Para este tercer día de julio he pensado en una caminata cercana y con una dificultad sencilla; aunque naturalmente esto es algo muy relativo que depende de muchos factores.
Me he dirigido hasta la Replana del Pino, a pocos metros del Collado del Portell, en pleno Paisaje Protegido de la Sierra del Maigmó y Sierra del Cid.
Una vez estacionado el coche, comienzo mi ruta. Me encamino, en dirección sur/sureste, por la pista que hay a media altura en la Sierra del Carrascalet.
Siguiendo esta vía principal, y eludiendo algunas sendas menores, llegaré, en suave ascenso, hasta una bifurcación importante. La opción de la izquierda me llevaría a las Casas de Planisses y la de la derecha, que es la que elijo, me conduce, ahora en una subida algo más potente, a las Antenas de Pedro Payá.
En el kilómetro 3’9, antes de las antenas, tengo la posibilidad de desviarme, como he hecho en otras muchas ocasiones, aunque hoy no, hasta el Alt de Guisop.
Llego, después de 600 metros, a la caseta de vigilancia y a las Antenas de Pedro Payá, donde hago un descanso para beber y comer una fruta (adivinanza: oro parece, plata no es 😉 ).
En este punto las vistas son realmente espectaculares, los picos más importantes de estas sierras se muestran en su máximo esplendor.
Comienzo el regreso, tomo la carretera asfaltada que desciende serpenteando durante 1’8 kilómetros para acceder a una senda, a mano izquierda y en dirección norte, que me lleva, por pista, a la zona de Les Planisses.
Llego hasta el Pou de Neu y, 600 metros más tarde, a las Casas de Planisses.
Sigo en la pista, hacia en noroeste, para desviarme por una estrecha senda, a mano derecha, que me llevará a incorporarme a la vía del comienzo de esta ruta, ya camino del auto.
Después de poco más de un kilómetro llego a la Replana del Pino y al coche.
Se marcha junio y yo decido decirle adiós realizando una caminata por una de las sierras de nuestra comunidad.
Por la autovía A-7 me dirijo hasta el puerto de montaña de Albaida para comenzar por la ladera oeste de la Sierra del Benicadell , en su vertiente valenciana.
Una mañana insultantemente calurosa y, a pesar de ello, con muchas muestras todavía primaverales en los caminos que recorro.
He optado por una caminata nada complicada, mezcla de dos itinerarios hechos en meses anteriores.
Por una parte, comienzo, desde el mismo puerto de montaña, hasta llegar al corral y nevero de Diego, tomando la senda de la izquierda en la bifurcación que hay en el barranco de Fontanares.
Un camino que representa muy bien el nombre que recibe la zona, ‘La umbría del Benicadell’.
Una vez llego al corral y al nevero de Diego, esto se encuentra en un cruce de sendas, me dirijo hacia el norte para llegar a la Font Freda; este itinerario lo he realizado en multitud de ocasiones.
A medida que me acerco a la fuente, la visión de la Vall d’Albaida debería ser todo un espectáculo pero… hoy no es así; una bruma cubre el valle y apenas deja ver su belleza.
Llego a una confluencia de pistas, lugar en el que hay una cruz conmemorativa dedicada a un joven senderista muerto hace años.
Un poco más allá, en dirección este, accedo al área recreativa de la fuente y hago un ‘break’ para beber agua y comer alguna fruta.
Después de unos minutos, deshago mis pasos, vuelvo al cruce de caminos y tomo ahora la pista que desciende, en dirección oeste, y me lleva hacia la Serreta de la Creu y Adzeneta d’Albaida.
Aquí comienza el tramo de regreso al auto que corresponde a otra ruta realizada no hace mucho.
Desde la senda puedo observar, a pesar de la neblina, el Castillo de Carrícola.
En la pista, frente a la casa de campo ‘Villa Lolita’, se encuentra un desvío, a mano izquierda, que me lleva por el ‘Camino del Corral de Diego’, no sólo a dicha construcción, si no, también al Corral de Penalba y al Nevero de Joaquín.
En un ascenso más o menos suave llego al cruce de camino, donde está el Corral de Diego y su nevero.
Pozo de nieve que apenas si se puede distinguir, ya que su foso está totalmente ocupado por una enorme higuera.
Ahora ya queda solamente tomar la senda que me llevó desde el punto inicial hasta aquí.
Me encuentro de nuevo con el cruce en el que se encuentra la Font de Fontanares.
Sigo la empedrada pista, ahora en suave descenso, y un kilómetro y medio después llego al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Distancia: Cerca de 9 kilómetros.
Desnivel: Sobre unos 300 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable:Alguien podría pensar que no la considero recomendable?, Para nada!!!.
Última jornada de estas mini vacaciones; hoy tenemos que dejar el alojamiento en Altura.
No hay una hora concreta del día para salir de esta maravillosa casa, así que nosotros desayunamos tranquilamente, preparamos nuestros bártulos y los dejamos listos para cuando volvamos de la última excursión.
Nos dirigimos con el coche hasta la población de Montanejos, donde realizaremos una corta caminata y disfrutaremos de sus pozas de agua.
Montanejos.
La villa es una pequeña localidad de unos 500 habitantes situada en el interior de Castellón, en la comarca del Alto Mijares, atravesada por el río homónimo.
La historia de Montanejos va ligada indiscutiblemente al río y a todo lo relacionado con el agua. Nos remontamos al período neolítico (como ejemplo, el yacimiento arqueológico de la Cueva Negra) y al paso de la cultura islámica con sus fuentes, molinos, batanes, puentes, lavaderos, huertas y regadíos, sobre todo en La Alquería, barrio primigenio de la localidad, resultado innegable de la prolongada presencia árabe.
Dejamos el auto a la entrada de la villa, por el norte, en la CV20, la carretera de Tales, junto a Fuente Montanejos.
Entramos a la localidad por la avenida Fuente de Baños, llegamos a la plaza de España, centro del pueblo, donde se encuentra el ayuntamiento y la Iglesia de Santiago Apóstol.
Por la calle Cantón volvemos a la carretera de Tales y, por una pequeña senda, a mano izquierda, accedemos al paseo Paraje Fuente de los Baños que siguiendo contracorriente el curso del río Mijares y pasando por algunas zonas de recreo, diferentes alamedas y puentes accedemos al balneario natural Fuente de los Baños.
Llegamos a una hora prudencial en la que no había demasiada gente y, por lo visto, hemos tenido mucha suerte ya que, según la foto que acompaño, entre semana y hasta el 30 de junio no hay que pagar entrada.
Una vez en la gran poza, con su playa de guijarros, su restaurante y sus aseos, nos pegamos un pedazo de baño que quita el ‘sentío’.
Incluso nos adentramos nadando por el estrecho cañón, donde las aguas cubren, y llegamos hasta un abrigo desde donde brotan aguas termales.
A medida que ha avanzado la mañana, el lugar se ha llenado de visitantes… Hora perfecta para recoger, tomar algo refrescante en el bar y regresar a Montanejos, donde tenemos reserva en uno de sus restaurantes para comer.
Después de la comida, y con una ‘chicharrera’ mortal, dejamos el pueblo y volvemos a Altura.
Aquí, Pedro, que es quien conduce, se toma un descanso para hacer una pequeña siesta y… cargamos el equipaje en el auto y regresamos a Alicante, dando por finalizados estos maravillosos días en tierras castellonenses.
La caminata desde Montanejos hasta la Fuente de los Baños, ida y vuelta, ha tenido un total de unos 5’5 kilómetros y un desnivel de sólo 75 metros. Todo en un entorno de fábula que ha puesto el broche de oro a estos cuatro días.
La ruta prevista para este domingo es la que nos va a llevar por los alrededores de Altura para visitar algunos de los puntos de interés de este municipio.
Después de un reparador desayuno y de haber encargado un pollo al horno y una refrescantes cervezas en uno de los hornos del pueblo nos hemos puesto en marcha.
Nos dirigimos, hacia el sureste, pasando por el Ayuntamiento, la calle San Vicente, la fachada de la Iglesia de San Miguel, las calles San Roque, San Juan y Segorbe para incorporarnos a la avenida de Valencia y seguir por las calles Agustín Sebastián, Jarea y Ermita hasta llegar a la Ermita de la Purísima.
Tomamos ahora una senda, entre campos de cultivo y atravesando el Barranco Hondo, para acceder a una pista, paralela a la autovía Mudéjar, cruzar por debajo de ella en un túnel y llegar al Batán de Valdecristo y su fuente.
Este lugar se construyó por los monjes cartujos a finales del siglo XV con la intención de rentabilizar la lana que se obtenía de sus rebaños, ya que aquí la transformaban en paños y, más tarde, la convertían en vestimentas.
El Batán se mantuvo con esta función exclusiva hasta finales del siglo XVII. En ese momento llegó la crisis ganadera, y el proceso de industrialización transformó este lugar en una fábrica de papel hasta mediados del siglo XIX.
Deshacemos nuestros pasos y volvemos, atravesando de nuevo el túnel, a la pista paralela a la autovía.
Nos dirigimos ahora a la Fuente del Berro pero antes nos encontramos con otra fuente, de aguas muy frescas, que aprovechamos para calmarnos, ya que el día de hoy es tremendamente caluroso.
Seguimos la pista, en dirección norte, hasta llegar a una senda, a mano izquierda que nos acerca directamente a la Fuente del Berro.
El paraje del Manantial del Berro no es exactamente el lugar donde nacen estas aguas. La fuente brota de manera subterránea mucho más arriba y en este lugar se construyó este área recreativa ya que era el idóneo para canalizar las profundas aguas del acuífero.
Salimos de la zona de la Fuente del Berro y, estando muy cerca, nos incorporamos a la Vía Verde Ojos Negros, en dirección sur, hasta llegar a Altura.
Aquí la vía pasa muy cerca de la población, llegando hasta el camping, el parque y las piscinas municipales.
Y es en este punto donde el grupo hace una parada para tomar un baño y yo decido dejarles chapoteando y seguir con la ruta que tenía preparada.
Continúo por la Vía Verde durante unos 700 metros, donde tomo un camino, a mano izquierda que me lleva, por entre casas de campo y terrenos de cultivo, hasta la Cartuja de Valdecristo.
La cartuja fue fundada por el entonces infante Don Martín de Aragón, que luego reinaría como Martín el Humano en 1385 gracias a una bula papal concedida por Clemente VII, primer antipapa del Gran Cisma de Occidente en el año 1383. El lugar elegido fue el Valle de Cánava, en donde el rey compró unas pequeñas masías que serían la base de la futura Cartuja. Tras su fundación con rango real le fue concedido el señorío de las cercanas villas de Altura y Alcublas además de otros lugares y privilegios.
La importancia de la cartuja se puede deducir por los personajes que moraron en ella como Bonifacio Ferrer (hermano de San Vicente Ferrer), que llegó a ser prior mayor, San Ignacio de Loyola o el antipapa Benedicto XIII (conocido como Papa Luna), así como las importantes decisiones que en ella se tomaron.
Después de la visita a la Cartuja, vuelvo sobre mis pasos y me dirijo hasta las piscinas municipales, donde me espera el grupo, nos tomamos unas cervezas en el bar del camping y volvemos al pueblo, recogemos el pollo y las cervezas encargadas en el horno y nos pegamos una buena comilona.
Después de una siesta volvemos a salir para realizar una pequeña visita a un paraje que nos quedó pendiente el día anterior.
La ruta matinal de hoy ha tenido 10 kilómetros de recorrido y un desnivel de unos 160 metros. Todo ello, y a pesar del sofocante bochorno, repleto de puntos de interés.
En la tarde nos dirigimos en coche hasta la población de Navajas, concretamente a la plaza del Matadero, lugar donde da inicio la senda que lleva al Salto de la Novia.
El Salto de la Novia es una cascada de 30 metros que se encuentra en la localidad de Navajas. Está casi a un kilómetro al sudeste de la población y está formada por la cascada del Brazal, un salto de agua que cae suspendido de la roca en un solo tramo.
Situado en un lugar emblemático, puesto que está a borde del río Palancia y es un paraje turístico visitado por miles de personas que se acercan, sobre todo en verano, ya que el ayuntamiento organiza eventos junto a la cascada.
Este salto se formó hace millones de años, igual que las paredes calcáreas, por la erosión del terreno y el paso del tiempo. Además, en los alrededores de la cascada hay muchas cuevas debido a la misma erosión del agua.
La leyenda local cuenta que, cuando las parejas iban a casarse, las novias tenían que saltar el río en este punto para demostrar que el amor a la pareja era verdadero, y si lo lograban, el matrimonio sería feliz. Pero, una vez, una no lo logró, y fue atrapada junto con su novio, que se lanzó a rescatarla por un remolino del río, donde los dos murieron.
Después de esta visita, volvemos al coche y regresamos a Altura, no sin antes hacer una parada en el supermercado para comprar algo para la cena y el desayuno del día siguiente.
Realizamos la última cena en la maravillosa casa turística del pueblo y nos vamos a descansar que… aún nos queda por realizar una actividad en la jornada del lunes.
Esta pequeña caminata vespertina sólo ha tenido un recorrido de cerca de 2 kilómetros, con un desnivel de 35 metros; todo ello muy corto pero muy interesante.
El grupo, después de un gratificante desayuno, se prepara para realizar una caminata en esta segunda jornada por tierras castellonenses.
Tomamos el coche y nos dirigimos hasta la población de Navajas, a unos 3’5 kilómetros de Altura, por el norte. Concretamente dejaremos el auto en el aparcamiento del camping Altomira y, desde aquí, comenzaremos nuestra ruta.
A muy pocos metros del coche tenemos la Vía Verde Ojos Negros, por la que realizaremos un pequeño tramo.
La senda acondicionada para senderismo y cicloturismo es de 182,2 km en total y va desde Ojos Negros (Teruel) hasta Albalat dels Tarongers (Valencia). En la actualidad constituye la vía verde más larga de España
Pasamos por un par de túneles, un área recreativa y el mirador del Embalse.
Llegamos a un punto en el que debemos salir de la Vía Verde y tomar una pista, a mano derecha, que nos conduce hasta la parte alta del Embalse del Regajo y su presa.
El embalse del Regajo , situado en el municipio valenciano de Jérica (Alto Palancia), es un embalse del río Palancia construido entre 1951 y 1959 con una capacidad de 6,60 Hm³. La toma de gravedad con planta recta y aliviadero superior, tiene una longitud de coronación de 383 metros y la superficie de la lámina de agua es de unas 82 Ha.
Se trata de la única gran obra hidráulica del Palancia, al menos hasta que se acabe de construir la presa de Algar, pocos kilómetros aguas abajo. Ambas pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Aquí encontramos a Sonia, una chavala que va también en nuestra dirección, aunque ella va corriendo.
Estamos un buen rato charlando y nos recomienda un itinerario distinto al que yo llevaba preparado en mi gps, evitando así un importante trecho de carretera; incluso se presta a acompañarnos en parte del recorrido.
Llegamos al paraje de la Fuente de los Baños, un sitio maravilloso, envuelto en frondosa vegetación, con una fuente de agua limpia, un puente y unas pozas que invitan al chapuzón.
Hacemos una pequeña pausa para remojarnos y, seguidamente, continuamos nuestro camino.
Llega un momento de la senda en la que Sonia debe desviarse, nos indica el camino a seguir, nos despedimos de esta amabilísima mujer y… continuamos en dirección a nuestro destino.
Menos de un kilómetro de asfalto y llegamos al coche, en el camping.
Regresamos a Altura.
Ya en la casa, preparamos algo de comida, una siesta, salimos a dar una vuelta por el pueblo, tomar unas copas y a cenar en un buen restaurante de la localidad.
Volvemos al alojamiento a descansar hasta el día siguiente, que también tiene su actividad.
Han sido unos 8 kilómetros muy sencillos, con un desnivel de unos 175 metros, hechos en muy buen tiempo y con unas vistas maravillosas.
En este viernes de junio, Paqui, Reme, Miguel, Pedro y yo, hemos salido de Alicante a eso de las 9:15 de la mañana y nos hemos dirigido a la población de Altura, en Castellón, para pasar unos días en esas tierras de la Comunidad Valenciana.
La Villa de Altura es un municipio que pertenece a la provincia de Castellón, en la comarca del Alto Palancia. Posee la categoría de «Villa» concedida por Martín I el Humano, en 1407. Está situado en el camino natural que une Aragón con la Comunidad Valenciana.
Llegamos y nos acomodamos en una estupenda casa del pueblo de finales del siglo XIX, recientemente restaurada y preparada con todo tipo de comodidades.
Después de nuestra llegada, algo de aseo y salimos a dar una vuelta por el pueblo, tomar un aperitivo, comprar algo de bebida y volver a la casa para hacer una paella.
Tras la siesta, nos dirigimos a Segorbe, que está a muy pocos kilómetros, para realizar una visita por su centro urbano.
Dejamos el coche en la calle Vicente Ruiz el Soro para encaminarnos a la plaza de Agua Limpia, donde se encuentra el Ayuntamiento de la localidad, pasando antes por la Oficina de Turismo y los restos de la antigua Ermita de Santa Bárbara.
En dirección norte, vamos hacia la Catedral Basílica de Segorbe, la Torre del Archivo, la Iglesia del Seminario Menor Diocesano y el Arco de la Verónica.
Pasamos por la plaza de la Cueva Santa y, por las calles Cebrián y Mezquita, llegamos a la Iglesia de San Pedro.
Ahora, por la calle Obispo Aguilar, nos dirigimos a la plaza del Almudín en la que se encuentran, entre otros edificios, el Teatro Serrano y la Comunidad de Regantes, donde se realizan Las Mandas.
Las Mandas es una de las tradiciones inmaterial más antiguas de la ciudad de Segorbe y trata sobre la distribución del agua para el riego en las distintas huertas segorbinas.
Entramos por la calle de Santa María hasta la plazuela en la que se encuentra el Museo Catedralicio y Archivo de la Catedral de Segorbe.
Retrocedemos sobre nuestros pasos y volvemos, de nuevo, por la plaza del Almudín, tomamos las calles de Santa Ana y de la Purísima para llegar a la Iglesia de San Joaquín y Santa Ana.
Nos encontramos en la calle Almas, justo a las faldas del Castillo de la Estrella, para subir, por su ladera sur, hasta lo alto de la fortaleza.
El Castillo, denominado de la Estrella, o de Sopeña, así como el Acueducto y las Murallas de Segorbe son un conjunto de construcciones que están catalogados, por declaración genérica, como Bien de Interés Cultural.
El Castillo se encuentra ubicado en uno de los cerros de la ciudad y sus basamentos estarían datados en época ibérica, cuando se produce la romanización de la zona, pasó a ser población romanizada y reconstruido, adaptándose a la nueva forma de entender los núcleos poblacionales del pueblo romano. Hay autores que afirman que el castillo fue acrópolis romana y posteriormente fortaleza de los visigodos y árabes.
Abandonamos el recinto por su salida norte, llegando hasta el paseo de Sopeña, que rodea el cerro y nos comunica con algunos miradores, las murallas medievales y el acueducto de la ciudad.
Las murallas por su parte se distribuyen desde los alrededores del castillo a la parte del núcleo poblacional que se haya más abajo, pudiéndose encontrar restos de la misma por todo el actual casco antiguo de la ciudad. Por su parte, los restos del Acueducto, del que sólo quedan unos cuando arcos, se ubican dentro del centro de Segorbe.
Al final de este recorrido encontramos la Torre del Verdugo, la Torre del Botxi y la de la Cárcel.
Por la calle Colón, pasamos por la fachada de la Iglesia de Santa María y por la plaza del Obispo Haedo, donde está el ‘monumento a la Entrada de toros y caballos’.
La ‘Entrada de toros y caballos’ es una fiesta que se celebra en Segorbe como resultado de la evolución del traslado de reses para ser corridas en un recinto cerrado o plaza de toros.
Esta celebración está declarada Fiesta de Interés Turístico, Fiesta de Interés Turístico Internacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial.
Ahora ya sólo nos queda llegar hasta la calle donde tenemos el auto y regresar a la estupenda casa de Altura, no sin antes hacer una parada en un supermercado para realizar una compra para la cena y el desayuno del día siguiente.
Entre unas cosas y otras han sido cerca de 4 kilómetros de caminata, con un desnivel mínimo de unos 50 metros.
Ha sido una ruta urbana sencilla y muy interesante.
La ruta de este lunes la voy a realizar por los alrededores de la ciudad de Alcoy, en concreto, y como en otras muchas ocasiones, en las cercanías de la Font del Quinzet y su área recreativa.
Dejo el auto en un claro de una arboleda que hay a escasos 200 metros de la fuente. Es en este punto, en el que se unen los ríos Barxell y Polop, donde, prácticamente, da comienzo mi caminata.
La Font del Quinzet es una pequeña zona de recreo cercana a la ciudad de Alcoy. Dispone de buenas sombras, un salto de agua, mesas y bancos de piedra y madera y la fuente en sí. Además es un interesante cruce de caminos y senderos que conducen a distintos parajes de los alrededores.
Durante unos 300 metros sigo el curso del río para tomar un desvío, a mano derecha, que me lleva en ascenso, por senda y por pista, en dirección sureste, hasta la Vía Verde.
Seguiré el recorrido de esta vía por unos 2’2 kilómetros, pasando por cuatro de sus 14 túneles, un área recreativa y dos puentes: el ‘Pont de las Set Llunes’ y el ‘Viaducte del Barxell’.
Pasado el viaducto, junto a una pequeña fuente, me desvío, a mano izquierda, por una senda que me conduce a la pista que lleva, en modo ascendente, hasta las Casas del Salt.
Este pequeño núcleo urbano, situado al suroeste de la ciudad de Alcoy, próximo a la carretera CV-795, la que lleva a Banyeres de Mariola, destaca por estar ubicado sobre un gran acantilado desde, sobre todo en tiempos de lluvia, donde se puede disfrutar de su famoso Salt, una cascada efímera que ofrece el río Riquer o Barxell al precipitarse al vacío.
Al paso por la calle principal, sobresale, de manera especial, el edificio del Molino el Salt de Payá y los Jardines de Brutinel.
Ahora me dirijo, por senda, al otro lado del río para ver el hermoso paisaje desde el mirador, pasando antes por un curioso abrigo/cueva.
