Aunque las previsiones no eran nada alarmantes el día ha amanecido bastante nublado y amenazante. A pesar de ello nosotros nos hemos animado a hacer una caminata; no demasiado larga ni complicada ya que teníamos compromisos por el ‘día del padre’ que había que cumplir.
El grupo lo hemos compuesto José, Carlota, Pablo, Brutus, Yuma y yo.
Hasta la carretera N-325 que une las poblaciones de Crevillente y Aspe, a la altura de la Venta de l’Alt, hemos aparcado el coche para efectuar una caminata que nos ha llevado por el paraje de Los Orones y la Sierra de la Madera.
Un día desagradable y un paisaje desértico y aburrido nos ha acompañado durante todo el recorrido por vía pecuaria.
A destacar únicamente la belleza que, desde lo alto, muestran las paredes rocosas y las gargantas de los barrancos que conducen al Pantano de Crevillente; Barranc de la Garganta, Barranc del Boig, Barranc Fort, entre otros.
A medida que avanzábamos hacia la Sierra de la Madera la impresión de terminar sorprendidos por la lluvia era más evidente. En otras circunstancias, estando el tiempo despejado, en este punto habríamos tenido ante nosotros las bellas vistas de la imponente Sierra de Crevillente… pero hoy no.
Cresteamos por la Sierra de la Madera y aquí la nube está sobre nosotros, comenzando a calarnos como pollos. Estábamos justo en la mitad de nuestro recorrido. La idea inicial era bajar esta sierra por la ladera norte, bordear los Viveros Elche, seguir por el Barranc de Barbasena y subir hasta llegar a la vía pecuaria donde se encontraba el auto.
Pensando en la que nos puede caer, decidimos retroceder en este punto y volver por donde habíamos venido. Creo que hemos hecho lo correcto.
En total han sido cerca de los diez kilómetros, que era la idea que llevábamos al iniciar la caminata.
Vuelta al coche y regreso a Alicante.
Valoración: 1*
Recomendable: Yo siempre recomiendo todas mis salidas (es mejor una caminata que quedarse sobando en la cama o el sofá), a pesar de ser una mierda ‘pinchá’ en un palo, como ha sido esta.