2023-02-09 LO QUE TENÍA QUE SER Y NO HA SIDO-GIRO INESPERADO DE LOS ACONTECIMIENTOS.

En este frío, desapacible y lluvioso jueves de febrero, Jesús, Reme, Paco y yo, nos hemos reunido en el punto de encuentro con el fin de dirigirnos al lugar de inicio de la caminata que estaba prevista para este día.

Hemos llegado a la Font de Mariola, en el Parque Natural de la Sierra homónima, emplazamiento donde debía comenzar nuestra ruta.

Aquí, la lluvia arreciaba, el frío era intenso y la pista rezumaba agua por todas partes.

Momentos de gran frustración en los que cambiamos el plan, abandonamos la idea de realizar la ruta estipulada y la dejamos para otro día menos incómodo.

Teniendo la población de Bocairent bastante próxima, decidimos acercarnos hasta la misma y ver qué podíamos hacer una vez llegáramos a ella.



BOCAIRENT.

Llegamos al municipio. El aguacero sigue siendo tan persistente como en la Font de Mariola. Aquí, al menos, podemos guarecernos en alguna cafetería hasta que escampe o mejore.

Dejamos el auto en un pequeño callejón; cerca del Bar Solbes, donde entramos y, esperando que calme, nos hemos hecho un ‘esmorzaret’ (de categoría, tete!!!)

Parece que amaina (bueno, sólo lo parece) y nos decidimos a hacer un recorrido por el barrio medieval.

Pasamos por l’Arc de Bocairent o l’Arc del aigua, un portal de estilo mozárabe que da la entrada a la plaza del ayuntamiento.

Esta plaza es un espacio, aunque pequeño, centro de todas las actividades festivas y culturales de la población; en ella se encuentra el ayuntamiento, la oficina de turismo, la policía local y algunas cafeterías y tabernas. También, desde aquí, se puede disfrutar de la vista de la torre campanario de la Esglesia de l’Assumpció de Santa María.

Subimos por la calle de Mossén Hilario para llegar al mirador, delante de la iglesia, para contemplar la Ermita del Santo Cristo y su vía crucis, en el cerro que la población tiene enfrente.

Ahora, por la calle Abadía llegamos a la Plaza de San Vicente.

Circulando por las calles San Juan, travesía de San Juan, travesía de la Virgen de Agosto, Mirador, Muret, Algibe, Batlle, etc…, por los edificios de la Ermita de Sant Joan, la Iglesia de los Desamparados, la Casa del Poeta Ibm Ruhaim, las casas medievales, etc…

Algunos miradores para observar les Covetes dels Moros.

Diferentes rincones, callejones y numerosas fuentes, con sus decoraciones florales y sus originales puertas, que hacen de este lugar una verdadera joya.

No es que hayamos hecho un recorrido exhaustivo por este barrio medieval pero sí suficiente para llevarnos una muy buena impresión y muchas ganas de volver a profundizar.

A medida que pateamos las calles, la lluvia ha cesado y el día ha comenzado a mejorar.

Ya cerca de las 13:30 hemos abandonado el recinto medieval y nos hemos dirigido al auto y hemos comenzado el regreso a Alicante.

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Antes de tirar cada mochuelo a su olivo, hemos hecho una parada en el restaurante Xirau, en el Maigmó, para comer.

Hoy ha sido una ruta más turística y gastronómica que senderista (otra vez será!!!)

Valoración 3***

Recomendable: Claro que sí. Hoy no hay ni total de kilómetros, ni desnivel… Pero sí buena compañía y momentos muy agradables.