Me llevo una grata sorpresa cuando compruebo que, en pleno mes de junio y de manera excepcional, el Salt tiene una caída de agua bastante importante para la época en que estamos.
Unas cuantas fotos en el mirador y… continúo con el itinerario previsto. En suave descenso me encamino por entre pinares hasta el paraje del Racó de Sant Bonaventura, teniendo frente a mi el Parque Natural del Carrascal de la Font Roja.
Llego a los saltos de agua que ofrece en este lugar el río Polop.
Una hermosa arboleda surcada por las aguas y rodeada de mesas y bancos de madera.
En este punto hago una pequeña pausa para beber y comer alguna fruta.
Comienza el regreso al punto de partida.
Camino por la sinuosa senda que, siguiendo al río, me llevará a mi destino.
La corriente forma pequeñas pozas y con la ayuda de algún azud se producen saltos de agua que me acompañan durante todo mi recorrido.
Paso ahora por entre las columnas del Puente de las 7 Lunas.
La senda, de frondosa vegetación, me lleva, por fin, hasta la Font del Quinzet y, a unos 200 metros, al lugar donde tengo aparcado el auto.
Entre los términos municipales de Fontanars dels Alforins (Valencia) yBeneixama (Alicante) se desarrollan las caminatas de este día.
Paco, Raúl, Pedro, Reme y yo, nos hemos dirigido hasta el kilómetro 5’5 de la carretera CV-657, la que comunica Beneixama con Fontanars, en plena Sierra de la Solana. En este punto hemos tomado la entrada a una pistay, apenas acceder a ella, en un claro, hemos aparcado el auto.
Comenzamos la caminata por una vereda que hay junto a la pista, llamada ‘de la Replana’, a mano izquierda y que nos lleva, nada más entrar, a un llamativo horno de cal.
Éste es uno de los tres recorridos (el más largo) que haremos en esta mañana.
La senda nos dirige, por la zona llamada ‘Bancalets d’Alonso’, al Albergue de Rita.
Éste es uno de los cuatro refugios que dependen del ayuntamiento de Beneixama (los otros tres son: ‘La Talaeta’, ‘La Estación’ y ‘El Salze’). En concreto el de Rita tiene una capacidad para 25/30 personas con sacos de dormir. Está situado en plena Sierra de la Solana y es un lugar idóneo para la observación de los cielos nocturnos.
Salimos de la senda, dejando atrás el albergue, y enlazamos con la pista que, en dirección este/sureste, nos acerca, ahora en una subida algo importante, a una bifurcación.
El camino de la derecha nos lleva al Mirador del Blanquinal. En él yo esperaba encontrarme lo mismo que hace un par de años (en 2021) una caseta, un pozo y una mesa con sus bancos, realizada con piezas de madera de la antigua torre de vigilancia , que se quemó en el terrible incendio del 2017.
Al llegar hemos encontrado un señor tomando el sol en bolas justo en la caseta; es por ello que no sale esa construcción en las fotos.Todo lo demás también está en su sitio y… sorpresa, hemos encontrado una nueva torre de vigilanciaalgo que, la verdad, me ha emocionado muchísimo.
Las vistas, desde esta atalaya, del Valle de Beneixama y las sierras que lo rodean son espectaculares.
TORRE DE VIGILANCIA EN 2016DESPUÉS DEL INCENDIO DEL 2017NUEVA TORRE DE VIGILANCIA 2023
Volvemos sobre nuestros pasos hasta la bifurcación, tomando ahora la pista de la izquierda. Ésta nos llevara a muy pocos metros hasta el primero de los vértices de la sierra, Ascensión, con sus 1006msnm.
Las típicas fotos en la cúspide y comenzamos el regreso al punto de partida. Deshacemos nuestros pasos, llegamos al cruce y tomamos la pista que nos hizo llegar hasta allí, eludiendo el desvío al Refugio de Rita y llegando hasta la Pista de la Replana, donde tenemos el auto.
VÉRTICE ASCENSIÓN
Ahora, en coche, salimos a la CV-657 y en el kilómetro 6’2, en un claro de la carretera, dejamos nuevamente el vehículo.
Vamos en busca del segundo vértice.
Este recorrido es sumamente corto, apenas 400 metros, en dirección norte, por una cómoda senda, hasta llegar al… vértice geodésico? Eso hemos pensado en un primer momento, incluso nos hemos hecho las típicas fotos.
Pero realmente el verdadero vértice de esta parte de la sierra lo hemos encontrado unos cien metros en el interior y hasta allí nos hemos dirigido para realizarnos las pertinentes instantáneas él, Lloma Plana, con sus 996msnm.
Hemos resuelto que el falso lo vamos a considerar como medio vértice.
FALSO VÉRTICEVÉRTICE LLOMA PLANA
Ahora retornamos al auto.
Nos incorporamos a la carretera, nos dirigimos hacia Beneixama y en el kilómetro 7’5, donde se encuentra, junto a una amplia curva, un cruce de caminos y un claro.
La idea inicial era dejar el vehículo en el mismo claro y hacer el camino andando pero… estamos cansados, hace un calor del carajo y la pista de acceso al tercer vértice es bastante cómoda como para ir con el auto; eso es lo que hemos hecho.
Llegamos a menos de 100 metros de esta cumbre y ahí está, ante nosotros, el tercer vértice del día, Águila, con sus 983msnm.
Las instantáneas propias y vuelta al coche.
Ahora ya sí, regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: El total de las tres, algo más de 9’5 kilómetros.
Desnivel: Ruta del vértice Ascensió (105m), la del vértice Lloma Plana (1m) y la del vértice Águila (1m) .
Dificultad: Fácil
Recomendable:Por supuesto… SOBRE TODO LA COMPAÑÍA!!!
Hoy he decidido realizar una caminata por una zona bastante conocida por mi, y por la que he hecho muchas variantes, las sierras de Onil, Biar y Reconco.
En las proximidades de la población de Biar, a la altura del puerto de montaña homónimo tomo la carretera que sube a la cumbre del Reconco y al caserío de Fontalbres y, en la primera bifurcación, aparco el coche en el claro donde se encuentra el depósito contra incendios; aquí comienza el itinerario que llevo marcado.
Justo en esta replana hay varias opciones, varios caminos. Yo elijo la carretera que sube hasta las antenas, la caseta de vigilancia y el vértice geodésico del Reconco.
Después de 1’7 kilómetros de ascenso por asfalto llego hasta el vértice; aquí las ya habituales instantáneas.
Las vistas desde este elevado punto son realmente impresionantes.
Vuelvo sobre mis pasos unos 200 metros aproximadamente para tomar la senda botánica que, en dirección este, me lleva en suave descenso por la zona de ‘Els Castellars’ y la ‘Penya Buitrera’.
El sendero botánico aboca en la pista donde se encuentra la Casa de la Virgen de las Nieves, una antigua finca de esta serranía, ahora en ruinas.
Sigo el camino en dirección norte y me incorporo a la pista (PR-CV55) justo a la altura del Mas de Fontalbres, una finca en el interior de las sierras de Biar/Onil, con más de 200 hectáreas de encinas y pinos, con unas instalaciones muy completas y que funciona como albergue juvenil.
A 700 metros de la PR llego a un cruce de caminos, tomo la opción de la izquierda, una estrecha senda que me acercará hasta la Font del Xorro.
En esta fuente hago un alto para beber y comer alguna fruta, después continúo el itinerario preestablecido.
El sendero, en dirección oeste, me conduce por el Barranco de Garrancha hasta una gran pista. Tomo la opción de la izquierda que me lleva, en una subida más o menos importante, al Mas de Camarasa.
Sigo con el ascenso hasta enlazar con la PR-CV55, que también es el Camino de Santiago del Sureste, y llegar, por la derecha, a la Fonteta de Soriano.
Esta misma pista, donde se encuentra la fuente, es la que me llevará al punto inicial, donde se encuentra el depósito contra incendios y el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Distancia: Algo más de 8 kilómetros.
Desnivel: 301 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable: Absolutamente recomendable. Ha sido corta pero intensa.
Para la caminata de este jueves, Raúl, Paco, Jesús, Reme, Pedro y yo, nos hemos dirigido a la población de Banyeres de Mariola, municipio de la provincia de Alicante, perteneciente a la comarca del Alcoiá.
En los aparcamientos que hay junto al cementerio municipal hemos dejado el vehículo y, desde aquí, hemos comenzado nuestro itinerario.
Frente al camposanto hemos tomado el ‘Camí de la Serra de Mariola’, una pista que, sin ninguna dificultad, nos ha introducido en plena sierra, en dirección noreste.
Hay que dejar claro que el 87% de esta ruta se realiza en la provincia de Valencia, concretamente en el término municipal de Bocairent.
El ‘Camí de la Serra’, entre la serranía del ‘Massís de Benifarraig’ (donde se encuentran el ‘Pic de la Creu’, el ‘Caponet de l’Águila’ y el ‘Morro del Porc’) y las zonas de la ‘Mallaeta’, Santa Rita y ‘Pla de Navarro’, nos acercan hasta el ‘Pla de l’Ánima’, junto a la carretera CV-794 donde haremos un cambio total de sentido.
Ahora tomamos una nueva pista, en dirección sur, entre casas de campo y terrenos de cultivo, hasta acercarnos al Mas de la Rambla.
En este punto llegamos al río Vinalopó y lo seguimos por la senda que circula acompañando su cauce.
En diversas ocasiones hay que atravesar sus aguas que, en los últimos días y debido a las lluvias, son algo más abundantes.
Llegamos a un punto de nuestro recorrido en el que el caudal es cada vez más importante; hay destacar que éste es un río que recibe, a lo largo de su recorrido, el aporte de muchos manantiales y fuentes (Font de la Cova, Font del Reiner, Font de la Carrasca, Font Freda, Font de la Malladeta, Font dels Brulls, Font de la Coveta, etc…)
Pasamos ahora por el ‘Mas de les Torretes’, el ‘Mas de Blanes’ y el desvío al ‘Castell del Vinalopó’.
Pocos metros después estamos junto a uno de los aportes más significativos para este río, la ‘Font de la Coveta’ (algunos, incluso señalan esta fuente como el nacimiento del Vinalopó).
Las aguas ahora corren con más volúmen y más entusiasmo, formando en algunos tramos pozas y pequeñas cascadas.
Nuestro itinerario nos acerca hasta el Molino de Blanes, ahora en ruina total, uno de los muchos que rodean estas aguas y que tuvieron su época de esplendor en el pasado.
Pasamos cerca de las deterioradas paredes de este gran molino, dejamos el cauce del río y nos adentramos en una pista cementada, con gran ascenso, que nos conduce a la entrada a Banyeres de Mariola, por la parte donde se encuentra el polideportivo municipal y el cementerio.
Llegamos al auto y regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: 11’5 kilómetros.
Desnivel: 138 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto, ha sido una ruta sencilla y agradable. Y mucho más interesante por la compañía.
Primer lunes de junio y, para realizar la caminata de hoy, me he dirigido, por la N-340 (la carretera que entra a Alcoy, pasando por el barranco de la Batalla), al desvío, a mano derecha, que lleva a la Urbanización l’Estepar. A la entrada de esta colonia he aparcado el auto y he iniciado la ruta del día.
Camino unos pocos metros hasta llegar al área recreativa, junto a la entrada del túnel de l’Estepar, primero de los 14 que componen el recorrido de la Vía Verde de Alcoy.
En esta ocasión, caminaré por dicha Vía Verde durante un buen tramo pero mi recorrido lo haré en el sentido contrario; en dirección a la población de Ibi.
En el kilómetro 1’7 tomo un desvío, a mano izquierda, que me conduce hasta La Sarga, pasando antes por el Mas de la Sarga de Baix.
La Sarga es una pedanía que pertenece al municipio de Jijona, situada entre esta localidad y la ciudad de Alcoy, a los pies de las sierras de la Carrasqueta y Els Plans. Con no más de 20 casas, que en la actualidad sólo habitan dos vecinos durante todo el año. En el siglo XVIII llegó a constituirse como municipio independiente, en cambio, y debido al descenso de población, en el siglo XIX volvió a ser reabsorbido por Jijona.
Ahora sigo mi camino y me dirijo hacia el norte por pista.
La pedanía es más conocida por las pinturas rupestres que se hallan en las cuevas situadas junto al denominado Mas de la Cova, a unos 800 m de La Sarga, ya en el término municipal de Alcoy. En estos abrigos, se descubrieron en 1951 las Pinturas Rupestres de la Sarga que actualmente se encuentran en una zona vallada para su protección (se debe concertar la visita con el Museo de Arqueología de Alcoy). En ellas se aprecian las figuras de antiguos cazadores, animales, entre otras figuras geométricas.
Las pinturas, en buen estado de conservación, fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad el 19 de diciembre de 1998 junto con la totalidad de las manifestaciones de arte rupestre prehistórico del arco mediterráneo de la península ibérica.
Junto al vallado de las pinturas, dejo la pista y tomo una senda, a mano izquierda, que me lleva por campos de cultivo y por vereda zigzagueante, descendiendo el cerro en el que me encuentro.
Llego finalmente a una pista que me conduce al Mas dels Ginerets.
En este punto el camino me conduce en dirección noreste/norte, rodeando la Urbanización l’Estepar, hasta la subida, en un principio asfaltada, del Puig de les Florencies.
Tramo ascendente de asfalto rodeado de grandes y espectaculares chalés, pertenecientes a la zona norte de la Urbanización l’Estepar. Seguidamente continúa una senda que me acerca al poblado íbero del Puig de les Florencies.
La historia del lugar, tal y como figura en la distinta cartelería que allí está dispuesta, cuenta que fue un asentamiento humano durante gran parte del primer milenio antes de la Era. Los restos más visibles son los de su último momento de ocupación en época ibérica clásica, en el s. IV a. C.
Una comunidad de unas 300 personas, escogieron el monte donde se encuentra el poblado para construir el asentamiento con casas cuadrangulares de piedra, articuladas en torno a calles rectas, siempre que lo permitía la topografía del lugar.
Las necesidades estratégicas y defensivas llevaron a los íberos a emplazar sus poblados en lo alto de montes y a protegerlos con sólidas fortificaciones. En El Puig las construcciones defensivas se concentran en el único camino de acceso. Un sólido torreón de forma cuadrangular, de 5 x 12 metros, fue construido hacia el s. IV a. C. coincidiendo con una gran reforma del poblado.
Una vez realizada la visita a este paraje de enorme interés arqueológico e histórico vuelvo atrás sobre mis pasos para regresar al lugar donde dejé el coche.
Paso nuevamente por la zona de grandes casas de la Urbanización l’Estepar; ahora es carretera totalmente asfaltada. Poco más de un kilómetro después llego al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: Algo más de 11 kilómetros.
Desnivel: 270 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto, sin ninguna duda. Ha sido una gran caminata, llena de espacios muy interesantes, en una mañana limpia, fresca y agradable.
Esta mañana no he querido estrujarme demasiado los sesos y he optado por una caminata en una zona cercana y cómoda, la Sierra de Santa Pola.
Hasta los alrededores de esta población costera alicantina me he dirigido, concretamente a pocos metros de las ‘Casetes de Meleja’, donde he dejado el auto junto al depósito de aguas y he iniciado, como en tantas ocasiones, un recorrido por esta sierra.
Comienzo mi andadura por el ‘Camí del Far’ (PR-CV61), en dirección noreste, durante unos 300 metros. En este punto tomo el desvío, a mano izquierda y por el mismo sentido (NE), llamado ‘Camí de la Casa de la Pinada’ (PR-CV61).
Aproximadamente 1’5 kilómetros después llego hasta las ruinas de la Casa de la Pinada, una de las tantas que habían en esta sierra, dedicada a la explotación agrícola y ganadera. Hasta la mitad de siglo XX se utilizó como refugio de ovejas en los meses de invierno, luego el desuso y el abandono la relegó a ser un triste recuerdo de lo que fue.
Camino ahora por senda paralela a la carretera del faro durante unos 400 metros para pasar al otro lado del asfalto y entrar en una de las pistas que, durante 700 metros y en dirección norte, me lleva a enlazar nuevamente con otro tramo de la PR-CV61.
Ésta, en esta ocasión en dirección este, me conduce directamente hasta el faro.
Aquí comienza un camino perfectamente preparado con tablas de madera (lo que lo convierte en una senda adaptada) que lleva al borde del cabo y a sus pasarelas y miradores.
Todo ello para poder disfrutar de las vistas del Mediterráneo y la isla de Tabarca.
Dejo estas magníficas instalaciones y me encamino, por senda, hacia el interior para encontrarme con los asentamientos de baterías antiaéreas de la Guerra Civil y con el búnker/vértice geodésico.
Algunas fotos, ya clásicas, en el vértice y… prosigo el itinerario previsto.
Me incorporo de nuevo a la PR-CV61, en dirección oeste, y a unos 300 metros, en un cruce, tomo una nueva pista, por la izquierda y llamada ‘Camino de la Torre’, que me llevará, en dirección sur, a la Torre de Escaletes.
La torre de Escaletes es una de las muchas torres de vigilancia que se levantan en la costa alicantina con el fin de prevenir en su época los ataques de piratas berberiscos . Está situada en la sierra de Santa Pola y su construcción data del siglo XVI, concretamente en 1552, si bien parece ser que fue levantada sobre otra torre de origen andalusí. Erigida con muros de mampostería, su altura es de ocho metros y cuenta con ménsulas de piedra en su parte superior. Ha sido declarada Bien de Interés Cultural por el Consell de la Generalitat Valenciana.
Un buen rato para la contemplación de esta edificación, el mar y el paisaje, momentos para beber y comer alguna fruta y… reanudo mi camino.
Vuelvo sobre mis pasos, tomo la pista ‘Camino de la Torre’ y a unos 400 metros giro a la derecha y tomo el camino que me lleva al Pla de Sant Pere y a la ‘Senda de Roberto’.
Esta vereda, en dirección norte, me acerca al monolito en memoria de Roberto Castro, realizado por su hermano.
Al término de esta senda me incorporo, nuevamente, a la pista ‘Camino de la Torre’ y pocos metros después, a mano izquierda, tomo la vereda que me acerca al paraje de la ‘Foia Roja’.
Este rincón de la sierra rodeado de abundantes eucaliptos debe su nombre a la coloración roja de sus tierras.
Ahora ya, y siguiendo la senda, me incorporo de nuevo a la pista ‘Camino del Faro’ (PR-CV61 y, en dirección oeste, llego al lugar donde se encuentra aparcado mi coche.
Regreso a casa.
Valoración: 2**
Distancia: Cerca de 12 kilómetros.
Desnivel: 125 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto, siempre recomendable. Esta sierra tiene un montón de sendas, caminos y pistas, todas ellas (salvo alguna excepción) muy fáciles y perfectas para pasar una jornada sin ninguna dificultad.
Preventorio (primer plano), Alcoy (en segundo) y las sierras (al fondo).
Para este miércoles, último día de mayo, la caminata elegida ha llevado al grupo hasta la zona sureste del Parque Natural de la Sierra de Mariola, muy próxima a la ciudad de Alcoy.
Today full team.
Pedro, Jesús, Paco, Reme, Raúl y yo, nos hemos dirigido al Preventorio y, desde este punto, en el que hemos dejado los vehículos, hemos comenzado nuestra ruta por los alrededores.
Comenzamos por una pista cementada, frente al edificio del Preventorio, con una subida bastante importante hasta llegar a una senda rocosa que nos lleva hasta la Ermita de San Cristóbal.
Con las últimas lluvias que han caído por la zona, en algunos puntos del camino las piedras sudan y corren hilillos de agua montaña abajo.
Llegamos hasta la atalaya rocosa donde se encuentra la Ermita de San Cristóbal, la Cruz y su área recreativa.
Las panorámicas, desde este paraje, son espectaculares; la ciudad de Alcoy a nuestros pies y las sierras del entorno convierten este lugar en un hermoso espacio.
La ermita, iglesia gótica que data del siglo XIV, se encuentra decorada en su interior por una serie pinturas, muy al estilo urban graffiti.
El autor de dicha obra, Jesús Cees, pidió permiso al ayuntamiento para restaurar un retrato que lucía el templo pero la corporación se lo negó. Jesús hizo caso omiso y se puso a renovarlo, después, viendo que, según comentan, la inspiración del artista era muy grande y las paredes de la ermita demasiado blancas, continuó y lleno todo el espacio interior con sus modernas composiciones, siempre bajo una visión religiosa.
A mi, sinceramente, me encanta y lo considero un templo muy del siglo XIV y del XXI.
Después de un buen rato en los alrededores del templo, seguimos nuestro recorrido, por senda en ascenso, bordeando el precipicio del Barranc del Sinc, hasta llegar a un par de miradores naturales desde donde se pueden apreciar las paredes de las buitreras y, con suerte, el vuelo de estas singulares aves.
Una cuantas fotos al borde de las paredes del barranco y seguimos ascendiendo hasta alcanzar el Alt de les Pedreres, nuestro tope en este itinerario.
Comenzamos el regreso, retrocedemos sobre nuestros pasos y, ahora en descenso, llegamos a un desvío, a unos 200 metros de la ermita y a mano derecha, que nos llevará al paraje de la Font de l’Horteta.
Un par de despistes con el gps y un camino no muy bien señalizado llegamos a un gran abrigo/cueva, en una paredes muy preparadas para la escalada.
Estamos, por fin, en la Font de l’Horteta y en el área recreativa de l’Horteta del Pobre, un lugar especialmente agradable, donde el agua es la gran protagonista.
Ahora sólo hay que seguir la senda descendente que nos vuelve a llevar hasta el Preventorio y los vehículos, que están estacionados muy cerca del paso del río Uxola, con sus caídas de agua.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: Algo más de 6 kilómetros (corta pero muy intensa)
Desnivel: 370 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable: Totalmente recomendable. La mañana ha sido magnífica, a pesar del aviso de posibles lluvias, el itinerario ha tenido varios lugares de máximo interés… la ermita, los miradores, el barranco, los buitres, las fuentes, etc… Realmente hoy lo hemos pasado bien y, todo ello, en muy buena compañía.
Este último lunes del mes parece que prometía lluvia sobre nuestras cabezas, aún así yo me he aventurado y me he lanzado a la sierra para efectuar una caminata.
