonio, Monumentos y lugares de interés:

* Centro histórico.

* Castillo de la Atalaya.

* Castillo de Salvatierra.

* Palacio municipal.

* Iglesia arciprestal de Santiago Apóstol.

* Iglesia de Santa María.

* Teatro Chapí.

* Santuario de Nuestra Señora de las Virtudes.

* Cabezo Redondo.

* Ermita de San Antón.

* Ermita de Nuestra Señora del Pilar.

* Casa de la familia Selva.

* Casa de la familia Mergelina.

* Plaza de toros.

Museos:

* Museo arqueológico José María Soler.

* Museo escultor Antonio Navarro Santafé.

* Museo del Botijo.

* Museo del Festero.

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