2022-12-21 EL POBLADO DE LA MOLA DE AGRES

El poblado de la Mola es un yacimiento arqueológico que se encuentra localizado al este de la población de Agres, en la ladera norte de la sierra de Mariola.

El asentamiento se ubica a 791 msnm y se conoce desde principios del siglo xx gracias a los trabajos de diferentes autores asociados al Museu Arqueològic d’Alcoi y al Servei d’Investigació Prehistòrica.

Las excavaciones se iniciaron en 1978 y a partir de 1995 se procedió a realizar las excavaciones en mayor profundidad. Estos trabajos nos han permitido conocer que la Mola d’Agres se ocupó desde la Edad del Cobre hasta la actualidad, con algunos periodos de abandono.

El paisaje que rodeaba este poblado en época prehistórica, estaría dominado por un carrascal, donde vivirían las especies de fauna silvestre como los ciervos y corzos, de las cuales se han hallado restos en el yacimiento. Este tipo de fauna tenía menos importancia que la doméstica compuesta fundamentalmente por ovejas, cabras, bueyes y cerdos.​

En la Edad del Bronce, se amplía el área del poblado. Las excavaciones de esta fase permiten conocer las estructuras del hábitat, con una cronología entre el 1800 a. e. c. y el 750 a. e. c., en las que se aprecian agujeros para los postes que sustentaban las techumbres. También se han documentado gran cantidad de restos materiales: cerámica, sílex, piedra pulida, hueso, marfil, bronce, etc…​ Las actividades principales en la Edad del Bronce tendrían un carácter agropecuario (agricultura de secano y ganadería). En cuanto al mundo funerario, se han localizado varias inhumaciones, entre las que podemos destacar la que corresponde a un individuo varón, joven, que fue enterrado con un ajuar compuesto entre otros elementos por un puñal de bronce.

La Mola se volvió a habitar durante el período del Bronce Final a la Primera Edad del Hierro. De este periodo se han encontrado cerámicas decoradas, una fíbula de codo de bronce y un peine y un mango de marfil.

El ocaso de la Mola d’Agres coincide con la llegada de los fenicios.

Después, no vuelve a ocuparse hasta época medieval (período andalusí, siglo XI).