El lugar elegido para hacer la ruta de esta mañana ha sido en las proximidades de Ibi, concretamente al sur de esta población, la zona del Assegador del Camí Vell de Xixona.
Junto a las antenas de telecomunicación, en el área del Cantallops, he dejado el coche y he comenzado mi andadura.
La mañana ha comenzado amenazante y, en un primer momento, mi intención era la de llegar algo más lejos de lo que finalmente ha sido.
En dirección sureste he llegado hasta el Collado del Quartell, en plena sierra homónima.
En este cruce he tomado la senda, en brusco ascenso, de la derecha que me ha conducido hasta el vértice geodésico.
En este punto ya se puede adivinar lo que ha pasado después de un breve descanso…
Las clásicas fotos en la cumbre.
Después, he seguido con el itinerario estipulado.
Para ello, he desandado unos 300 metros; lo que había sido una subida cojonera se ha transformado en una bajada tocahuevos.
Vuelvo al collado y, aquí, tomo la senda descendente que me lleva al Área recreativa de la Font de Vivens.
A estas alturas de la mañana, el cielo se presenta en algunos momentos más despejado y en otros vuelve a cerrarse, dando la impresión de querer descargar sus aguas sobre el paisaje.
De todas formas, durante todo el trayecto, he podido comprobar, sobre todo por la cantidad de charcos, que en días anteriores ha habido fuertes lluvias.
Llego al paraje de la Font de Vivens y a su Área Recreativa, un lugar adecuado con mesas y bancos de madera, un pequeño refugio y su fuente; todo ello bajo un hermoso pinar.
Otro pequeño receso para beber y comer alguna fruta.
Después, sigo con mi recorrido. En este punto llego hasta el comienzo del cortafuegos y aquí doy marcha atrás debido a la gran acumulación de barro que encuentro en el camino. Mi propósito era el de llegar hasta el Alt de la Martina, en plena Serra de la Llibrería, pero decido volver sobre mis pasos y comenzar, desde aquí, el regreso al punto de inicio.
Vuelvo a pasar por el paraje de la Font de Vivens y por la senda hasta el Collado del Quartell.
No hay mucho que destacar en este recorrido de vuelta, salvo que la lluvia ha respetado mi camino; todo bastante sencillo hasta llegar al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 1*
Distancia: Algo más de 7 kilómetros
Desnivel: 320 metros
Dificultad: Nimia
Recomendable: El que me lee sabe que yo siempre, sea como sea, considero digno salir a caminar por la sierra. Es posible que ésta sea más una caga-ruta que una ruta hecha y derecha pero… ha merecido la pena y, por supuesto, es totalmente recomendable.
Para este último jueves de mayo, entre unos días muy inestables, con avisos de lluvias torrenciales, de alertas amarillas, etc… Jesús, Raúl, Reme, Pedro y yo, hemos aprovechado la tregua que nos brindaba esta mañana el aguacero para realizar una ruta urbana, visitando una población de interés histórico y cultural. Ella no es otra que Cocentaina.
Antes, y de camino, hemos hecho un pequeño desvío en la ciudad de Alcoy para dar un breve paseo por el paraje de la Font del Quinzet, pensando que las últimas precipitaciones habrían incrementado el cauce de los ríos Barxell y Polop; no ha sido para tanto.
Dejamos la zona de la fuente y volvemos al auto para dirigirnos a Cocentaina.
Cocentaina
Se encuentra al norte de la provincia de Alicante y es la capital de la comarca que lleva su nombre El Condado de Cocentaina (El Comtat). A su municipio pertenecen las pedanías de Alcúdia, Algars, Alqueríes de Benifloret, Estació Nord, Gormaig, Penella y Poble Nou de Sant Rafel.
Su historia:
Ya en el paleolítico, neolítico y época prerromana fue una ubicación muy importante y estratégica. En Cocentaina hay tres abrigos con pinturas rupestres, el de Alberri, el de la Paella y el de la Penya Banyá. Declarados Patrimonio de la Humanidad en 1998. También están ubicados algunos yacimientos ibéricos de máxima importancia como…
Entramos en la localidad y aparcamos el vehículo en la plaza El Teular.
Aquí da comienzo nuestra pequeña ruta. Comenzamos, pasando por la Cruz de Piedra del Teular, ascendiendo por la pista cementada, llamada el Carrer del Teular de Borruix, hasta llegar a la Ermita de Santa Bárbara.
Ermita de Santa Bárbara
De los edificios religiosos que se conocen de época medieval en la villa de Cocentaina, destaca la ermita de Santa Bárbara. Situada en el paraje que recibe el mismo nombre, se trata de un edificio religioso de conquista, que data del siglo XIII y de la primera mitad del XIV, el cual presenta una planta de una sola nave de cuatro crujías, separadas por arcos de diafragma que generan contrafuertes en el exterior que se cierran con una cubierta de madera a dos aguas y una única entrada mediante un arco de medio punto.
Desde el punto de vista arquitectónico se ha clasificado esta ermita de como una iglesia de conquistapor coincidir con el momento de pleno asentamiento y dominio de los cristianos.
Actualmente, la ermita es de propiedad municipal y no está destinada al culto desde la jubilación de la última ermitaña, la cual se ocupó del cuidado del templo hasta la década de los años setenta del siglo pasado. En la festividad de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre, se celebra la Corriola, fiesta popular en la cual es tradicional comer una rosca de pan y embutido, el volteo de la campana, el paseo por los parajes y beber en la fuente.
Dejamos este sencillo templo, rodeado de una hermosa zona recreativa y abundante arboleda, para volver a la urbe, ahora por el llamado Carrer de subida a la Ermita.
Entramos en Cocentaina por el casco antiguo de la localidad, calles estrechas llenas de historia, pasamos por las plazas de San Pablo, San Pedro y San Miguel, hasta llegar a la Iglesia del Salvador.
Iglesia del Salvador
La Iglesia del Salvador de Cocentaina fue construida sobre la antigua mezquita en la segunda mitad del siglo XVI. Se trata de un templo renacentista con una gran unidad espacial, «a lo romano», como se establecía en las capitulaciones para su construcción.
Se compone de una sola nave con cuatro tramos y capillas entre contrafuertes, en la que destacan los arcos fajones apoyados sobre ménsulas, los arcos de embocadura de las capillas y otros detalles renacentistas sobre los que se superponen figuras y dorados barrocos.
La capilla de la Comunión fue construida en el siglo XVIII. En el interior hay azulejos también del siglo XVIII y pinturas del siglo XVII de N. Borrás y de F. Ribalta. El campanario, situado en la parte posterior, es de poca altura y de planta cuadrada, construido de sillería, sin ornamento alguno excepto en el cuerpo de campanas que tiene pilastras ligeramente resaltadas.
Ahora por el Carrer del Forn y el de Los Santos Médicos llegamos a la Plaza de Vener Escuder y a la Plaza del Pla, donde se encuentran El Palacio de los Condes de Cocentaina y el Monasterio de la Mare de Déu del Miracle.
Hoy, jueves, en toda esta zona está instalado un gran mercadillo.
Palacio de los Condes de Cocentaina
Construido sobre un antiguo edificio musulmán del siglo XII. El primer edificio gótico fue construido en la segunda mitad del siglo XIII por el gran Almirante de la Corona de Aragón, Roger de Lauria, primer señor feudal de la Villa de Cocentaina. En la segunda mitad del siglo XV, cuando Cocentaina pasa a ser Condado y propiedad de la familia Corella, se realizan grandes obras de reforma y ampliación dándole el aspecto que vemos hoy en día.
En el Patio existe en su lado sur la única parte que se construyó del claustro que debería recorrerlo todo, consta de cinco vanos arquivoltados en semi columnas de fuste liso sobre pedestal. Esta obra clasicista data de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII.
De este Palacio tenemos que destacar por su importancia artística y arquitectónica la Capilla de San Antonio Abad. Contiene un retablo de principios del siglo XVII obra del pintor contestano Nicolás Borrás; existen referencias documentales de esta capilla a partir del siglo XIV.
La Sala Dorada, situada en el piso principal de la torre del Homenaje.
Los llamados Salones de Embajadores pueden servir como ejemplo de decoración renacentista. Precisamente en el ángulo de uno de estos salones se abre una pequeña puerta que conduce a una escalera de caracol; al bajarla encontramos otra puerta, que da acceso a la Tribuna de los Condes. Es una pequeña habitación con una gran abertura a modo de ventana desde la cual se domina la Capilla de San Antonio Abad.
Monasterio de la Madre de Dios del Milagro
El Monasterio de la Virgen del Milagro ocupa parte del Palacio de los Condes, siendo, desde el punto de vista artístico, el Monasterio la parte más interesante. Se inició su construcción el 20 de septiembre de 1656 y el 20 de enero de 1670 era trasladada la Virgen del Milagro a su nuevo templo, por lo que se deduce que deberían estar terminadas las obras. La fachada se caracteriza por la total ausencia de decoración; una enorme portalada de medio punto da acceso al Monasterio.
En su interior existen varias obras de arte; de ellas merece especial mención el retablo gótico del S. XV de Santa Ana con María y el Niño. Un icono bizantino del S. XVI de la Virgen Hodigitria, así como el reclinatorio del Conde. Hay que destacar la colección de cuadros del pintor napolitano Paolo de Mattei donados por el Conde de Cocentaina D. Francisco de Benavides en 1697. Otro artista italiano, Antonio Aliprandi, es el autor de la decoración de la Capilla Mayor, obra escenográfica de estilo barroco decorativo que llevó a cabo entre 1704 y 1705. También cabe señalar el zócalo de azulejos del S. XVII, el púlpito, la puerta de la sacristía, dos cuadros del camarín y una lápida de mármoles con inscripción de bronce al pie del altar, así como un escudo de los Condes de Cocentaina de estuco policromado ubicado sobre el arco del presbiterio; acompañan al escudo dos figuras alegóricas y querubines, pintados en el mismo arco.
Dejamos estas dos importantes construcciones y el bullicio de sus alrededores y, por el Carrer de la Mare de Déu, la Plaza dels Apóstols, Carrer Pedro Cetina y el de Sant Hipólit, llegamos a la Iglesia de Santa María de Cocentaina.
Iglesia de Santa María
Se fundó en el siglo XIII, fue reconstruida en el XVI y reedificada en 1666 en estilo barroco, contando con obras de reformas y ampliaciones entre los siglos XVIII y XIX.
Se trata de una iglesia de una sola nave con cinco tramos y cubierta con bóveda de cañón con arcos fajones y lunetos. Dispone a sus lados de capillas laterales entre contrafuertes cubiertas con bóvedas vaídas. La cúpula del crucero, sobre pechinas, es chata desde el interior y cuenta, al modo barroco, con un corredor perimetral que se repite en la nave y el crucero.
El exterior dispone de dos portadas: una, clásica y otra barroca, ambas de piedra.
La torre campanario (actualmente se encuentra en estado de restauración) es de cinco cuerpos rematada mediante adornos con pináculos, pilastras estriadas y hojas de acanto.
Desde la puerta de la iglesia, en la Plaza del Cardenal Ferris, tomamos el Carrer Pintor J. Espinosa para acceder a la Plaza de la Fuente.
Plaza de la Fuente
En medio del entramado de calles que ofrece el casco histórico de Cocentaina se encuentra esta plaza. Rodeada de edificios antiguos no muy altos, con su fuente de varios caños en la parte baja y encarada a un lavadero municipal bien grande, que denota la gran importancia y el mucho uso que tuvo hace muchas décadas. Hoy día el ruido de sus aguas ameniza a los paseantes.
En este punto intentamos regresar al coche, por entre callejuelas en la que se aprecian los restos de la antigua muralla de la localidad.
Llama la atención una de las torres defensivas.
La muralla de Cocentaina
La muralla medieval de Cocentaina fué levantada en época musulmana y reforzada tras la conquista cristiana, una vez desplazada la población morisca al arrabal extramuros, en la ladera de la montaña, temerosos los cristianos de sus conatos de rebelión. Aunque ha desaparecido en su totalidad, quedan restos esparcidos alrededor del palacio condal, donde están los lienzos mejor conservados.
El antiguo recinto estaba protegido por torres de defensa de planta cuadrada, cuyos vestigios, integrados en edificaciones modernas, se pueden apreciar en la plaza del Alcalde Reig y en las calles Cura Montagud, Dolores, Cetina y Don Jaime. De los cuatro portales primitivos de acceso destacan, por su estado de conservación, el de San Jaime y el de San Francisco o de Alcoi.
Estamos muy próximos al final de nuestro itinerario pero, antes, hacemos una parada para comer.
Lo hacemos en el restaurante ‘Arrossería El Socarrat’, ricas verduras, buenas carnes y fabuloso arroz al forn, todo ello acompañado de abundante cerveza.
Aunque, mientras comíamos ha caído la de Dios, al acabar y volver al parking el cielo nos ha respetado y hemos llegado al coche sin problema.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: Unos sencillos 5’5 kilómetros
Desnivel: Algo más de 100 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable: Está claro que sí. Cocentaina es una localidad con cientos de rincones llenos de historia que merecen absolutamente la pena.Si además la experiencia la compartes con gente que aprecias, todo es mucho mejor.
La salida de hoy ha tenido, en un primer momento, una motivación; la curiosidad.
La noticia, publicada en los medios hace unos días, del robo del monumento al ciclista en el Xorret de Catí (una escultura de más de 300 kilos) me ha dejado loco, la verdad. Quién quiere esa pesada figura y para qué? Para ponerla en el salón de su casa? Jajajaja me parto!!!
Yo tenía que verificar dicha falta, así que he preparado una caminata por los alrededores con el fin de comprobar dicho hurto y pasar una mañana en plena naturaleza.
Dejo el auto en el parking del Hotel de Xorret de Catí y, después de verificar ‘in situ’ que la obra de Vicente Ferrero, en homenaje a los corredores de élite, está en paradero desconocido, comienzo mi andadura por algunas de las muchas variantes que tienen estos parajes.
Salgo de la zona del hotel y me dirijo al área recreativa que hay al otro lado de la carretera CV-387, después, por pista, tomo la senda que me lleva a la llamada Casa del Administrador (bueno, ahora ya sólo es un solar).
Aquí, y debido a la predicción de fuertes lluvias, modifico la caminata preparada inicialmente. Ésta me llevaba desde la Casa de la Administración al Barranco de Badallet, haciendo un recorrido por la sierra de unos 10’5 kilómetros.
Ahora obvio el barranco (además, con riesgo de lluvias es mejor evitar las ramblas) y me acerco hasta el monumental Castaño de indias y al Pozo de nieve de la Administración.
En este punto tomo la senda que lleva a la Ermita de la Purísima y, antes, conecta con la pista GR-330 que, en dirección oeste, me acerca a la Torre de vigilancia forestal.
Poco después de la torre, tomo el acceso a la senda (PR-CV30), camino del collado, que me conduce al Collado de Amorós, un gran cruce de caminos.
Llegado a este punto, una parada para el refresco y la contemplación del valle y las sierras del alrededor.
Impresionantes panorámicas!!!
Tomo ahora una de las pistas ascendentes, en dirección noroeste, que me acerca hasta la pista (GR-330), la que me lleva nuevamente, hacia el este, a la Torre de Vigilancia.
Al llegar a la torre tomo una senda que serpentea, durante unos 800 metros, hasta llegar a la Ermita de la Purísima y, poco después, al cruce de la Ferrería.
Aquí, un importante cruce de caminos, comienza ya mi regreso al punto de inicio. En esta ocasión elijo una pista (PR-CV30) que me hace llegar hasta el Hotel del Xorret de Catí, pasando por el área recreativa, y al vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 1*
Distancia: unos 8’5 kilómetros
Desnivel: 165 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto, sin ninguna duda. Además tengo que agradecer a la lluvia que haya respetado mi caminata.
Hoy he pensado en una caminata, entre lo conocido y lo novedoso, por la comarca alicantina del Condado de Cocentaina (El Comtat).
Me dirijo hasta la población de Agres, aparco el coche en el Carrer Sant Antoni y, desde aquí, me encamino, por las calles del pueblo, en dirección al Santuarí de la Mare de Déu, pasando por algunas de las numerosas fuentes que tiene este municipio y por la Esglesia de Sant Miquel Arcángel.
FONT D’ENMIGPLAÇA D’ESPANYAESGLESIA DE SANT MIQUELDETALLE FACHADAFONT DEL RAVALCARRER DE LA PURÍSSIMASANTUARI DE LA MARE DE DÉU D’AGRESSERRA DE BENICADELLPLACA DE ENTRADACOVA DEL CONVENTESTANQUEFONT DEL CONVENTVÍA CRUCIS
Después de la visita al santuario, vuelvo hacia el pueblo y, antes de entrar en él, tomo la pista que hay a mano izquierda, el Camí del Molí Mató, que me lleva hasta el Refugi Racó de Zamorano y su área recretiva.
REFUGIO Y ÁREA RECREATIVA
En este hermoso rincón hay una senda que me conduce a la Font del Molí Mató y su área recreativa.
FONT DEL MOLÍ MATÓ
Otro bello lugar donde el agua y la vegetación lo convierten en un paraje único.
ÁREA RECREATIVAÁREA RECREATIVA
Ahora le estrecha senda (PR-CV370 y GR330) continua en dirección oeste, durante aproximadamente unos 2’4k y por entre abundante arboleda, para dirigirme a la pista asfaltada, el llamado Carrer Serra de Mariola.
En este tramo de mi itinerario ya he pasado del término municipal de Agres al de Alfafara.
Después de 400 metros se presenta una bifurcación, tomo el ramal de la izquierda que da acceso, 300 metros en dirección sur, a la Bassa de la Cova de la Font y, 400 metros de ascenso más tarde, al Racó de la Font Penya del Xorro.
CARRER SERRA DE MARIOLABASSA DE LA COVABASSA DE LA COVARACÓ DE LA FONT……DE LA PENYA DEL XORRO
Retrocedo unos metros para incorporarme a una senda/pista, en dirección oeste, que me lleva a la Font del Tarragó, su área recreativa y su albergue.
ÁREA RECREATIVAFONT DEL TARRAGÓALBERGUE
Por el Carrer Salvador se desciende y se accede a la población de Alfafara, pasando por la Ermita del Cristo de la Piedad se llega a la Plaza de la Constitución. Desde aquí, por el Carrer de la Mateta y el Carrer Santa Cecilia, llego a la Plaça de la Font y accedo a la Esglesia Parroquia de la Transfiguración del Señor.
CARRER SALVADORERMITA DEL CRISTO DE LA PIEDADPLAZA DE LA CONSTITUCIÓNFONT DEL CARRER MATETAPLAZA DE LA FONTPARROQUIA DE LA TRANSFIGURACIÓN
Vuelvo a la Plaça de la Font y tomo el Carrer de la Serra de Mariola, que me hace salir del municipio por entre fincas y campos de cultivo.
FONT DEL TRAMPANOTORRE ATALAYA DE LA ALCUDIAFONT DE BONELL
Esta pista es la que me lleva directamente, en dirección este y durante unos 4 kilómetros, a Agres, pasando por la Font del Trampano , la Torre Atalaya de la Alcudia y la Font de Bonell (a la entrada del municipio).
Llegada al pueblo y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: cerca de 12 kilómetros.
Desnivel: sobre unos 460 metros
Dificultad: Moderada
Recomendable: Totalmente recomendable. Una mañana estupenda, fresca y agradable, paisajes de ensueño en esta ladera norte de la Sierra de Mariola.
Para hoy, nada del otro mundo, una caminata por una de las sierras que más he pateado, bastante sencilla y cómoda; el objetivo es pasar una mañana en plena naturaleza y despejar la mente.
He dejado el auto a la sombra del Mas de Sant Ignasi, muy cerca del puerto de montaña de La Carrasqueta, y, desde aquí, he comenzado el itinerario por los alrededores de la Serra del Quartell.
MAS DE SANT IGNASIMASET DE BROSSA
El día se presenta muy primaveral (claros y nubes, temperatura agradable y posibilidad de, al menos, llovizna) y yo comienzo mi recorrido, en dirección oeste/suroeste, por el llamado ‘Camí de Vivens’, una pista que pasa, entre otros puntos, por los alrededores del Maset de Brossa y por delante de la Casa de Miralles y del Mas de Don Francisco.
CASA DE MIRALLESCASA DE MIRALLES
Ahora la pista me lleva hasta el Barranc del Trisinal y el Puntal de los Quemados; todo ello con la visión panorámica de la Penya Migjorn, sierra de la Llibrería, el Alt de la Martina, sierra de la Penya Roja, etc…
MAS DE DON FRANCISCOMAS DE DON FRANCISCOBARRANC DEL TRISINALPUNTAL DE LOS QUEMADOS
En el kilómetro 4’4 dejo el ‘Camí de Vivens’ y tomo una pequeña trocha, a mano derecha, que me conduce, en dirección norte/noreste, pasando por Penya Pina, al Camino de la Umbría de la Sierra del Quartell.
Esta senda me lleva, en importante ascenso y durante unos 2 kilómetros, al cruce de caminos con la PR-CV128, el Camí Vell de la Torre de les Maçanes y el Refugio dels Esbarzerets. Tomo la opción del refugio, que será también la senda que me lleve al vértice geodésico.
Una breve pausa junto al refugio para beber y comer algo y… sigo mi camino en dirección al Cabeç del Corbó y el Vértice Carrasqueta (con sus 1205 msnm).
REFUGIO DELS ESBARZERETS
Las ya clásicas fotos en la cumbre y comienzo ahora el regreso al punto de inicio de esta caminata.
VÉRTICE CARRASQUETA 1205 METROS S.N.M.
Retrocedo por la misma senda hasta llegar nuevamente al Refugio dels Esbarzerets y, en el cruce de caminos, tomo la senda de la izquierda, el Camí Vell de la Torre de les Maçanes.
Este sendero desemboca en la pista del comienzo de mi ruta, el Camino de Vivens, y en aproximadamente 1’5 kilómetros me lleva al Mas de Sant Ignasi. Ya estoy junto a mi coche pero, antes, hago una visita al pozo, al aljibe, al corral y al nevero de esta finca, después me dirijo al vehículo.
Regreso a Alicante.
MAS DE SANT IGNASIPOZOPOZOALJIBEMAS DE SANT IGNASICORRALNEVEROCORRAL/ALMACÉN
Valoración: 2**
Distancia: 11 kilómetros.
Desnivel: 300 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable: Sin duda, muy recomendable. Una caminata muy entretenida, en una mañana típicamente primaveral.
Para este miércoles, la caminata elegida comienza en la población valenciana de Carrícola y tendrá un recorrido por la ladera noroeste de la Sierra de Benicadell.
En las inmediaciones del municipio, Jesús, Reme, Pedro y yo, hemos aparcado el auto y nos hemos dirigido, por la calle del Trinquet hasta la Ermita del Cristo del Calvario.
La Ermita del Cristo del Calvario, está situada a los pies del castillo de Carrícola, presidiendo la parte alta del pueblo. La subida al calvario, sombreada por cipreses, viene conformada por el conjunto de catorce casetas o capillas que representan la pasión con baldosas valencianos. Es una construcción pequeña con una estructura sencilla hecha de mampostería y cubierta con tejado a dos vertientes de tejas árabes. El interior abre una hornacina donde se sitúa la imagen de Cristo del Calvario, una escultura de madera policromada, posiblemente del siglo XIX, que representa a Jesucristo crucificado.
Desde la ermita tomamos la estrecha senda que, por el Barranc del Castell, asciende hasta la fortaleza de Carrícola.
Curiosamente en este sendero se pueden admirar diferentes obras de arte que hacen muy amena esta ‘importante’ subida.
Llegamos hasta el castillo y hacemos una breve parada para el refresco; el día es bastante caluroso.
El Castellet de Carrícola o Castillo de Carrícola, está construido sobre una roca en el Paraje Natural Protegido la Ombría del Benicadell, dentro de la sierra homónima, pertenece al término municipal de El Palomar, en la comarca valenciana del Valle de Albaida. Está declarado Bien de interés cultural, el 6 de octubre de 2000.
Este Castillo recibe su nombre por estar junto al pueblo de Carrícola. Forma parte de la línea defensiva de castillos que se dispersan en la sierra de Benicadell, y que controlaban el paso hacia Alicante por Salem, Albaida y Carrícola. Estas fortificaciones estaban ancladas en las laderas de las montañas o en la cima de los montes más bajos, y normalmente eran de planta irregular, ya que tenían que adaptarse al terreno. La técnica utilizada para su construcción, es de encofrados de mortero duro (mampostería y argamasa). Puede datarse entre los siglos X y XII. Hay autores que aproximan la fecha de su construcción entre los años 1249-1257, bajo el periodo almohade, lo cual se ve reforzado por conservar características típicas islámicas para este tipo de fortalezas, en forma de torre vigía. El castillo, con el paso de los años, tuvo diversos propietarios, hasta que finalmente, quedó vinculada a la baronía de Albaida. A partir de este momento, comienza la decadencia de la fortaleza al perder progresivamente sus funciones, hasta quedar totalmente abandonada.
Seguimos ascendiendo y llegamos hasta la Font de Melero.
Aún nos queda, después de la fuente, otra importante subida, ésta por sendero serpenteante, hasta llegar a la Pista de la Umbría del Benicadell.
Cruzamos esta pista forestal y nos incorporamos al camino que se dirige al Corral de Diego, pasando antes por el Corral de Penalba.
Aquí hacemos un pequeño desvío, a mano izquierda para visitar el Nevero de Penalba.
Retornamos al camino y nos encaminamos, ahora sí, al Corral y el Nevero de Diego.
En este cruce de sendas tomamos la de la izquierda que nos va a acercar a la Creu, en la pista forestal de la umbría, y al área recreativa de la Font Freda y su mirador.
Desde el mirador, descendemos, por senda zigzagueante, para llegar a la pista de la Font de Melero.
800 metros después nos desviamos, por camino a mano derecha y entre campos de cultivo, para llegar a la carretera CV-615 y entrar a la población.
Apenas un pequeño recorrido por la calle principal de este pequeño pueblo y nos dirigimos al lugar donde dejamos aparcado el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: 11 kilómetros.
Desnivel: 455 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto, Ha sido una caminata novedosa con un montón de puntos interesantísimos. Sin duda lo más top, la compañía.
CARRÍCOLA
Municipio valenciano perteneciente a la comarca de La Vall d’Albaida, situado al sur del valle, en la vertiente noroeste de la sierra de Benicadell.
Tiene su origen en una alquería musulmana que, después de la conquista, el rey Jaime I cedió, junto con la torre de El Castellet (actualmente pertenece al término de Palomar) a Berenguela Alonso en 1270. En 1273.
Su principal actividad económica está basada en la agricultura (principalmente de secano; almendros, algarrobos, olivos, et…), siendo, en la comarca, pionera en la introducción de la agricultura ecológica.
En este luminoso lunes de mayo, entre que he tenido que sacar de la chistera una ruta ya conocida (he ido sin gps) y que, al salir a la calle, he estado casi media hora intentando recordar dónde había dejado el coche aparcado (madre mía, esas cabezas!!!… jejejeje), ya he comenzado la jornada un poco del revés.
Me he dirigido a la serranía de Agullent (Valencia) para hacer un recorrido por algunas de sus pistas, sendas y caminos.
Comienzo dejando el auto en el parking de la Casa del Guarda Forestal, en la vertiente oeste de la sierra, muy cerca de la autovía y del puerto de montaña de Albaida.
Sigo la pista, llamada ‘Camino a la Font’ o ‘Camino del Alba’ que en dirección oeste se dirige hasta la Font del Patge.
En este primer tramo, paso de largo por la entrada al Albergue de Don Bosco, teniendo, al fondo, las ruinas del Castell Vell d’Albaida.
MONTE REAL CON LAS RUINAS DEL CASTELL D’ALBAIDA EN LA PARTE SUPERIOR
El Castell Vell se sitúa en una colina, conocida como Monte Real en los siglos XV, XVI y XVII, al sur del núcleo urbano de la población de Albaida, en una situación muy estratégica para dominar la zona. Está catalogado como Bien de Interés Cultural.
Originalmente fue una fortaleza ibérica, estando ocupada de forma ininterrumpida a lo largo de los siglos; pero los elementos que han llegado a la actualidad son de época musulmana. Tuvo que constituir un importante núcleo fortificado andalusí, centro militar de todo el área. El castillo fue expoliado poco después de su abandono, utilizándose más tarde como cantera de piedra y otros materiales constructivos, lo que hizo que los restos que han llegado hasta nosotros sean muy escasos, aunque pueden distinguirse pedazos de la muralla, dos aljibes y varias bases de torres cuadradas. El material utilizado para la construcción fue mampostería con argamasa, a nivel arqueológico se han detectado elementos íberos y prerromanos.
FONTETA DEL PATGE
Llego, al final de la pista, a la Fonteta del Patge.
El nombre de esta fuente nada tiene que ver con lo que podría deducirse, no significa ‘fuente del paje’. Su nombre proviene del romano ‘pace’ (o sea, paz) y con su posterior arabización, quedó como ‘patxe’. Más tarde se valencianizó, llegando a ‘patge’. Realmente nos encontramos ante la Fuente de la Paz.
Después de una breve pausa continúo hacia el oeste.
AL FONDO, LA POBLACIÓN DE AGULLENT
La pista ahora cambia de nombre y se llama ‘Camino del Torrater’. Sigo por ella unos 500 metros hasta llegar a una pequeña senda, a mano izquierda, el ‘Camí Vell d’Ontinyent a Agres’, que me conducirá, en un suave ascenso zigzagueante, hasta la ‘Foieta dels Carros’.
LA FOIETA DELS CARROSVISTA DE LA VALL D’ALBAIDAALGUIEN ME DIJO…‘SÓLO PONES…ÁRBOLES, ÁRBOLES…Y MÁS ÁRBOLES’Y YO CONTESTO: ‘PUES MENOS MAL QUE AÚN QUEDAN ÁRBOLES’
Al llegar a este cruce, tomo el camino de la izquierda (dirección este) que, ahora ya, en una subida mucho más suave, me lleva hasta el ‘Collado de Santa Ana’, teniendo frente a mi la sierra del Benicadell y una de las cumbres de esta sierra (de Agullent), la que tiene ‘La Creu’ y el ‘Alto y vértice’ de la ‘Covalta’.
LA SIERRA DE MARIOLA Y LA POBLACIÓN DE AGRES EN SU LADERA
Desde el ‘Collado de Santa Ana’ se puede contemplar tanto la ‘Vall d’Albaida’, por el lado valenciano, como la sierra de Mariola y las poblaciones de Agres y Alfafara, por el margen alicantino.
En el collado tomo una vereda, a mano izquierda, ‘Senda dels Enginyers’, que me conduce al desvío para subir hasta la Covalta.
No tomo dicho desvío, sigo descendiendo hasta el ‘Camino de la Umbría’, tramo final de esta caminata.
Ya tan sólo tengo que seguir la pista que me acerca hasta ‘la Casa del Guarda Forestal’ y… al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: Algo más de 9 kilómetros.
Desnivel: Unos 300 metros (+/-)
Dificultad: Fácil
Recomendable: Claro que sí, ésta es una sierra que conozco bastante bien, me resulta cómoda y, para haberme decidido por ella en el último momento, creo que ha merecido la pena.
Ya que el grupo, por diferentes circunstancias, no está en su totalidad, la caminata prevista para hoy se ha pospuesto a la semana que viene; en su lugar he optado por una ruta alternativa.
Jesús, Reme, Pedro y yo, nos hemos dirigido a las afueras de la población de Ibi a fin de iniciar un recorrido por la ladera suroeste de la Sierra del Menejador donde se extiende el Parque Natural del Carrascal de la Font Roja.
Dejamos el auto en un margen de la carretera, al final de la avenida Joaquín Vilanova, en Ibi. Desde este punto, saliendo del pueblo y caminando por la CV-801 tan sólo 100 metros, tomamos un desvío, por una pequeña senda a mano derecha, que nos conduce a la zona de casas de campo en los alrededores de la Penya del Grau donde nos incorporamos a la PR-CV26.
Siguiendo esta PR, dirección norte y con una fuerte subida, pasamos por la zona del Descansador, entre los barrancos de Les Cirers y el de Les Raboses.
Aprovechamos los descansos para tomar aire y disfrutar de las fabulosas panorámicas que nos ofrece la Foia de Castalla y las sierras de los alrededores (entre ellas el Maigmó, jejeje).
A 1,8 kilómetros llegamos al Mas de Foiaderetes, una masía en ruinas muy significativa en esta parte de la sierra, situada en un cruce de caminos.
Nosotros continuamos en línea recta, como si fuéramos a subir al Mas de Tetuán, y a unos pocos metros salimos de la pista, por la izquierda, entrando en una estrecha vereda que nos conduce al Barranc de la Camarera y a la PR-CV127.
Atravesamos el barranco por entre varias pequeñas sendas, caminando hacia el este, en paralelo a una pista a nivel superior por donde pasa la GR7 y en la que se encuentra el Pou de Neu del Barber.
Llegamos ahora, en dirección sur, a la altura del Mas de Santa María y sus grandes campos de cultivo para acceder a la pista que da entrada al Barranco dels Molins.
El recorrido, en esta parte de la caminata, es bastante sencillo; sólo hay que seguir la senda que desciende suavemente por entra las fincas y antiguos molinos.
Como a la mitad del barranco se encuentra el Área recreativa y el refugio del Racó d’Almara.
Una pequeña parada bajo las refrescantes sombras de los árboles y… seguimos nuestro recorrido.
Unos cientos de metros después tenemos el gran depósito de la Font de Santa María que libera su potente chorro para ser canalizado a través de acequias a fin de regar los campos de cultivo.
Junto a estas primeras acequias se encuentra la llamada Trompa de Elefante, una curiosa formación rocosa que invita a imaginar la cabeza del paquidermo.
Seguimos descendiendo y encontramos los restos de uno de los molinos.
Circulamos entre el sonido de las aguas hasta llegar al Molino de la Tía Roseta.
Más tarde, el sendero nos lleva hasta el Molino de la Llapissera y al comienzo del barranco.
Accedemos a la CV-801, unos 500 metros de carretera hasta llegar al vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: 9 kilómetrosaprox.
Desnivel: 361 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable:Absolutamente recomendable. Buenos paisajes, un día estupendo y, todo ello, con una gran compañía.
Para este dos de mayo tengo preparada una caminata en solitario que no es ninguna novedad; una ruta que ya he hecho un montón de veces.
Desde la Replana del Pino, donde dejo aparcado el coche, haré un recorrido por estas pistas y caminos del Paisaje Protegido de la Sierra del Maigmó y la Sierra del Sit.
Aparco el auto en la replana y me dirijo hasta el collado del Portell de Catí. En este cruce de caminos tomo la pista ascendente de la izquierda (PR-CV85) que me lleva, 500 metros después y por la Sierra del Carrascalet, a la senda del Pou de Neu y al Alt del mismo nombre (1245 msnm).
POU DE NEU DEL CARRASCALETALT DEL CARRASCALET (1245 METROS)
Desciendo, por la misma pista, esta serranía y me encuentro una planicie con campos de cultivo que, en un desvío por senda a mano derecha, me conduce hasta la Cova de Mossén Francés.
Desde esta atalaya, las vistas del valle de Catí y las sierras que lo rodean son verdaderamente especiales.
Según cuenta una leyenda popular, esta cueva fue descubierta por un cazador que, ayudado por explosivos, quiso que el hurón que llevaba para cazar saliera de una madriguera en la que se había escondido. La detonación dejó al descubierto dicha gruta que, desde entonces, serviría como refugio de pastores.
COVA MOSSÉN FRANCÉSCOVA MOSSÉN FRANCÉSSIERRA DEL CID (ENTRE OTRAS) DESDE LA CUEVA
Retrocedo y vuelvo a la pista inicial, desciendo hasta llegar al collado que hace que me incorpore, a mano izquierda, a la PR-CV31. En este punto, y durante 1’4 kilómetros, comienza un ascenso, entre suave y moderado, que me acerca hasta un cruce, un balcón natural, en plena Sierra del Maigmó, donde se pueden observar unas vistas espectaculares; en días despejados se puede contemplar la ciudad de Alicante y el Mediterráneo e incluso la isla de Tabarca.
En este cruce tomo la senda que, a mano derecha y durante unos 200 metros, me lleva en fuerte ascenso hasta el destino final de mi caminata, el Alt de Guisop.
VISTAS DESDE LA LADERA SUR DE LA SIERRA, LÁSTIMA QUE NO SE APRECIE LA COSTA POR LA BRUMA.
Esta es una de las cuatro cumbres principales de esta Sierra, Maigmó (1296m), Maigmonet (1182m), Antenas de Pedro Payá (1196m) y el Alt de Guisop (1249m).
ALT DE GUISOP(1249m)
Comienzo el regreso al punto de partida, tan sólo tengo que deshacer mis pasos por la PR-CV31 hasta el collado que encontré después de la Cova de Mossén Francés (Sierra del Carrascalet); lo que antes fue subida ahora es descenso (y viceversa).
AL FONDO EL MAIGMÓ (1296m)
A la llegada al cruce del collado, tomo la pista que continúa hacia el norte (PR-CV85), rodea esta serranía y me hace llegar por el camino de la umbría a la Replana del Pino y… al auto.
Vuelvo a casa.
Valoración: 3***
Distancia: cerca de 10 kilómetros
Desnivel: 340 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto. Es una ruta que he realizado en multitud de ocasiones, en solitario o en compañía, y, en cualquiera de los casos, siempre me ha parecido muy agradable.
Para este último jueves del mes, Pedro, Reme, Paco, Jesús y yo, nos hemos dirigido, desde la A7 hasta Cocentaina, Benilloba, Gorga y Balones para llegar a Benimassot, donde hemos elegido una caminata que, partiendo de esta última población, nos llevará a recorrer distintos puntos de interés de esta parte de la sierra.
FONT DEL RAVALLAVADERO DEL RAVALEL TÚNELEL TÚNEL
Benimassot.
Esta pequeña población, pegada a la falda meridional de la Sierra de la Almudaina, está situada en la valle de Seta y es conocida como ‘el balcón de la Serrella’, por su privilegiada situación paisajística. El término, de 9,5 km², ofrece interesantes excursiones: las formaciones rocosas como el Tossal Blanc, el Penyal de Cantacuc, les Covetes Roges (arte rupestre). El casco urbano, al que se accede a través de un túnel, mantiene las típicas calles empinadas y con los balcones llenos de macetas con flores.
Aparcamos el coche a la entrada del pueblo y nos encaminamos, por la calle Raval y la avenida del Pont, al centro urbano, pasamos por el Túnel y llegamos a la plaza Mayor, en la que se encuentra el ayuntamiento y la Parroquia católica de la Purísima Concepción, construida en el siglo XVII.
CALLE VALL DE SETAIGLESIA DE LA PURÍSIMAAYUNTAMIENTOFUENTE
Salimos de Benimassot por la calle Camí la Font y nos dirigimos hasta la Font de Baix y uno de los lavaderos públicos del pueblo.
LAVADERO DE LA FUENTE DE BAIXFUENTE DE BAIX
Seguimos por la pista, en dirección suroeste y, a pocos metros, en un cruce, tomamos el camino de la derecha, hacia el norte, que nos conduce a otra de las fuentes y su lavadero, el de Perelló.
FUENTE Y LAVADERO DE PERELLOFUENTE Y LAVADERO DE PERELLÓ
La misma pista, ahora en dirección este, nos hace pasar por la zona llamada El Freginal y nos acerca hasta el Corral de la Peña, situado en el barranco homónimo.
CORRAL DE LA PEÑACORRAL DE LA PEÑA
Comienza, en este punto, una estrecha vereda, la senda morisca, que sigue en ascenso el barranco y nos lleva, en dirección norte, a otro de los corrales de nuestro recorrido, el Corral del Ferrer Roig.
También por esta parte de nuestra caminata se pueden contemplar en las laderas de la sierra los efectos de un pasado incendio, algo que le resta belleza al paisaje y nos da mucho coraje.
CORRAL DEL FERRER ROIG
Obviamos el cruce de caminos que hay en este corral y seguimos en línea recta por la misma angosta vereda, caminamos en dirección noreste, entre laderas peladas y árboles chamuscados, hasta incorporarnos a una pista cementada desde la que podemos contemplar el Corral dels Estanquers, la Font del Frau y su área recreativa, con los alrededores carbonizados; sólo se han salvado algunos campos con cerezos y manzanos.
CORRAL DELS ESTANQUERSAL FONDO, FONT DE FRAU
A partir de ahora la ruta, entre el tremendo calor de la mañana y la dureza del asfalto, se nos hace excesivamente dura; y así va a ser hasta finalizar esta caminata.
Seguimos por la misma pista cementada y, durante cerca de 2 kilómetros en dirección oeste, llegamoshasta el Corral de Seguí, que lo podemos contemplar al fondo, en el margen derecho de la carretera.
CORRAL DE SEGUÍ
Seguimos por la misma pista y, 200 metros después, nos desviamos por senda, a mano derecha, para intentar encontrar Les Covetes Roges (Se trata de un abrigo de 4 metros de largo por 3 de profundidad donde hay representados varios plafones macro esquemáticos).
Llegamos, incluso, a salirnos de la senda, caminamos campo a través y damos por finalizada la búsqueda sin éxito.
Volvemos, de nuevo, al camino inicial y aproximadamente en el kilómetro 8’3 de nuestra caminata, cuando estamos ya hasta los mismos cojo… de tanto asfalto, nos damos casi de frente con el despoblado morisco de la Torreta.
Un kilómetro más por la misma pista, pasamos de nuevo por el lavadero y la Font de Baix y entramos en el pueblo, ahora por el Camí de la Font, pasamos por la plaza Mayor, El Túnel, y salimos de Benimassot por la avenida del Pont y la calle del Raval hasta llegar al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Distancia: 10’10 kilómetros
Desnivel: 298 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable: Simplemente recomendable. Ha sido una ruta bastante complicada por el calor y el asfalto, sin lugar a dudas lo mejor ha estado en los primeros 3 kilómetros, por veredas y sendas, y, por supuesto, la compañía.
En esta maravillosa mañana, Reme, Pedro, Jesús, Paco, Andrés y yo, vamos a partir desde el puerto marino de Santa Pola para realizar una travesía en Ferry hasta Tabarca y, en ella, efectuar un recorrido por la isla, por la población, visitando sus numerosos puntos de interés, disfrutando de sus playas y su gastronomía.
Isla a la vista!!! Allí enfrente se encuentra Tabarca.
Llegamos al puerto de la Caleta, nuestro ferry atraca y… nos disponemos a iniciar nuestra ruta por el islote.
Nos esperan casi todos los santos en este pequeño espacio de tierra:
Recomendable: Sin ninguna duda. Debo decir que yo no había visitado jamás esta isla y me ha encantado. He tardado más de 65 años en llegar a ella. El día increíble, Tabarca fabulosa y la compañía una pasada.
Hay que considerar el día de hoy más que una jornada senderista, una reunión de amigos.
El pequeño archipiélago de Tabarca se encuentra formado por una isla principal denominada Plana, de Santa Pola o Nueva Tabarca, de forma alargada (1.800 m de longitud por una anchura máxima de 400 m, lo que conforman sus 30 Ha. aproximadamante de terreno) y orientación NO-SE, con un estrechamiento en su tercio oeste. Su relieve es plano, con un desnivel máximo de 15 m con respecto al nivel del mar. En la parte occidental alberga un pequeño pueblo amurallado, el de San Pedro y San Pablo. Completan dicho archipiélago, los islotes de La Cantera, de La Galera y de La Nao, junto a numerosos escollos (Negre, Roig, Cap del moro, Sabata o Naveta).
Se halla situado a unas tres millas al Sur-Este del Cabo de Santa Pola y a unas 8 millas de la ciudad de Alicante, término municipal al que pertenece. Se encuentra a escasas 3 millas náuticas al sureste de aquel y a 10 al sur de la franja marítima de la ciudad de Alicante.
La línea de la costa es recortada, formada por pequeños acantilados de escasos metros de altura, con playas de cantos rodados en su base. La única playa de arena se encuentra en la zona del istmo.
El clima es mediterráneo seco, con una temperatura media anual de 17 ºC, máximas de 35ºC en Agosto y mínimas de 5ºC en Enero. Las precipitaciones son muy irregulares a lo largo del año, no superando los 300 mm/año. Los vientos dominantes en primavera-verano son el Levante y el Lebeche; mientras que durante otoño-invierno predominan los vientos del primer y cuarto cuadrante (Norte, Maestral y Poniente ).
Declarada como Conjunto Histórico-Artístico en el año 1964, y Reserva Marina en 1986, la Isla de Nueva Tabarca cuenta con una serie bienes culturales y naturales que la hacen convertirse en un enigmático enclave patrimonial del máximo interés:
Por un lado, la ciudadela amurallada en tiempos de Carlos III, cuyos primeros pobladores, quienes colonizaron definitivamente esta insula, fueron gentes de origen genovés rescatadas por la corona española del cautiverio argelino en el último tercio del siglo XVIII, y cuya procedencia hay buscarla en la homónima Isla de Tabarka, frente a las costas de Túnez.
Por otro, la que fuera primera Reserva Marina de España, y que en años posteriores ha servido como modelo de declaración, desarrollo y gestión para nuevos proyectos nacionales e internacionales de espacios marinos protegidos.
De la misma forma, y gracias a la intensa relación que esta población ha mantenido desde sus origenes con el medio natural de cara a su supervivencia, en Nueva Tabarca se encuentran numerosas huellas de un importante patrimonio etnográfico, que se debe conocer y conservar.
HISTORIA
De los antiguos asentamientos en la isla tenemos conocimiento a través de los estudios realizados por el padre Belda (1958,1.980) en los que se habla de la existencia de un poblado y una necrópolis de inhumación romanos en la zona de la Almadraba, así como, de los hallazgos de pecios con ánforas romanas en las aguas circundantes a la isla.
En la Edad Media (1.337) el Consejo de Elche, de quien dependía entonces la isla, obtuvo permiso para edificar una torre defensiva para guardar la costa ya que ésta se hallaba bajo constante amenaza debido a la presencia de piratas cuya base de operaciones se encontraba en la isla. A finales del siglo XVIII la corona española define su política respecto al norte de África y una de sus consecuencias es la decisión de fortificar la isla. En 1.760 se inician ya algunas obras y entre 1.766 y 1.775 el ingeniero militar Fernando Méndez Ras, por encargo del rey Carlos III, lleva a cabo su proyecto de construcción de una ciudad fortificada en la isla que es un compendio de ideas urbanísticas del Renacimiento y principios de la Ilustración. Aunque no se llegaron a construir todos los edificios y elementos que propuso, la ciudad fue fortificada con murallas, baterías, castillo y baluartes y, así mismo, fue dotada de viviendas, cuarteles, caballerizas, bóvedas subterráneas, iglesia, casa para el Gobernador, lavadero con cisternas para la recogida de aguas pluviales, almacén para el esparto, tahona, horno para cocer el pan y otros para la cal y el yeso, además de varadero.
CARLOS IIILA CASA DEL GOBERNADOR
Coincide en el tiempo (1.768) el rescate de 69 familias de origen genovés que habían sido hechas prisioneras por el rey de Argel al conquistar éste la isla tunecina de Tabarka donde vivían y se dedicaban a la pesca de coral rojo. Esta isla está situada frente a las costas de Tunez, pertenecía a la República de Génova y fue sucesivamente conquistada por Túnez (1.741) y por Argelia (1.756). Gracias a las gestiones de fray Juan de la Virgen ante el rey Carlos III los genoveses fueron liberados (1.768) y conducidos a Alicante donde fueron alojados temporalmente en el colegio de la Compañía de Jesús hasta que fueron trasladados definitivamente a la isla de Tabarca (1770) ocupando las viviendas promovidas para su alojamiento por el conde de Aranda ante el rey Carlos III. Es en este momento cuando la isla pasa a llamarse de Nueva Tabarca.
Junto a los nuevos habitantes se destinó a la isla un destacamento militar que aseguraba la defensa frente a cualquier incursión marina. La base económica de estas familias fue principalmente la pesca artesanal y secundariamente los servicios de apoyo al destacamento militar, que completaban sus escasos ingresos.
Con el transcurso del tiempo la isla fue perdiendo su carácter de plaza fuerte. El gobernador y la guarnición fueron retirados en 1.850. A finales del siglo XIX la isla contaba con alrededor de mil habitantes dedicados mayoritariamente a la pesca. En la actualidad hay una población permanente en invierno de unas 50 personas, multiplicándose por diez la población permanente en época estival. En estos mismos meses la población de visitantes diaria es de unas 3.000 personas en los meses de máxima afluencia. Las principales actividades en la isla son la pesca y el turismo. La flota pesquera se compone de una quincena de embarcaciones, con tripulaciones de 2 ó 3 personas, con su base principalmente en Santa Pola o en Alicante, aunque algunas pertenecen a la Cofradía de pescadores de Tabarca. La actividad turística se produce, fundamentalmente, entre los meses de Abril a Octubre.
PATRIMONIO ARTÍSTICO
El conjunto del archipiélago de Tabarca reúne una serie de condiciones que le hacen merecedor de un especial interés, por un lado sus características geológicas, biológicas y ecológicas, su aislamiento y su estado de conservación, que propician la existencia de ecosistemas terrestres y marinos muy interesantes; y por el otro, su condición de conjunto urbano fortificado, uno de los escasos ejemplos actuales de arquitectura militar en el litoral español y la existencia de abundantes yacimientos arqueológicos. En base a estas condiciones la isla fue declarada conjunto histórico-artístico con fecha 27 de Agosto de 1.964.
Los materiales para la construcción de la ciudad fortificada fueron extraídos del islote denominado por ello La Cantera, que está situado en el lado oeste de la isla.
La superficie urbana queda delimitada por unas murallas cuyo trazado se ajusta en su mayor parte a la línea de la costa. Tres puertas dan entrada al pueblo: una situada al norte de la isla la denominada de tierra, de Alicante o de San Miguel; y otras dos, denominada de Levante o de San Rafael la que está situada al este de la isla, y de la Trencada o de San Gabriel la que se encuentra al oeste, siendo ambas puertas de estilo dórico con pilastras.
La ciudad es de trama ortogonal. Dos ejes principales estructuran la planta urbana. El más largo con orientación este-oeste une la puerta de San Rafael y la de San Gabriel . Este eje pasa, así mismo, por tres plazas de diferentes superficies; dos están situadas junto a las puertas mencionadas y la tercera la más grande, denominada la Carolina, más centrada y de planta cuadrada . El eje transversal, de orientación norte-sur enlaza la Casa del Gobernador y la iglesia y confluye con el eje longitudinal en la plaza grande.
La iglesia dedicada a San Pedro y San Pablo es de planta rectangular y nave única subdividida en cuatro tramos y con capillas laterales entre contrafuertes y presbiterio de planta curvilínea.
La Casa del Gobernador, en origen destinada a albergar el Ayuntamiento fue finalmente ocupada por el destacamento militar. Está compuesta de un cuerpo principal de dos plantas y en la fachada norte tiene adosadas dos alas cada una con dos plantas que dejan un patio entre ambas abierto a la fachada.
Próxima a la puerta de San Miguel se encuentra el Cuerpo de Guardia, una edificación que tiene planta rectangular y consta de tres dependencias y un porche delantero.
Fuera ya de las murallas y en la zona denominada Campo, al este del pueblo, se encuentra la torre defensiva de San José que es un edificio tronco-piramidal de base cuadrada con tres plantas, proyectada por Baltasar Ricoud (1.789), utilizada en el siglo XIX como prisión del Estado.
En el extremo oriental de la isla se encuentra el faro, proyectada por Juan Laurenti (1.854), es de planta cuadrada, en cuyo centro se eleva la torre prismática de la linterna de señales luminosas, el conjunto es de estilo academicista.
Para este viernes, últimos coletazos de las fiestas de Pascua, he seleccionado una ruta, entre el paseo urbano y la caminata por la sierra, que me ha parecido, cuando menos, interesante.
Me he dirigido hasta la población valenciana de Adzaneta de Albaida para comenzar un recorrido por sus calles y rincones, su ruta de los Lavaderos y alguno de los senderos de la ladera noroeste de la Sierra del Benicadell (entre los términos de Albaida y Adzaneta).
Adzaneta de Albaida (Adzeneta d’Albaida, en valenciano) es una localidad y municipio situado en la parte centro-sur de la comarca del Valle de Albaida, en las estribaciones de la Sierra del Benicadell, en la provincia de Valencia.
Aunque en el término municipal se han encontrado yacimientos de la Edad del Bronce, ibéricos y romanos el origen del actual núcleo de población es una alquería de origen árabe documentada en el Llibre del Repartiment de Valencia donde figura como: «Açenet» palabra bereber que corresponde con el nombre de una tribu de la zona de Cabilia en Argelia. Dependería, con otras alquerías de la zona del cauce alto del río Albaida (algunas ya desaparecidas que han dado nombre a algunas partidas del término municipal como «Betilla») del distrito de Albaida. Fue conquistada por las tropas de Jaime I como el resto de la zona por rendirse el «alcaid» a cambio de mantener las rentas de unos molinos de época musulmana que aún se conservan situados en la Acequia del Puerto, entre Adzaneta y el Castillo Viejo de Albaida (en término municipal de Albaida), tal y como figura en el Llibre del Repartiment. Estas tierras pasaron a la propiedad de Jaume de Milán, primer conde de Albaida, en 1477. Desde entonces perteneció al marquesado de Albaida, como fue denominado desde 1604, hasta que en 1787 fue declarada baronía independiente.
Comienzo dejando el auto en la Calle Bélgida, llego hasta la avenida de Palomar y sigo, hacia el sur, pasando por el Lavadero Municipal (punto 0 de la Ruta dels Llavadors). Caminando por la calle de las Ánimas y el paseo de la Acequia del Puerto continúa este recorrido por los lavaderos de Adzaneta.
Continúo ahora accediendo a laPlaza del Calvario para llegar hasta la Ermita del Santísimo Cristo de la Fe.
Salgo de la localidad por la calle de Adzaneta del Maestrat y la calle Pastors.
Tomo la senda en ascenso que me lleva por entre un par de canteras hasta llegar, por estrecha vereda, a la fuente de San Luis Beltrán.
En una próxima bifurcación, tomo una angosta vereda, a mano derecha, que me acerca hasta los Alcavons del Torrente y al Molí de d’Alt; algo que resulta prácticamente imposible, ya que la trocha junto a la acequia está repleta de vegetación y maleza y tengo que dar marcha atrás y acceder al molino por otra alternativa.
En el retroceso llego hasta un camino que me lleva, con las piernas llenas de arañazos, a la CV-6170
Continúo, por asfalto, en dirección sur, hasta llegar al Molí de Dalt y a la Casa Molino Martínez.
Después, por una senda cubierta de maleza y zarzas, llego al enrejado de las ruinas del Convento Monasterio de Santa Ana.Me cuelo por un hueco en la valla y… casi salgo de entre las ruinas, jejeje.
Por fin (debo confesar que me ha costado lo suyo) salgo al camino.Ahora, hacia el sur, entre campos de cultivo, me encuentro con una acequia que va en paralelo al cauce del río, sigo el canal hasta llegar al punto, bajo la autovía, que llaman el Nacimiento del Puerto de Albaida.
Sigo bajo la autovía hasta llegar a otro sendero, a mano izquierda que me llevará, esta vez con más comodidad, hasta las ruinas de la casa de los trabajadores del monasterio y a la CV-6170
Siguiendo la carretera me dirijo hasta la entrada del pueblo.
Entro en Adzaneta por la CV-615, la avenida de Albaida y la calle Alicante para llegar, en la calle de la Virgen de los Desamparados, a la Fuente de los 21 chorros.
Retrocedo, tomo la calle de San Roc, la del Bot y la plaza de la Iglesia, donde se encuentra la Real Parroquia de San Juan Bautista.
Ya sólo queda, por la calle de San Antonio, incorporarme a la de la Virgen de los Desamparados, pasar por delante del Ayuntamiento y, nuevamente, por el Lavadero Municipal llegar al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Distancia: 9 kilómetros (+/-)
Desnivel: 160 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto. Es una caminata bastante sencilla que combina lo urbano con un paseo por los campos del alrededor, todo ello lleno de historia y lugares de mucho interés.
Para esta luminosa mañana de abril, la ruta seleccionada nos ha llevado a recorrer algunos de los interesantes rincones que hay en los alrededores del municipio de Muro de Alcoy y el río Agres.
Hasta la calle Antonio Machado, junto a la avenida de Valencia, en Muro, frente al parque donde se encuentra el monumento al ‘tío Pep’, el personaje de la conocida canción, llegamos, Paco, Pedro, Reme y yo, aparcamos el coche e iniciamos nuestro periplo.
PLAZA DEL ‘TÍO PEP’ERMITA DE SAN ANTONIOSENDA ‘FONT DEL BALADRE’RÍO AGRESRÍO AGRES
Muro de Alcoy (Muro d’Alcoi, en valenciano).
Situado en el norte de la provincia de Alicante, en la depresión principal de los valles pre béticos de Alcoy, junto a las sierras de Mariola y Benicadell, pertenece a la comarca del Condado de Cocentainay su término municipal está integrado por las pedanías de Alquería Jordá, Benámer, Cela de Núñez y Turballos.
Nos dirigimos, desde el parque Tío Pep, en dirección oeste, hacia el cruce de carreteras en el que se encuentra la Ermita de San Antonio y, después, por vereda , a mano derecha, accedemos hasta el cauce del río Agres.
FUENTE DE LA CASETA DE SENABRE
Caminamos siguiendo el curso del río hasta llegar a un puente y cruce de caminos. En este punto, tomamos la pista de la izquierda, que nos conduce hasta la Fuente de la Caseta de Senabre, situada junto a una hermosa arboleda con mesas y bancos de piedra.
Ahora cogemos un camino asfaltado, entre casas de campo y terrenos de cultivo, que, en dirección norte, nos lleva a cruzar, por debajo, la autovía A7 y, por la llamada ‘vía pista’, llegar a otra de las fuentes de nuestra ruta, la Fuente de la Pinada, situada entre los barrancos del Rull y la Perla.
FUENTE DE LA PINADA
Desde aquí, por la misma pista, ahora en dirección noreste, accedemos a Turballos.
ENTRADA A TURBALLOSLAVADEROIGLESIA SAN FRANCISCO DE PAULA
Turballos.
Esta pequeña pedanía de Muro de Alcoy, se encuentra al pie de la sierra de Benicadell en un entorno único, rodeada de campos de cultivo y antiguas vías o caminos hoy reasfaltados.
De orígenes pre-islámicos, Turballos ha sufrido diferentes episodios de despoblación, uno de ellos en 1515 y otro en 1609 con la expulsión de los moriscos.
Con apenas unas cuantas calles empedradas que se recorren en unos minutos. Turballos es muy singular por su aspecto, ya que parece que los años no hayan pasando por ella, siendo visita obligada para todo aquel que se encuentre por los alrededores. Todo esto es fruto del esfuerzo de diversas familias que decidieron recuperar la zona y asentarse a finales de los años 70 junto con su impulsor, don Vicent Micó, el popular «Pare Vicent».
FUENTEPLAZA DE LA IGLESIA, CON SU TÍPICO VIEJO TOMANDO EL SOL
En la pequeña pedanía destaca, además de sus calles y casas, la iglesia de San Francisco de Paula, el lavadero y, a unos 200 metros al norte, la fuente del pueblo.
FUENTE DE TURBALLOSFUENTE DE TURBALLOS
Volvemos al núcleo y, por la calle del Forn y la del Ravalet, salimos de él volviendo a la pista que, en dirección sureste, nos acerca hasta la Font de la Carrasca.
FUENTE DE LA CARRASCAFUENTE DE LA CARRASCAFUENTE DE LA CARRASCACARRASCA CENTENARIA
Seguimos por senda y por pista asfaltada en la misma dirección, pasamos por encima de la autovía, y nos acercamos a Cela de Núñez.
Cela de Núñez (Setla de Nunyes, en valenciano).
Hasta finales del siglo XIX fue un municipio, posteriormente fue absorbido por Muro de Alcoy, siendo una pedanía.
Destacable la Iglesia de San Joaquín, la Parroquia de San Juan Bautista y su lavadero.
CELA DE NÚÑEZCELA DE NÚÑEZIGLESIA DE SAN JOAQUÍNPARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTAPLAZA DE LA IGLESIALAVADERO DE CELA DE NÚÑEZ
Salimos de la población por el Camí Vell de Setla (CV-705) hasta llegar, en dirección a Muro, al puente sobre el río Agres. Pasado el mismo nos desviamos, a mano derecha, por estrecha senda para caminar en paralelo y a contracorriente las aguas del afluente del Serpis.
RÍO AGRESRÍO AGRES
Un recorrido por un paraje de una hermosura extrema, abundante vegetación y acompañados por el relajante sonido de las aguas.
Llegamos, después de un par de puentes, al cruce con el que nos topamos al principio de este itinerario, dejamos el curso del río y nos dirigimos a Muro de Alcoy, entrando por las calles Duquesa de Almodóvar y Vicente Andrés Estellés hasta llegar a la avenida de Valencia, a la calle Antonio Machado y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: (+/-) 11 kilómetros
Desnivel: 190 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto, sin ninguna duda. Una mañana espléndida, unos parajes de gran belleza y una compañía de máxima categoría.
Extraño día, el de hoy, en el que no había, inicialmente, ningún plan de hacer caminata; sí, en cambio, tenía previstas otras actividades a nivel personal. Todas, finalmente, se han ido al traste (Vaya, por Dios, qué suerte tengo!!!).
Así que, en un pispás, anoche, a última hora, me di una vuelta por el oráculo del senderismo, o sea Wikiloc, y encontré una ruta que consideré apropiada para este miércoles abrileño.
Me dirijo a la carretera CV-705, la que conecta las poblaciones de Beniarrés y Salem, y, justo en la frontera entre las provincias de Alicante y Valencia, en el Coll del Raconet, aparco el auto y me dispongo a realizar una caminata por la parte valenciana, disfrutar del entorno y visitar algunos de los puntos de interés de esta atractiva zona.
Pocos metros de asfalto, en dirección norte, para incorporarme a una pista, a mano derecha, la llamada Camí del Corral de Poldo, que me conduce en suave ascenso hasta un primer cruce que lleva a la Caseta del Sastre.
Yo continúo por la pista y en un segundo cruce tomo la senda de la derecha para llegar, ahora con una subida un poco más exigente, a la Nevera del Paller.
EMBALSE DE BENIARRÉS (ALICANTE)
En el ascenso a este pozo de nieve se puede contemplar la parte alicantina de esta serranía y el Embalse de Beniarrés.
Los propietarios del nevero, nada más caer las nieves, contrataban braceros que se afanaban en recoger la nieve del entorno y prensarla en esta construcción.
El hielo resultante se almacenaba durante meses para utilizarlo y comercializarlo en verano en las poblaciones y comarcas vecinas.
NEVERA DEL PALLER
El nombre que recibe este pozo de nieve (El Paller) se debe a un pajar que había en las cercanías y que servía como forraje a las caballerías y como embalaje para las piezas de hielo.
Deshago el camino, ahora en descenso, y vuelvo a la pista . Sigo en dirección noreste y a unos 900 metros, en la zona llamada La Barcella, se encuentran otros dos importantes puntos de esta ruta, el Castellet de la Barcella y la Nevera homónima.
CASTELLET DE LA BARCELLA (RUINAS)
El Castellet, que tiene un acceso algo complicado, es de origen andalusí (siglos XII y XIII) y apenas conserva restos de muros y paramentos.
NEVERA DE LA BARCELLA
En la base de la muela donde se erigen los restos del castillo, se encuentra la Nevera de la Barcella o del Castellet.
Durante los siglos XVI al XIX estuvo en auge el comercio del hielo y los burgueses de los grandes núcleos como Valencia, Alicante, Xátiva, Ontinyent, etc… invertían grandes sumas de capital en la construcción de estas pozas y en el proceso de mantenimiento, recogida, almacenaje y transporte de la nieve.
NEVERA DE LA BARCELLA
La Nevera de la Barcella o del Castellet se encuentra a 700 metros de altitud, entre la loma de Ullastre y la muela del Castellet, justo en la línea divisoria entre los términos de Salem y L’Orxa.
No hay mucha noticia documental sobre este pozo de nieve pero a finales del siglo XVIII y principios del XIX se sabe que era explotada por los mismos propietarios que la nevera del Paller.
La última cosecha que se recuerda en la zona fue la que se efectuó a raíz de la ‘gran nevada’ del año 1926 y a partir de entonces las neveras pasarían a ser objeto exclusivo de interés arqueológico.
Vuelvo a la pista inicial y tomo una senda estrecha, justo frente a la que me llevó al pozo del Casteller, y que me conduce al último de los puntos de interés de mi travesía, el Mirador de la Vall.
700 metros de senda, en dirección norte, que me acercan hasta una pequeña atalaya, señalizada con un gran mojón y un cartel indicativo, desde la que se puede observar la inmensidad de la Vall d’Albaida.
MIRADOR DE LA VALL
Pueblos cercanos como Salem, Castelló de Rugat, Rafol de Salem, Rugat, Aielo de Rugat, La Pobla del Duc, Montaverner, Alfarrasí, así como otros muchos que componen este enorme valle.
También, y en todo momento presente, la Sierra del Benicadell y el Embalse de Bellús.
MIRADOR DE LA VALL
Ahora ya sólo queda el regreso, volver sobre mis pasos, deshacer la senda del mirador, retomar la pista y, sin prisa pero sin pausa, llegar hasta la zona donde se encuentra mi coche.
Un día tremendamente despejado, luminoso y, si no fuera por las rachas de viento, algo bochornoso.
Cuatro kilómetros después llego al vehículo y regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recorrido: 11 kilómetros.
Desnivel: 270 metros.
Dificultad: Fácil.
Recomendable: Absolutamente recomendable. Vistas increíbles (no sólo desde el mirador), dos pozos de nieve que no conocía y el Castellet, que no ha sido la gran cosa pero no hay que olvidar que ha formado parte de la Historia.
Para este lunes de ‘Pascua’ la caminata elegida se inicia desde la población de Planes de la Baronía y me hará recorrer los campos de los alrededores, pasando también por algunos puntos de interés del Barranco de la Encantada.
Contrariamente a las numerosas veces que he realizado esta ruta, en esta ocasión la haré en el sentido de las agujas del reloj.
En un pequeño claro de la carretera CV-711, muy cerca del ascenso zigzagueante a la Ermita del Santo Cristo, dejo el auto e inicio mi ruta.
Me dirijo hacia el noreste, durante 2’2 kilómetros, por el Camí de Tormo, entre campos de almendros, olivos y cerezos (todavía queda alguno en flor, aunque la gran mayoría verdea e incluso ya tienen las cerezas tamaño baby), hasta tomar un angosto desvío, a mano derecha, que me conducirá por la Senda del Molí al Barranco de la Encantada.
Las aguas que forman esta depresión, entre las Sierras de la Albureca, el Cantalar y el Tossal de la Dona, provienen de distintos aportes, diferentes barrancos, al oeste de estas tierras, en las cercanías de Alcalá de la Jovada, formando en este punto hermosas pozas y saltos de agua y llegando su caudal a engrosar el cauce del río Serpis, tras la presa del embalse de Beniarrés.
Camino por la vereda del desfiladero donde me encuentro con un par de construcciones y el famoso Molino de la Encantada, todo ello en ruinas. Siempre, eso sí, con el canto de las aguas en su recorrido.
La leyenda de l’Encantá.
El Barranco de la Encantada debe su nombre a una leyenda que nos habla de un tesoro escondido por los moriscos de estas tierras, antes de ser expulsados.
Un tesoro oculto en una cueva y custodiado por una doncella encantada que se aparece cada cien años.
Segons la història relata, i la veritat pot ser, una senyora molt guapa li va eixir a un llenyater. Li ensenyà un collar de plata, amb un diamant i un rubí: «¿què és el que vols, la joia, o t’estimes més a mi?» Li contestà que la joia: «sempre seràs desgraciat, en aquella penya tan alta tinc un palau encantat. Mai seràs ditxós, si m’hagueres volgut a mi la fortuna que hi ha allí haguera segut dels dos» Damunt d’una aura boreal, a l’amanéixer l’aurora, desapareix la senyora i el pobre es queda igual. Si us ha agradat la dita, no la tingueu per falòria, que és la vertadera història del barranc de l’Encantà.
Miquel d’Helena
Salgo de este despeñadero y accedo a la pista, Camí de la Vall de Gallinera. Normalmente sirve de entrada al barranco pero en este caso es mi salida.
Llego hasta el paraje del Gorg del Salt, una gran poza entre rocas, alimentada por un salto de agua.
Hoy la cascada no es muy abundante pero en época de lluvias suele ser impresionante.
En este tramo del recorrido, y aquí se puede comprobar que estamos en lunes de Pascua, la afluencia de gente es considerable (esto es algo que sospechaba y tanto excursionista, tanta familia, tanto niño y tanto perro me lo confirma).
Debo confesar que me cuesta evitar que salgan humanos en las fotografías pero lo logré.
Al final de la pista llego a la carretera CV-700, junto al Puente de les Calderes. Doscientos metros después, a mano derecha y en dirección norte, tomo la pista ascendente, llamada Assagador de Benicapsell, que durante 1.100 metros me lleva a un pequeño sendero, por la izquierda, camino de Planes de la Baronía, pasando por entre campos de cultivo.
Por caminos y por pista, atravieso las zonas de Les Penyetes, San Juan y Les Costes hasta llegar a la vía CV-711 y al acceso del Vía Crucis, la subida a la Ermita del Santo Cristo.
Por un momento, ante la escalinata, me planteo si subir o no hasta lo alto para visitar el templo y su mirador, desde esta atalaya las vistas son, sin ninguna duda, espectaculares, el Benicadell, el Embalse de Beniarrés, la Almudaina, Benialfaquí, Cantacuc, etc… pero allá en lo alto se escucha el griterío infantil de alguna excursión y, sinceramente, se me quitan todas las ganas.
Así que continúo por la carretera y, a pocos metros, llego al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí. Ha sido una caminata de algo más de 10 kilómetros, un desnivel de 350 metros, en una mañana algo brumosa y con un montón de puntos de interés.
La caminata de este miércoles tiene la particularidad de no ser circular. Hemos utilizado dos vehículos y, Paco, Jesús, Pedro, Reme y yo, comenzamos nuestra ruta en la población de Penáguila, teniendo como destino final el pueblo de Benasau, pasando, en nuestro itinerario, por Alcolecha, Beniafé y Ares del Bosque.
Esta es la llamada «Ruta de los Cinco Pueblos del Río Frainós o Penáguila».
Dejamos uno de los dos coches en Benasau y nos dirigimos, con el otro, hasta Penáguila.
Aquí comenzará nuestro recorrido. Una pequeña visita a este municipio, pasando por la plaza del ayuntamiento, la iglesia de la Asunción, la plaza del Arbre, etc… y saliendo del mismo, por el sur, cruzando la CV-781 y tomando el camino que lleva al Acueducto de l’Arcá.
Seguimos la pista, en dirección este, y pasamos junto a un viejo refugio, el corral y el barranco de Viver, el barranco del Sord, el corral del Tío Ginés y, 700 metros después, entramos en la segunda población, Alcolecha.
Una vuelta por el municipio para ver la torre del Marqués de Malferit y la iglesia de San Vicente Ferrer.
Tomamos la calle de Sant Antoni, seguimos hacia el sur, bajamos por senda entre campos de cultivo hasta el río Frainós, pasando por el Toll y las Casetes de Cabrera, y, a unos 500 metros, entramos en el pequeño pueblo de Beniafé.
Aquí visitamos la ermita de la Mare de Déu dels Desamparats y, salimos del pueblo por el camino de la fuente hasta enlazar con la pista de Confrides a Benasau.
Seguimos en esta pista, en dirección norte, durante unos 700 metros, para desviarnos a la derecha por una senda que nos llevara al camino del Corral dels Basilios.
Una vez llegados al camino, nos dirigimos por la izquierda, durante un kilómetro aproximadamente, en dirección oeste, hasta llegar a nuestro cuarto pueblo, Ares del Bosque.
En la entrada tenemos la fuente de Ares, con su lavadero y su balsa, y en el Carrer de l’Esglesia el templo de la Mare de Déu dels Ángels.
Salimos de Ares del Bosque hasta llegar a la carretera CV-70, la que une Alcoy con Benidorm, y durante 1’1 kilómetros caminamos por la acera que hay en el margen derecho del asfalto hasta llegar al quinto pueblo de nuestro itinerario, Benasau.
Este municipio, en el que dejamos aparcado uno de nuestros vehículos, es nuestro destino final.
Hacemos una visita por sus calles para ver la Torre Palau dels Barons de Finestrat, la font de l’Ullet, la iglesia de San Pedro Apóstol y, antes de regresar a por el segundo vehículo, comemos en uno de los restaurantes del pueblo.
Ahora ya sí, nos volvemos con el segundo auto al pueblo de Penáguila y, desde aquí, ya con los dos coches, cada uno toma su camino, cada mochuelo a su olivo y regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Muy recomendable. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel de unos 360 metros, en un bello entorno, con cinco poblaciones maravillosas y una compañía… de LUJO.
Realmente, para este lunes, no tenía pensada una caminata hasta el último momento.
Al final me he decidido por un recorrido por la Sierra de Onil, una suma de fragmentos de rutas realizadas en otras ocasiones, tal vez nada destacable pero sí recomendable para estar en contacto con la naturaleza, respirar aire puro y recargar las pilas.
Comienzo dejando el auto, en el km 4’9, en un claro de la carretera CV-803, la que conecta Onil con Banyeres.
Sigo, en dirección este primero, sureste después, una pequeña senda que me lleva al Alt de Teulada (1019 msnm) y continuar, ahora en importante descenso, paralelo al Barranc de la Sabatera, hasta el cruce de caminos en el Barranco de l’Arcada.
ALT DE TEULADA
Por este punto pasa la ya súper conocida y omnipresente GR7.
Me incorporo a ella en dirección norte durante 1100 metrosy, después, la GR continúa por una senda, a mano derecha, y yo sigo caminando por esta pista ascendente, siguiendo el Barranco de Taguenga, hasta llegar al Collado del Chocolater.
A la altura del collado, la pista da un giro a la izquierda, hacia el oeste, para llegar a las proximidades del Mas del Puig y sus campos de cultivo.
COLLADO DEL CHOCOLATERO
Aquí, junto a una masía en ruinas, un cruce de sendas, nuevamente un giro hacia el sur, por una vereda que me conduce a la Loma Chover.
Al llegar a esta colina me encuentro con una bifurcación de sendas (bastante difíciles de distinguir), las dos me conducirían a la carretera CV-803, al punto inicial de mi caminata y al auto.
El sendero de la izquierda me dirigiría por el Barranco del Canalic y la senda ascendente de la derecha me llevaría por la cresta del Pinar de la Umbría.
Opto por el ramal de la derecha, el que me hace llegar a la carretera cresteando.
En este punto todo es sencillo, salvo los últimos 500 metros hasta la carretera que son un descenso bastante importante, accedo al asfalto, al claro y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Siempre, aunque no haya sido gran cosa. Un total de casi 9 kilómetros, con un desnivel de unos 275 metros, en un día luminoso y con la grata compañía de… uno mismo, que no es poco.
En el parking que hay frente al restaurante Pou de Neu, en plena Sierra de la Carrasqueta, estaciono el vehículo para realizar, en este último lunes de marzo, la caminata del día.
Desde este punto comienzo mi ruta que tendrá el mismo recorrido de ida que de vuelta y como destino final, en un principio, el vértice geodésico de la Sierra de Montagut, que tiene el mismo nombre y una altura de 1081msnm.
En el recinto del restaurante se puede observar uno de los pozos de nieve de la zona, el Pou del Surdo.
El camino me lleva hacia el noreste, pasando por unas antenas de telecomunicación, hasta el Cerro del Racó Matet, donde me encuentro con una bifurcación de sendas.
La de la izquierda me llevaría a la Sierra dels Plans y su vértice pero… eso otra ruta diferente a la de hoy.
La opción de la derecha, la elegida en esta ocasión, me acerca a la Sierra del Montagut.
Ahora camino en dirección este, y en ocasiones con fuerte bajada, hasta la Fuente/Mina del Tío Bambolla.
Continúa el descenso y llego a los restos del Corral dels Matets, que, en un cartel, ofrece esta leyenda:
Los corrales servían principalmente para guardar el ganado en invierno. Solían construirlos sus propios propietarios de manera muy tosca.
La abundancia de estas construcciones nos hace pensar en la importancia que tenía la ganadería en alimentar a una población numerosa en un lugar de tierras montañosas. Los animales permitían aprovechar tierras de monte que no eran aptas para la agricultura, producían alimento rico en proteínas y abono para la productividad de la tierra. Este fertilizante natural tenía tanta importancia que, los propios agricultores, a menudo cedían los sesteaderos y los corrales sólo a cambio del estiércol.
En este momento el camino continúa hacia el sur, unos doscientos metros con suave declive para comenzar una subida importante hasta el Cerro de la Bugalla (1021 msnm).
Aquí se impone un breve descanso para tomar aire y, aunque me encuentro físicamente estupendo, mi cabeza no está al 100% (puede pasar, en ocasiones salen los demonios a pasear y te tocan la moral).
Es por ello que decido tomar este cerro como destino final y comenzar el regreso; os aseguro que es mejor así.
Habría llegado, sin ninguna duda, a la cumbre, al vértice geodésico de la sierra, Montagut, con sus 1081 metros sobre el nivel del mar, pero no esta vez.
Inicio el retorno, nada especial, sólo tengo que desandar lo caminado hasta llegar al punto de partida.
Lo que antes fue subida ahora es descenso, y viceversa.
Vuelvo a pasar por el Corral dels Matets, por la Fuente/Mina del Tío Bambolla, etc…
A medida que avanza la mañana el calor es mucho más agobiante y me obliga a hacer algunas paradas para hidratarme y tomar aire.
Llego hasta la bifurcación de caminos, me desvío para llegar al Cerro Matet y dos kilómetros más tarde hasta las antenas, el Pou del Surdo, el Restaurante Pou de Neu y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Muy, mucho, bastante recomendable. Han sido cerca de 9 kilómetros, entre unas cosas y otras, con un desnivel de unos 350 metros, en una jornada espléndida y con la única compañía de mis diablos (casi ná!!!).
El itinerario elegido para este viernes es un recorrido parcial por la Vía Verde del Serpis, el tramo que se encuentra en la provincia de Alicante.
Julia, Juan y yo nos hemos dirigido hasta el término municipal de Lorcha/L’Orxa y, antes de pasar por el Pont de Sant Blai, que da entrada a la población, tomamos el desvío por pista asfaltada hasta llegar a la zona donde se encuentran la antigua Fábrica de Papel y los restos de la estación de tren; allí dejamos el auto para comenzar nuestra caminata siguiendo el curso del río.
Nosotros sólo vamos a hacer el recorrido de la Vía Verde que corresponde a la provincia de Alicante, desde la antigua Estación de Ferrocarril, en Lorcha, hasta la Fábrica de la Llum (ida y vuelta por el mismo sitio, unos 11 kilómetros en total).
FÁBRICA DE PAPEL DE LORCHA
Comenzamos nuestro camino, dejando atrás la vieja estación y la colina donde se encuentra el castillo, de origen musulmán, de Perputxent.Construido entre los siglos XII y XIII fue una pieza fundamental en la historia de estos valles, sobre todo durante la época de la mal llamada ‘reconquista’.
CARRASCA CENTENARIA
Llegamos hasta la enorme carrasca centenaria y, poco después, la primera de las casetas del ferrocarril, teniendo el río Serpis a mano derecha.
CASTILLO DE PERPUTXENTCASETA DEL FERROCARRILCARTEL FONT DE BOTEROS
Cuando llevamos 2 kilómetros, tomamos, a mano derecha, un pequeño desvío para acceder a la Font de Boteros, un pequeño manantial de aguas cristalinas con su balsa, donde poder hacer una alto para disfrutar de ella (ya sea al ir o al volver).
FONT DE BOTEROSBALSA DE LA FONT
Vía Verde del Serpis.
Las vías verdes son antiguos trazados ferroviarios en desuso que se han convertido en estupendos caminos para practicar el senderismo o hacer excursiones en bici.
El trayecto ferroviario que unía Alcoy con en el puerto de Gandía, construido en 1892, comunicaba el Parque Natural de la Sierra de Mariola con el mar Mediterráneo. El tramo que une las poblaciones de Lorcha/L’Orxa y Villalonga/Vilallonga, y que circula a orillas del río, es conocido como Vía Verde del Serpis.
Para la ciudad de Alcoy, esta conexión fue muy importante en su época, ayudándola en su expansión industrial. Estuvo a cargo de una compañía británica, es por ello que popularmente se conociera al tren que realizaba este trayecto como “el tren de los ingleses”. La ruta ferroviaria, que tenía 53 km en total, contaba con 7 túneles y 12 puentes.
RÍO SERPIS
Seguimos por la vía, pasamos cerca del Molí d’Enmig y del Corral de les Paseres hasta llegar a la entrada del primer túnel de nuestro recorrido, con una distancia de unos 200 metros.
Estamos ahora en pleno Barranco del Infierno (un nombre muy habitual en los alrededores).
RÍO SERPISRÍO SERPIS
El ruido de las aguas por entre las altas paredes del desfiladero le dan a nuestros pasos un toque mágico.
ASSUT DE L’INFERN
Llegamos en este momento, por senda a la derecha, al Assut de l’Infern o del Forn, una pequeña presa que debía servir, en su día, para canalizar las aguas y llevarlas hasta la Fábrica de la Llum (nuestro destino en esta ruta).
CASETA FERROCARRILRÍO SERPIS
Antes de llegar al final del recorrido e iniciar el regreso, nos encontramos con otra de las casetas del ferrocarril y con los restos de un gran depósito de agua.
CASETA FERROCARRILBASE DEL DEPÓSITO DE AGUA
Unos cientos de metros después, atravesando el río por un puente, llegamos a la Fábrica de la Llum y su pequeña área de recreo, donde hacemos una parada para el refresco.
FÁBRICA DE LA LLUMFÁBRICA DE LA LLUMRÍO SERPISFÁBRICA DE LA LLUM
Comenzamos el retorno; es bastante sencillo, sólo hay que deshacer los pasos efectuados hasta el momento, caminando a contra corriente del río Serpis.
Pasar por los mismos lugares interesantes de la ida y, eso sí, volver a disfrutar de las maravillosas panorámicas que ofrece este impresionante sendero.
De nuevo el Azud del Infierno, el Túnel, la Font de Boteros, entre otras cosas.
Llegamos hasta la antigua Estación de Ferrocarril y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Una caminata nada complicada y apta para todos los públicos. Han sido unos 11 kilómetros (+/-), con un desnivel nada relevante, en un día magnífico y con una sorprendente y agradable compañía.
Una caminata más para esta primera semana de primavera. Una sierra, la del Fraile, bastante conocida y pateada. Hasta ella hemos llegado, Jesús, Paco y yo, para darle una vuelta por algunos de sus puntos de interés y disfrutar de las espectaculares vistas que nos ofrece.
Comenzamos acercándonos a las proximidades de la población de Biar, en concreto a la zona llamada ‘El Frare’, en un claro junto al Carrer Bonavista. Aquí aparcamos el coche e iniciamos nuestra caminata, en ascenso, por pista (PR-CV 155) y en dirección a ‘El Balconet’.
Continuamos por la vía, adentrándonos en la sierra, hasta llegar al Barranco de Santonja, donde tomamos, por la derecha, una senda que nos conduce, en una subida zigzagueante, al Alto de las Vueltas.
En este cruce de caminos cogemos la senda de la derecha, la que nos llevará, en una primera subida, al Altet de les Foyetes y, en una segunda, al Alto Redondo (1014msnm).
A estas alturas de la ruta las panorámicas que nos ofrece esta sierra son espectaculares.
Alrededor nuestro tenemos las vistas de los montes vecinos, como la Sierra de la Fontanella, Sierra del Reconco, Sierra de la Argueña, Sierra de la Cabrera, Sierra de Salinas, etc…
Seguimos el sendero, llegamos al Paso del Contador, otro cruce de caminos.
Tomamos, en dirección oeste, la vereda que nos llevará, primero en suave descenso y en fuerte subida después, hasta el vértice.
Aquí, en el punto geodésico de la Sierra del Fraile (Fraile, 1044 msnm), hacemos una pausa para beber, comer algo y las típicas fotos.
Seguidamente iniciamos el regreso, caminamos por la senda (PR-CV155) hacia el suroeste, cresteando, hasta llegar a la pista donde se encuentra la zona del Rebolcador.
Nos incorporamos a la vía y, hacia la derecha, caminamos rodeando la sierra por la umbría, en dirección a la población de Biar.
Ahora, y casi durante el resto del camino, circulamos descendiendo por amplia y cómoda pista.
Desde esta parte de la sierra las vistas son las de la población de Villena, su Sierra de la Villa, el valle de Biar y la Sierra de Beneixama, con la población homónima.
No tardamos en llegar a las proximidades del pueblo, zona de casas de campo y chalets.
Se termina el amplio camino (PR-CV155) y tomamos una pequeña senda que, por entre pinos, nos acerca a la urbanización en la que se encuentra nuestro vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí, muy recomendable. Han sido algo más de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 400 metros, hechos a buen ritmo, en un día estupendo y con una compañía de lujo, aunque hoy algo mermada.
Un giro inesperado de los acontecimientos ha hecho que la ruta preparada para este lunes haya quedado relegada a otro día. En su lugar he decidido hacer una caminata en solitario por algún lugar conocido y cercano; partiendo del Hotel Xorret de Catí (Castalla) y transitando por distintos puntos del término municipal de Petrer, dentro del Paraje Protegido Sierras del Maigmó y el Sit.
En el parking del hotel dejo el vehículo y me dirijo hacia el sur, por pista (PR-CV 29/30), al cruce de la Ferrería, tomo el ramal de la izquierda, el que me lleva hasta el macizo rocoso de la Foradá.
En esta parte del camino, dirigiendo la mirada hacia el este, se presentan algunas de las cumbres más elevadas de este paraje protegido: el Alto de Guisop, Alto de las Chimeneas, Antenas de Pedro Payá, Maigmonet y Maigmó.
La Foradá es una pequeña cresta, cercana al Hotel de Catí y muy conocida por sus paredes en las que se practica escalada. Rodeo, por senda, este macizo rocoso y me dirijo ahora hacia el sur durante unos 500 metros para tomar la vereda, descendente, entre pinos y en dirección oeste, hasta llegar al Racó de la Servera.
Entre almendros y olivos, entre romero y tomillo, entre carrascas y pinos…
En estas bellas serranías hay decenas de senderos, hay cientos de veredas y hay miles de… caminos.
Desde aquí, la pista, en dirección noroeste, me conduce hasta la casa del Calafate y el Cantal del Moro.
La senda pasa por la base del Cantal, una enorme mole rocosa, a modo de columna, que tiene una importante presencia en el trayecto, y me lleva hasta el Parque de Montaña Daniel Esteve y a su Zona Recreativa de Rabosa.
Un breve descanso para comer y beber algo y… continúo con el recorrido programado.
Retrocedo unos cuantos metros y me dirijo ahora, en ascenso, por la senda que, hacia el norte, me conduce al Collado de Amorós.
Sigo ascendiendo, vereda y pista, por la PR-CV 29/33 hasta llegar a la torre de vigilancia y, un kilómetro después, a la Ermita de la Purísima.
A los cien metros conecto con el cruce de caminos, donde se encuentra la Ferrería.
Este es el último tramo, el que me lleva al coche, por la pista PR-CV 29/33.
Sólo dos kilómetros para llegar al Hotel de Xorret de Catí, la zona de parking y el vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Siempre. Este paraje protegido tiene un montón de variantes y yo las he pateado muchas veces. En esta ocasión han sido entre 11 y 12 kilómetros, con un desnivel de unos 300 metros, con un día espléndido de prima/verano y realizados en un tiempo más que correcto.
Hoy, el grupo formado por Reme, Pedro, Paco, Jesús y yo, hemos preparado una ruta por una de las sierras que hay entre los municipios de Torremanzanas y Relleu, la Sierra de la Grana.
Por la carretera CV-782, la que une estas dos poblaciones, en una entrada en el kilómetro 9’3, en la zona llamada ‘El Collado’, un lugar cuajado de almendros en flor, aparcamos el coche e iniciamos nuestra caminata de este jueves, 16 de marzo.
Comenzamos la andadura por pista, en dirección sur, y a los pocos metros, en una primera bifurcación, tomamos el ramal de la izquierda, que corresponde al Camino de Santiago del Sureste (el tramo de Benidorm/Relleu/Torremanzanas).
Primero en dirección este y más tarde, serpenteando, hacia el sudeste, pasando por algunas de las casas rurales y sus campos de cultivo (almendros y olivos, sobre todo).
Llegamos al barranco de la Zurca y la fuente de la Beura; continuamos en acusado ascenso por el Camino del Sureste.
En el kilómetro 4 de nuestro itinerario dejamos la pista, abandonando el Camino de Santiago, y tomamos una trocha durante unos cientos de metros para enlazar con otra pista, ahora en dirección oeste, que nos llevará hasta las ruinas de un corral y al vértice de la sierra.
Aunque las vistas, en todo el recorrido, han sido estupendas, ahora, desde este punto, son espectaculares; las sierras que se contemplan desde la vertiente sur de la Sierra de la Grana son, entre otras, el Cabeçó d’Or, de Galiana, Aitana, Puig Campana.
La imagen del Mediterráneo en el horizonte, Benidorm y su isla, así como algunas otras poblaciones, le dan un toque mágico a esta caminata.
A la altura del kilómetro 5’6 tenemos que abandonar la pista, durante unos cientos de metros, campo a través y peleando con las aliagas, para ir en ascenso a la búsqueda del recóndito vértice geodésico.
Cuando por fin nos topamos con él (Grana, 1095 metros sobre el nivel del mar), tenemos el momento clásico de las habituales fotos en la cumbre.
Iniciamos el regreso a la pista buscando una salida para acceder a ella.
Continuamos por la misma, en dirección este, hasta llegar al kilómetro 7’5, un cruce de caminos que, tomando la opción de la derecha, nos llevará al llamado Racó de Cortés y a los Quarters de Dalt.
Estamos ahora en el kilómetro 9’5 de nuestro itinerario donde comienza una importante bajada que nos acerca a la zona de El Collado y al claro del camino en el que se encuentra nuestro coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Es una caminata que he hecho en cuatro ocasiones y me parece muy recomendable. Hemos hecho unos 11 kilómetros, con un desnivel cercano a 400 metros, en un día increíble y con una compañía de auténtico luxe.
En este caluroso lunes de marzo, podría ser mayo perfectamente, la ruta elegida se desarrolla a las afueras de la población de Pinoso, concretamente al norte del municipio, tomando la carretera CV-836 y, después, el desvío a la derecha que se dirige a la pedanía de Lel.
A unos 600 metros de esta pista asfaltada, en un claro, a la izquierda, dejo aparcado el auto y da comienzo esta caminata, que me llevará a recorrer muchos de los puntos interesantes de la zona.
CUCO I
Justo enfrente del vehículo, al otro lado del asfalto, se encuentra la primera construcción, el primer cuco, de los muchos que me esperan en mi andadura.
En Pinoso se conoce con el nombre de cuco a un refugio eventual de pastores trashumantes, ideado para resguardarse de eventuales tormentas en pleno campo, o a los realizados por los propios lugareños, con el mismo fin, para sus labores agrícolas. Estas construcciones rústicas, realizadas con la técnica de “piedra en seco”, se encuentran especialmente en la zona lindante de la Vereda Real de Serranos, aunque también las hay en otros entornos del término municipal. Su cronología puede datarse entre el siglo XVIII y principios del siglo XX.
Sigo por la carretera, en dirección noreste, y, a unos 300 metros, giro a la derecha, por el camino que va a la Casa de Rua, después continúo por la llamada ‘La Volta Rodada’ para seguir por el ‘Camí Fondo’.
En todo este recorrido no hay ningún cuco o refugio pero, en cambio, sí numerosas muestras de ribazos o muros de contención.
RIBAZOS
El arte de construir muros en piedra seca, tradicional en la Comunitat Valenciana, y del que existen numerosas muestras en el término municipal de Pinoso, como los cucos y los ribazos de contención, forma parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Una declaración que otorga la Organización de las Naciones Unidas y que engloba zonas rurales de Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia, Suiza y España.
En el caso de nuestro país se incluye a nueve comunidades autónomas y, concretamente, en la provincia de Alicante destacan los municipios de Callosa d’en Sarrià, Novelda, Crevillent o Pinoso, con numerosos ejemplos de ribazos, refugios agrícolas o refugios de cantero construidos con esta técnica.
RIBAZOS
En un punto determinado del ‘Camí Fondo’ tomo una senda, a mano izquierda, que me dirige, hacia el norte, hasta los pies de la Sierra de las Centeneras.
Éste es un cerro calizo de poca altura que se levanta en los llanos comprendidos entre la Sierra de Salinas y la Sierra del Reclot.
La sierra está coronada por un vértice geodésico, Centeneras (686 msnm), y en sus alrededores se encuentran unos interesantes petroglifos que, según los expertos, podrían datar de la Edad de Bronce.
También, en sus laderas, se encuentran los restos de una calzada romana y un cuco (por el norte), y una antigua cantera y dos cucos (en su cara sur).
CUCO II (CARA NORTE)CALZADA ROMANACARA NORTECANTERA (CARA SUR)CANTERA (CARA SUR)CUCO III (CARA SUR)CUCO IV (CARA SUR)
Todo un conjunto de elementos, en un monte tan pequeño, que son la muestra de la gran importancia que, en un pasado, tuvo la zona.
Ahora sigo, por pista, hacia el noroeste, hasta llegar al cruce con el camino asfaltado que comunica la pedanía de Lel con la población de Pinoso.
Pinoso (El Pinós, en valenciano) es un municipio de la Comunidad Valenciana, situado al oeste de la provincia de Alicante, en la comarca del Medio Vinalopó, lindando con la Región de Murcia.
CUCO VCUCO V
Comienza ahora el regreso al coche. Camino sobre el asfalto en dirección al pueblo. Antes, y en distintas ubicaciones, a los lados del camino, encontraré algunos de los cucos que todavía me quedan por visitar.
CUCO VICUCO VICUCO VIICUCO VII
Algunas de estas construcciones son de fácil acceso, otras, en cambio, quedan dentro de propiedades privadas y sólo se pueden observar desde la distancia.
CUCO VIIIRIBAZO
También las hay de aquellas que están diseminadas por los alrededores y resulta bastante difícil localizarlas.
En total he podido observar nueve cucos (no está nada mal, creo) y llego al coche bastante satisfecho con mi caminata.
Regreso a Alicante.
CUCO VIII
Valoración: 3***
Recomendable: Alguien podría ponerlo en duda? Totalmente recomendable. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel próximo a los 115 metros, un recorrido lleno de elementos interesantes (los cucos, los ribazos, la calzada romana, el vértice geodésico, los petroglifos, la cantera, etc…) y todo ello en un día tremendamente caluroso y estupendo.
Hoy vamos a hacer una caminata que, debido al mal tiempo, quedó sin realizar el día 9 de febrero.
Jesús, Paco, Pedro, Reme y yo, nos hemos dirigido hasta el punto de salida de esta ruta, el área recreativa que hay a unos 500 metros, al noreste, de la Font de Mariola, en el corazón del Parque Natural de la Sierra homónima.
P. N. de la Sierra de Mariola.
Esta serranía es un espacio protegido situado en el interior de las provincias de Valencia y Alicante, ocupa unas 17.257 hectáreas que pertenecen a los términos municipales de Bocairent (provincia de Valencia) y Alfafara, Agres, Muro de Alcoy, Cocentaina, Alcoy y Banyeres de Mariola (provincia de Alicante).
Es una de las últimas estribaciones de las Cordilleras Béticas y supone uno de los grandes pulmones del sur de la Comunidad Valenciana.
Lugar de una riqueza en flora y fauna excepcional, espacio donde nacen algunos de los ríos más importantes de la Comunidad (Vinalopó, Serpis, Clariano, Molinar, etc…), yacimientos arqueológicos, múltiples restos de la época musulmana y sus castillos, abundantes fuentes, pozos de nieve y numerosas cimas que superan los 1000 metros como Montcabrer (1390m), Alto de Mariola (1158m), Contador (1232m), Portín (1081m), Eixarc (1094m), etc…
Desde el punto de partida, caminamos por pista (GR7), en ligero ascenso y dirección noreste, hacia el paraje de la Font del Cirer o del Mas dels Arbres.
Seguimos por la misma pista, la subida se va incrementando progresivamente y llegamos al Mas de la Foia Ampla.
Esta es una hermosa finca situada en una vaguada, con sus campos de cultivo, sus caballos y sus animales de granja.
Atravesamos la finca y, a los pocos metros, nos encontramos con una bifurcación. Tomamos el ramal de la derecha que nos llevará, en una fuerte subida, hasta la cumbre del Montcabrer.
En este último ascenso el viento, que hasta el momento no ha supuesto ningún inconveniente, comienza a azotarnos con fuerza dificultándonos la llegada.
El Montcabrer es la cima más alta de la Sierra de Mariola. Forma parte de los Sistemas Béticos, situados en la zona sur de España. Pertenece al término municipal de Cocentaina y tiene 1390 metros de altura, con lo que es el tercer mayor pico de montaña de la provincia de Alicante.
Su nombre viene de cuando los pastores llevaban las cabras a pacer en sus prados.
Llegamos a la cumbre y las rachas son tan fuertes que apenas hemos podido ponernos en pie.
Ufff, unas pocas fotos con el vértice y…
Comenzamos ahora el descenso, continuamos dirección este, y a unos 300 metros tomamos un ramal, a mano izquierda, que nos dirige hasta la Font del Pouet y el Camí de Llopis.
En la Font del Pouet, resguardados del vendaval, hacemos una pequeña pausa para beber y comer alguna fruta.
Una vez llegamos al Camí de Llopis, comienza el regreso al punto de inicio.
Enlazamos con la senda llamada Azagador de Mariola, pasamos por la Font de la Foia Ampla, volvemos a atravesar esta gran finca y seguimos, ahora ya, nuevamente por la GR7, a deshacer los pasos que hicimos en la ida.
Descendemos con suavidad por la pista, pasamos, nuevamente, por la Font del Mas dels Arbres y, 1’4 kilómetro después, llegamos hasta el vehículo.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 5*****
Recomendable: Absolutamente recomendable. Yo soy un enamorado de esta sierra y para mí es una de las rutas más bellas. Un auténtico chute de energía. Han sido unos 12,2 kilómetros, con unos 550 metros de desnivel, en un día cubierto y ventoso y con una compañía, como la valoración, de 5 estrellas.
En este primer lunes de marzo me dirijo a las afueras de la ciudad de Alcoy, concretamente al barrio de Batoi. A la altura del parking que hay frente al área de descanso de la Vía Verde, dejo el vehículo y comienzo la caminata que me llevará por algunos de los puntos de interés del Paisaje Protegido del Serpis y la Foia d’Alcoi, espacios comprendidos entre los parques naturales de las sierras de Mariola y de la Font Roja.
Me alejo de la ciudad caminando unos 400 metros por la Vía Verde y, antes del túnel de Riquer, tomo un desvío, a mano izquierda, incorporándome al Camino de la Font, que me llevará directamente a la zona recreativa de la Font del Quinzet.
Font del Quinzet.
En esta pequeña área recreativa, muy próxima a la ciudad de Alcoy, se encuentra esta fuente de agua potable. Dispone de varios bancos y mesas, de piedra y madera. En este paraje discurren y se unen los ríos Polop y Barxell, formando varias pequeñas cascadas de agua.
Dejo el paraje de la fuente y, por la Sendera de Blai Giner al Regadiu, comienza una suave subida, por entre campos de cultivo y pinares, hasta una entrada a la Vía Verde, a la altura de túnel del Mas de Sant Benet.
En este recorrido se pueden disfrutar de las vistas excepcionales de la ciudad de Alcoy (al norte) y de las laderas del Parque Natural del Carrascal de la Font Roja (al sur).
Al entrar a la Vía Verde, sólo camino durante un tramo de ella; el que corresponde a los túneles de las instantáneas que acompaño (de la lista, los que están marcados con un asterisco).
TÚNEL DEL MAS DE SANT BENETTÚNEL DEL MAS DEL PINARTÚNEL DEL MAS DE LA MOTATÚNEL GLORIETA DEL SALT
Vía Verde de Alcoy.
Para dar salida a la producción industrial de la ciudad de Alcoy, existía un ferrocarril de vía estrecha que iba hasta el puerto de Gandía en la provincia de Valencia. Sin embargo, desde Alcoy se pensó en construir un tren de vía ancha para comunicarse con el puerto de Alicante. Desde 1873 se pensaron varios proyectos para enlazar ambas ciudades. Finalmente, el trazado elegido llevaba desde Alcoy hasta Agost, donde se hacía enlace con la vía ya existente hasta Alicante.
El proyecto se realizó en 1927 y los trabajos se iniciaron el 8 de marzo de 1928, con un plazo de ejecución de tres años. Llegaron a explanarse los 66 km del recorrido total, terminándose las obras de la traza en 1932.
La Guerra Civil Española dejó el proyecto a medias y a su término, un informe del Banco Mundial para la concesión de un préstamo a España, aconsejó no realizar este trazado ante la falta de rentabilidad.
La vía verde ha sido ejecutada por el Ministerio de Fomento. En febrero de 2006 se publica en el Boletín oficial de la provincia la Ordenanza regulatoria del uso y funcionamiento de la vía verde, aprobada en 2005 por el pleno del Ayuntamiento.
En todo el recorrido de la Vía Verde, además de los túneles, encontramos también diversos miradores, áreas recreativas y puentes, como el de las Siete Lunas y el viaducto del Barxell.
Puente de las Siete Lunas.
Se encuentra situado en la partida rural de Salterres, a las afueras de Alcoy en dirección a Bañeres, más allá del barrio de Batoi. No se trata de un puente urbano, sino que se construyó para que pasara por aquí la línea ferroviaria del tren Alcoy-Alicante, que no llegó a circular nunca.
El proyecto de esta línea de ferrocarril corrió a cargo del ingeniero de caminos José Roselló Martí que se encargó en 1927 de la redacción del proyecto de este viaducto sobre el río Polop.
A finales de los años 20 del siglo XX se pudo llevar a cabo, después de bastantes dificultades, el trazado de la línea férrea que uniría Alicante y Alcoy.
De esta línea destacan los numerosos puentes y túneles que se tuvieron que hacer y que hoy sirven como ruta de la Vía Verde para el turismo de interior en estas comarcas.
El puente permite salvar el barranco de San Antonio. Con el tiempo, el barranco de San Antonio también pasó a llamarse barranco de las Siete Lunas, de 230 metros de longitud y 46 de altura sobre el río Polop (la verdad es que no son siete, son 8 las ‘lunas’).
Después de circular por el puente de las Siete Lunas y pasar por el último túnel de mi caminata, el de la Glorieta del Salt, me encuentro con otro de los viaductos de la Vía Verde, el de Barxell que, con unos 150 metros de recorrido y unos 30 metros de altura, pasa por encima del río homónimo.
Al final de este puente hay una fuente y, a mano izquierda, una senda que lleva, en ascenso, a las Casas del Salt.
Casas del Salt.
Barrio de Alcoy (722 msnm) a las afueras de la ciudad, en la carretera que se dirige a Banyeres de Mariola.
Situado al borde de unos cortados rocosos y junto al río Barxell, ofrece ocasionalmente una caída de agua (El Salt) de más de 70 metros que se convierte en un espectáculo digno de ver.
Pasadas las Casas del Salt, continúo con la senda que lleva hasta el Racó de Sant Bonaventura.
Pero, antes, hago una breve parada en el mirador del Salt; en esta ocasión no lleva nada de agua.
Racó de Sant Bonaventura.
Paraje Natural Municipal del Racó de Sant Bonaventura-Els Canalons, un entorno protegido que coincide con el tramo alto del río Polop. Destaca, principalmente, por presentar diversos puntos de interés y un curso de agua considerable durante todo el año, aunque evidentemente merma en verano, con la flora y la vegetación características de este tipo de ecosistemas.
Destaca el área recreativa de Sant Bonaventura, entre hermosos árboles, con diversas pozas y cascadas o saltos de agua.
Siguiendo el río Polop.
En otras ocasiones, desde el Racó, he seguido el curso del río por la senda de la derecha, la que me lleva directamente a la Font del Quinzet. Hoy he optado por seguir el camino del margen izquierdo; este me acerca al Camino de la Font (más cerca del auto).
La senda me conduce por el Mas y la font del Molí de Baix, la Caseta del Francés y el Mas dels Perellons.
El camino me hace pasar por debajo del Puente de las Siete lunas, y llegar a la Caseta d’Albors y, por el sendero de Blai Giner al Regadiu, al Saltet de la Carrasca y al Camino de la Font.
Desde aquí, ya sólo queda acceder a la Vía Verde y al parking donde se encuentra el vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto que sí, han sido unos 10’30 kilómetros, con un desnivel cercano a los 350 metros, hechos en un tiempo más que aceptable y en una mañana fresca y agradable.
Hoy nos hemos reunido en el lugar habitual de encuentro, con el Maigmó cubierto de nieve por la nevada de la noche anterior, para dirigirnos a los alrededores de las poblaciones valencianas de Ontinyent y Aielo de Malferit.
Comenzamos, Paco, Jesús, Pedro, Reme y yo, dejando aparcado el auto en el polígono industrial de l’Altet de Ontinyent e iniciando nuestra caminata desde este punto.
Salimos del recinto industrial y, por pista asfaltada, nos dirigimos hacia el camino de la Clariana, en su acceso este, atravesando el cauce del río Clariano y caminando en paralelo al barranco de la Casa Mora, para comenzar el ascenso hacia la Loma de Bleda, en la zona de Argilagar.
Una subida nada complicada por pista recientemente ampliada.
A nuestras espaldas la visión del valle de Albaida con las sierras de Agullent, Benicadell y Mariola al fondo.
Aquí, en lo alto, nos desviamos, a mano derecha, por una senda que nos llevará, en descenso, al Tambulló de les Mentires.
Tambulló de les Mentires.
En este punto hacemos una pequeña parada para beber y comer alguna cosa.
Seguimos descendiendo y hacemos dos desvíos en el camino, por la derecha, para visitar la Cueva de la Fosc y la Cueva Blanca.
Cueva de la Fosc.
Un gran abrigo en las paredes del desfiladero del río, con un acceso algo dificultoso, entre grandes escalones de piedra y pequeñas trepadas rocosas.
Cueva Blanca.
La vereda de acceso que lleva a esta otra gruta es mucho más sencilla que la anterior.
Retomamos el camino y continuamos descendiendo en paralelo al río Clariano, en dirección norte.
Aproximadamente unos 600 metros de recorrido, los más complicados de toda esta caminata; tenemos que sortear un barranco, descender y ascender con la ayuda de cadenas y cables dispuestos en sus paredes.
Después de esta dificultad llegamos al puente de l’Arcá y pasamos al otro lado del río.
Tomamos la pista que nos lleva al refugio de l’Arcá, la zona recreativa y el horno de cal.
En este lugar cambiamos de idea, inicialmente el recorrido era entrar en la población de Aielo, comer en el pueblo y, después, continuar el itinerario hasta el polígono industrial y el coche.
Preferimos terminar la caminata y visitar el pueblo y comer en él después.
Ahora nos dirigimos hacia el sur y en un ascenso por senda, más o menos importante, llegamos a la cruz que hay en el punto más alto de la sierra de la Serratella.
Unas cuantas fotos en la cruz, con la magnifica visión de la sierra de enfrente; la que nos ha llevado un poco por la calle de la amargura, jejeje.
Ahora sólo nos queda descender de la Serratella, entrar en el polígono industrial de l’Altet de Ontinyent y regresar al coche.
La caminata en sí se da por finalizada pero…
Nos queda visitar, como he apuntado antes, la población de Aielo de Malferit y, por la hora del día, encontrar un lugar para comer.
Ha sido bastante sencillo, hemos entrado en el restaurante Tavampa y hemos degustado los ricos platos que ofrecían.
Algún dato sobre:Aielo de Malferit (Ayelo de Malferit, en valenciano).
Este municipio se encuentra en el sur de la provincia de Valencia, concretamente en el noroeste del Valle de Albaida , a 281 metros de altitud. Su término municipal está rodeado por montañas : la Serra Grossa al norte y al oeste, así como l’Ombría y la Serratella por el sur. Las principales alturas montañosas son: El Paller (687 m), el Alto de Tormo (799 m), el Polvo (688m), Cabeçó Gròs (797 m), y Eixea (727 m).
La población árabe dejó una huella muy profunda en estas tierras. En el siglo XVII se produjo la repoblación cristiana, después de la expulsión de los moriscos, dictada por Felipe III.
Acerca del origen del nombre «Aielo» hay una interpretación que lo relaciona con el nombre árabe de la aliaga (yälâqa), una segunda que podría proceder del término íbero ‘aial’ que se refiere a la misma planta, y una tercera que se le atribuye a la palabra ‘agelum’ que significa bancal pequeño.
El señorío de Aielo se le concedió a Francisco de Malferit el año 1445 y fue entonces cuando adoptó el nombre que hoy se conoce: Aielo de Malferit
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Ha sido una ruta algo más corta que la que estaba preparada, sólo unos 7’50 kilómetros, con un desnivel de unos 350 metros (+/-), con una dificultad moderada, nada recomendable para hacerla con niños, pero… ha sido una gozada, sobre todo compartiendo grandes momentos con los compañeros.
Para la caminata de este último lunes de febrero me he dirigido a las proximidades de la ciudad de Alcoy, concretamente por la CV-7881 y por el desvío que va a la partida Rambla Alta, donde, en un claro de la carretera, he aparcado el coche y he iniciado el recorrido previsto para este día.
Una mañana despejada, con fuerte viento y muy fría (al comenzar, el termómetro marcaba -2º).
Justo frente al coche, al otro lado del asfalto, se encuentra la senda que asciende a la Font de la Salut. Antes, en una bifurcación, tomo el ramal de la derecha que me llevará, en una fuerte subida, hasta la carretera CV-70, que une Alcoy con Benilloba. Cruzo la vía y tomo el camino hacia el Mas de la Serreta.
Antes de llegar a la masía, acceso que no está permitido por ser propiedad privada, camino por un desvío, a la derecha, que me conduce por la umbría de la sierra y me lleva a la cresta y la cumbre de la misma.
Todo este recorrido lo hago por la umbría de esta serranía; el frío es tremendo.
La Serra de Ondoxes, conocida también como La Serreta, es una reducida formación montañosa al sureste de Alcoy. Con una longitud de algo más de 3 kilómetros, esta modesta sierra se alza hasta los 1.052 metros de altitud y está situada entre los términos municipales de Alcoy, Cocentaina y Penàguila.
El ascenso está llegando a su fin. Ya casi en la cresta el sol suaviza bastante la temperatura, aunque el viento arrecia y es congelante, la verdad.
Lo primero que se presenta al llegar a lo alto son los restos arqueológicos de este importante yacimiento.
Yacimiento arqueológico de La Serreta.
El yacimiento arqueológico de La Serreta, que corresponde a la época del ibérico antiguo y pleno y romano, está situado en el término municipal de Penàguila.
Sigo la senda, en dirección oeste, ahora en ascenso mucho más suave, hasta la cima.
Me encuentro, a continuación, con dos elementos que recuerdan al arqueólogo que trabajó en el yacimiento de esta sierra: un monolito en su memoria y las ruinas de la pequeña casa en la que se refugiaba en los momentos de su actividad.
Nace en el seno de una familia acomodada. Tras finalizar su formación escolar en Alcoy, desde 1889 cursa estudios de bachillerato en el Instituto de Alicante. Alrededor de 1906 se establece en Madrid, donde… (Leer más: El Arqueólogo)
Me dirijo, por la vereda, en dirección oeste y, a pocos metros, llego al vértice geodésico.
Justo en la confluencia de los tres municipios se encuentra la cúspide de este macizo, Serreta, con sus 1052 metros sobre el nivel del mar. Con unas magníficas vistas a sierras como El Puig de les Florencies, el Parque Natural de la Font Roja, Sierra de Mariola, Sierra del Benicadell, Sierra de Almudaina, La Serrella, Sierra de Aixortá, Aitana, etc… Y poblaciones como Alcoy, Cocentaina, Muro de Alcoy, Benilloba, Penáguila, Benifallim, etc…
Comienzo el regreso al punto de partida; sólo hay que deshacer los pasos andados.
La única novedad es la que, faltando apenas 300 metros para llegar al vehículo, tomo un desvío a la derecha que me conduce a la Fuente de la Salud.
Fuente de la Salud (Font de la Salut, en valenciano).
Área forestal cubierta de chopos y pinos, ubicada, en el noroeste, a los pies de la Serreta, desde donde brota una de las fuentes más emblemáticas para los alcoyanos.
Lugar bien señalizado e ideal para iniciar la ruta a La Serreta y su poblado íbero.
Después del disfrute de esta fuente (siempre que la he visitado tiene abundante agua), me encamino por uno de los senderos que me lleva a la carretera en la que está el auto. Salgo a la altura de una masía y sigo por asfalto hasta llegar al lugar donde tengo el vehículo.Ahora ya ha subido la temperatura y el display marca 5º.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto que sí. Han sido, entre unas cosas y otras, casi 9 kilómetros muy interesantes, con un desnivel de 430 metros, en una mañana fría pero muy luminosa y todo ello hecho en un tiempo más que aceptable.
Nace en el seno de una familia acomodada. Tras finalizar su formación escolar en Alcoy, desde 1889 cursa estudios de bachillerato en el Instituto de Alicante. Alrededor de 1906 se establece en Madrid, donde alterna sus negocios con la práctica de deportes y actividades que le inician en el estudio de la Geología. A principios de la segunda década del siglo XX se instala definitivamente en Alcoy, dedicado a la administración de las rentas de su patrimonio familiar y ejerciendo de forma eventual como profesor del gimnasio municipal. Será ahora cuando dedique gran parte de su tiempo a recorrer la geografía comarcal, realizando estudios geológicos y recogiendo fósiles.
En su faceta como arqueólogo, C. Visedo Moltó destacó por sus excursiones y prospecciones arqueológicas por los alrededores de Alcoy: el Cabeço de Mariola (Alfafara-Bocairent), el Puig (Alcoy), L’Ull del Moro (Alcoy), la Mola de Agres, entre otras, fueron las estaciones prehistóricas a las que dedicó sus primeros trabajos. Fruto de esas exploraciones, en 1917 descubre unas cerámicas ibéricas en el monte de La Serreta, próximo a Alcoy, en el que realizaría excavaciones arqueológicas —autorizadas por la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades— desde el año 1920, y donde a lo largo de más de quince campañas de trabajos localizó hallazgos tan espectaculares como la lámina de plomo con inscripción greco-ibérica Serreta I, o los exvotos de terracota recuperados en el área del santuario que se sitúa en la cumbre de dicho monte. En años sucesivos documenta y recupera numerosos testimonios arqueológicos de su entorno más inmediato, hallazgos éstos que conservó y exhibió en su domicilio, difundiendo sus colecciones y conocimientos en alrededor de cuarenta artículos y monografías. A inicios de los años cuarenta del siglo XX colaboró decididamente en la creación del Museo Arqueológico Municipal de Alcoy (1945), del cual fue su primer conservador, institución que hoy lleva su nombre y que a la muerte de Visedo (1958) recibió en donación el legado de sus colecciones. En 1947 fue designado comisario local de Excavaciones Arqueológicas por la Dirección General de Bellas Artes.
Mantuvo contactos e intercambió conocimientos con destacadas personalidades de la Arqueología de su tiempo (F. Almarche Vázquez, P. Bosch Gimpera, M. Gómez Moreno, N. Gómez Serrano, L. Pericot García, etc.). En el IV Congreso Internacional de Arqueología, celebrado en Barcelona en 1929, presentó una selección de sus hallazgos y leyó una comunicación sobre la Prehistoria y la Antigüedad de Alcoy. Igualmente participó en los congresos arqueológicos del Sudeste, entre 1946 y 1950, en los que dio a conocer los resultados de alguna de sus investigaciones.
Camilo Visedo Moltó, un hombre modesto y de formación autodidacta, fue un pionero en su actividad dirigida al estudio y la divulgación del patrimonio arqueológico y paleontológico de las comarcas centro meridionales valencianas; también fue una personalidad destacada en los ambientes culturales de su tierra. En 1921 fue nombrado director correspondiente en Alcoy del Centro de Cultura Valenciana, y en 1937 delegado del Institut d’Estudis Valencians. Su colaboración con el Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia, le valió el nombramiento de agregado en el año 1940. En 1956 le fue impuesta la Encomienda de Alfonso X el Sabio.
El yacimiento arqueológico de La Serreta, que corresponde a la época del ibérico antiguo y pleno y Romano, está situado en el término municipal de Penàguila.
Constituye un doble yacimiento, un poblado y un santuario. En 1917 fue descubierto el yacimiento, excavado por Camilo Visedo y declarado Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 1931. En la década de los años 1950 fue nuevamente excavado por Visedo y en los 1960 por M. Tarradell.
Los principales materiales están depositados en el Museo arqueológico Camilo Visedo, que lleva el nombre del principal excavador del yacimiento. De aquí proceden seis plomos escritos en alfabeto greco-ibérico.
CARA ‘B’ DEL PLOMO Nª1 EN ALFABETO GRECO-IBÉRICO
El yacimiento también ha proporcionado interesantes terracotas y cerámicas ibéricas, y de importación (griegas, púnicas, campanienses).
Se pueden observar restos de habitación, de planta cuadrangular, ordenados en largas filas. En el extremo occidental se localizan los restos del santuario, situado por Visedo en la porción más alta, actualmente señalada por un vértice geodésico, en cuyas inmediaciones se encontraron numerosos exvotos (ofrendas) ibéricos en terracota. Se describen restos de un edificio situado a 100 m, que podría corresponder al santuario de época romana.
CERÁMICATERRACOTA
Desde la zona del santuario se puede observar la cumbre de la Sierra de Aixortá, que señala la salida del sol en los equinoccios, lo que para algunos astrónomos podría tener alguna significación especial.
En 1987 fue descubierta la necrópolis, que ha sido sistemáticamente excavada con el descubrimiento de 80 sepulturas, principalmente del siglo IV aC. Los ajuares son de gran variedad y riqueza. Es de destacar la falcata de la tumba 53, con una preciosa empuñadura.
Hasta la vertiente norte de la Sierra de la Argueña (en algunos mapas, Argüeña), término municipal de Castalla, hemos llegado Paco, Pedro, Jesús, Reme y yo, concretamente al entorno de la Font de la Carrasca, para realizar un recorrido por estos parajes y disfrutar de algunos de los puntos de interés de esta serranía.
Tomamos la pista, dejando atrás la fuente y el depósito de agua contra incendios, que nos lleva, en ascenso, hasta el Mas del Carrascal.
Esta masía es una de las edificaciones de esta sierra mejor conservadas, grandes jardines alrededor de la vivienda, una fuente, un extenso terreno de pinar y unos campos de cultivo cuidados al extremo.
La casa principal y la ermita (dedicada a Nuestra Señora de las Nieves), adosada en su lado izquierdo, fueron restauradas por el propietario de la finca, un industrial de Castalla, entre los años 2011 y 2012. Tras la restauración, donde sólo se encontraba un hueco de acceso a la ermita con puerta dintelada, existe ahora un ventanal y sobre éste, un hueco con arco de medio punto que alberga la campana fundida en 2012.
Seguimos nuestro camino por la pista que sube hasta el Pou de Neu del Carrascal.
Se trata de una construcción subterránea, con un plano de planta circular, cubierta con una bóveda y reforzada de paredes de mampostería de piedra, mortero y cal. La estructura exterior es un techo piramidal en seis aguas.
La familia Berbegal Roque la restauró en el año 2010, sirviéndose de las piedras originales.
Dos curiosidades: La cubierta es de forma hexagonal y la estructura interior es neogótica.
Volvemos a la pista y, en una de las varias y exigentes subidas, llegamos hasta el Collado de las Hermosas, donde hacemos una pequeña pausa.
Continuamos el ascenso, un pequeño collado y tomamos la pista ‘Camino de la Replana’, otra brutal subida.
La mañana está muy brumosa y las vistas de las sierras vecinas apenas se pueden contemplar.
Terminamos el ascenso y ahora la pista nos lleva, con mucho menos desnivel, al cerro donde se encuentra el vértice geodésico, con sus 1229 metros sobre el nivel del mar.
En este punto hacemos otra parada, aprovechando para el refresco y las ya tradicionales fotos en lo alto.
Dejamos el vértice e iniciamos el regreso.
En esta ocasión lo realizamos por el sendero que, en dirección sur, nos lleva hasta la Peñas del Quixal.
Desde esta altura se puede contemplar el gran cortafuego que atraviesa la sierra y la enorme extensión de pinos de la umbría de la Font del Llop, así como, y a pesar de la niebla, los montes de Carrión y la Sierra del Fraile.
Ya son las 12:29 y aprovechamos, antes de comenzar el descenso por la senda que zigzaguea por todo el cortafuegos, para realizarnos otra instantánea grupal.
Si los ascensos realizados hasta el momento eran bastante ‘tocapelotas’… el descenso por veredas pedregosas y resbaladizas, a través del corta fuegos, es totalmente ‘tocahuevos de cojones’.
Una vez superado este tramo del recorrido accedemos, a mano derecha, a la pista que, por la umbría, nos lleva nuevamente al Pou de Neu del Carrascal.
Ahora ya todo es mucho más sencillo, volvemos al camino que pasa por la puerta del Mas del Carrascal…
El regreso al auto lo hacemos por la pista que rodea el Cabezo Paella y nos conduce a la entrada de la Font de la Carrasca, que es donde se encuentra el vehículo.
Volvemos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente recomendable. Han sido cerca de 9 kilómetros, con un desnivel de 450 metros, en una mañana estupenda y con una compañía inmejorable.
Un lunes más de caminata en solitario, la ruta elegida ha sido mitad marcha por la sierra, mitad recorrido urbano. Un itinerario realmente sencillo y no demasiado complicado, aunque sí muy interesante.
He aparcado el coche en el Paraje de la Ermita de San Cristóbal, en la pedanía de Estación Norte, en la población de Cocentaina, y, desde aquí, ha comenzado mi travesía.
Cocentaina, capital de la comarca de El Comtat, entre la bruma
Cocentaina
Se encuentra al norte de la provincia de Alicante y es la capital de la comarca que lleva su nombre El Condado de Cocentaina (El Comtat). A su municipio pertenecen las pedanías de Alcúdia, Algars, Alqueríes de Benifloret, Estació Nord, Gormaig, Penella y Poble Nou de Sant Rafel.
Su historia:
Ya en el paleolítico, neolítico y época prerromana fue una ubicación muy importante y estratégica. En Cocentaina hay tres abrigos con pinturas rupestres, el de Alberri, el de la Paella y el de la Penya Banyá. Declarados Patrimonio de la Humanidad en 1998. También están ubicados algunos yacimientos ibéricos de máxima importancia como…
Desde la zona recreativa comienzo el ascenso por la pista asfaltada de subida al castillo, en plena umbría de esta pequeña sierra, rodeada de pinos, almendros, olivos, etc… y hermosas casas residenciales.
Muro de Alcoy y, al fondo, la Sierra del Benicadell
Sin demasiada dificultad y con bonitas vistas de las serranías y pueblos del alrededor, llego a la zona del castillo.
Un último tramo de losas, en zigzag, me lleva hasta esta fortificación.
Castillo de Cocentaina
Se encuentra situado en el cerro de San Cristóbal, es un edificio de estilo gótico valenciano militar. Construido a finales del siglo XIII y principios del XIV, sobre los restos de otras construcciones defensivas anteriores de origen musulmán. En la revuelta mudéjar de 1303 fue saqueado e incendiado.
Se trata de una gran torre cuadrada de 13,5 metros de lado por 12 metros de altura sentada sobre un talud de sillería que varía entre 2 y 4 metros de altura. Todas las partes y estancias importantes están construidos de sillería, el resto de mampostería. Tiene dos plantas, la primera consta de patio de luces con un aljibe y dos aspilleras, una habitación cuadrada y otra rectangular. En el primer piso se repiten las estancias pero con ventanas geminadas al exterior. La parte alta es todo una terraza.
Recientemente ha sido completamente restaurado y en su interior se ha ubicado una muestra de restos arqueológicos encontrados en esta zona.
Un buen rato allí arriba contemplando con deleite las panorámicas… y comienzo el descenso por la ladera sur.
Una senda bastante sencilla que me acerca hasta la Ermita de Santa Bárbara.
Ermita de Santa Bárbara
De los edificios religiosos que se conocen de época medieval en la villa de Cocentaina, destaca la ermita de Santa Bárbara. Situada en el paraje que recibe el mismo nombre, se trata de un edificio religioso de conquista, que data del siglo XIII y de la primera mitad del XIV, el cual presenta una planta de una sola nave de cuatro crujías, separadas por arcos de diafragma que generan contrafuertes en el exterior que se cierran con una cubierta de madera a dos aguas y una única entrada mediante un arco de medio punto.
Desde el punto de vista arquitectónico se ha clasificado esta ermita de como una iglesia de conquistapor coincidir con el momento de pleno asentamiento y dominio de los cristianos.
Actualmente, la ermita es de propiedad municipal y no está destinada al culto desde la jubilación de la última ermitaña, la cual se ocupó del cuidado del templo hasta la década de los años setenta del siglo pasado. En la festividad de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre, se celebra la Corriola, fiesta popular en la cual es tradicional comer una rosca de pan y embutido, el volteo de la campana, el paseo por los parajes y beber en la fuente.
Una vuelta por esta magnífica zona recreativa y ahora, por la Vereda de la Palizana, llego a la entrada del pueblo.
Aquí se encuentra esta magnífica Cruz de Piedra, llamada de ‘El Teular’.
Por entre las callejuelas del casco antiguo llego a la Plaza de San Miguel y a la fachada norte, a la torre y al campanario de la Iglesia del Salvador.
Iglesia del Salvador
La Iglesia del Salvador de Cocentaina fue construida sobre la antigua mezquita en la segunda mitad del siglo XVI. Se trata de un templo renacentista con una gran unidad espacial, «a lo romano», como se establecía en las capitulaciones para su construcción.
Se compone de una sola nave con cuatro tramos y capillas entre contrafuertes, en la que destacan los arcos fajones apoyados sobre ménsulas, los arcos de embocadura de las capillas y otros detalles renacentistas sobre los que se superponen figuras y dorados barrocos.
La capilla de la Comunión fue construida en el siglo XVIII. En el interior hay azulejos también del siglo XVIII y pinturas del siglo XVII de N. Borrás y de F. Ribalta. El campanario, situado en la parte posterior, es de poca altura y de planta cuadrada, construido de sillería, sin ornamento alguno excepto en el cuerpo de campanas que tiene pilastras ligeramente resaltadas.
Sigo callejeando y llego a la Plaza Vener Escuder, donde se encuentra el Palacio Condal de Cocentaina y el Monasterio de la Madre de Dios del Milagro.
Palacio de los Condes de Cocentaina
Construido sobre un antiguo edificio musulmán del siglo XII. El primer edificio gótico fue construido en la segunda mitad del siglo XIII por el gran Almirante de la Corona de Aragón, Roger de Lauria, primer señor feudal de la Villa de Cocentaina. En la segunda mitad del siglo XV, cuando Cocentaina pasa a ser Condado y propiedad de la familia Corella, se realizan grandes obras de reforma y ampliación dándole el aspecto que vemos hoy en día.
En el Patio existe en su lado sur la única parte que se construyó del claustro que debería recorrerlo todo, consta de cinco vanos arquivoltados en semi columnas de fuste liso sobre pedestal. Esta obra clasicista data de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII.
De este Palacio tenemos que destacar por su importancia artística y arquitectónica la Capilla de San Antonio Abad. Contiene un retablo de principios del siglo XVII obra del pintor contestano Nicolás Borrás; existen referencias documentales de esta capilla a partir del siglo XIV.
La Sala Dorada, situada en el piso principal de la torre del Homenaje.
Los llamados Salones de Embajadores pueden servir como ejemplo de decoración renacentista. Precisamente en el ángulo de uno de estos salones se abre una pequeña puerta que conduce a una escalera de caracol; al bajarla encontramos otra puerta, que da acceso a la Tribuna de los Condes. Es una pequeña habitación con una gran abertura a modo de ventana desde la cual se domina la Capilla de San Antonio Abad.
Monasterio de la Madre de Dios del Milagro
El Monasterio de la Virgen del Milagro ocupa parte del Palacio de los Condes, siendo, desde el punto de vista artístico, el Monasterio la parte más interesante. Se inició su construcción el 20 de septiembre de 1656 y el 20 de enero de 1670 era trasladada la Virgen del Milagro a su nuevo templo, por lo que se deduce que deberían estar terminadas las obras. La fachada se caracteriza por la total ausencia de decoración; una enorme portalada de medio punto da acceso al Monasterio.
En su interior existen varias obras de arte; de ellas merece especial mención el retablo gótico del S. XV de Santa Ana con María y el Niño. Un icono bizantino del S. XVI de la Virgen Hodigitria, así como el reclinatorio del Conde. Hay que destacar la colección de cuadros del pintor napolitano Paolo de Mattei donados por el Conde de Cocentaina D. Francisco de Benavides en 1697. Otro artista italiano, Antonio Aliprandi, es el autor de la decoración de la Capilla Mayor, obra escenográfica de estilo barroco decorativo que llevó a cabo entre 1704 y 1705. También cabe señalar el zócalo de azulejos del S. XVII, el púlpito, la puerta de la sacristía, dos cuadros del camarín y una lápida de mármoles con inscripción de bronce al pie del altar, así como un escudo de los Condes de Cocentaina de estuco policromado ubicado sobre el arco del presbiterio; acompañan al escudo dos figuras alegóricas y querubines, pintados en el mismo arco.
Ahora, por las calles de la Mare de Déu, de Pere Cetina y Sant Hipolit, llego hasta la Iglesia de Santa María.
Iglesia de Santa María
Se fundó en el siglo XIII, fue reconstruida en el XVI y reedificada en 1666 en estilo barroco, contando con obras de reformas y ampliaciones entre los siglos XVIII y XIX.
Se trata de una iglesia de una sola nave con cinco tramos y cubierta con bóveda de cañón con arcos fajones y lunetos. Dispone a sus lados de capillas laterales entre contrafuertes cubiertas con bóvedas vaídas. La cúpula del crucero, sobre pechinas, es chata desde el interior y cuenta, al modo barroco, con un corredor perimetral que se repite en la nave y el crucero.
El exterior dispone de dos portadas: una, clásica y otra barroca, ambas de piedra.
La torre campanario es de cinco cuerpos rematada mediante adornos con pináculos, pilastras estriadas y hojas de acanto.
Dejo esta iglesia por la calle Pintor J. Espinosa y accedo a la Plaza de la Font.
Plaza de la fuente
En medio del entramado de calles que ofrece el casco histórico de Cocentaina se encuentra esta plaza. Rodeada de edificios antiguos no muy altos, con su fuente de varios caños en la parte baja y encarada a un lavadero municipal bien grande, que denota la gran importancia y el mucho uso que tuvo hace muchas décadas. Hoy día el ruido de sus aguas ameniza a los paseantes.
Salgo del centro urbano por la Avenida de Xátiva, giro a la izquierda por la calle Subida a San Cristóbal.
Un ascenso más o menos importante, por asfalto y por vereda, que me hace pasar por la puerta del cementerio municipal y, un kilómetro después, llegar al Paraje de San Cristóbal.
Ermita y zona recreativa de San Cristóbal
La construcción de la ermita es de finales del siglo XIV. El edificio tiene planta rectangular de 11,70 x 2,80 metros, compuesto por una nave oratorio, sacristía y casa/hostal, esta última destinada en un principio como residencia del ermitaño y actualmente como restaurante. En el altar principal hay un retablo de San Cristóbal pintado en 1815 por Soler y Diego, escribano de Cocentaina, restaurado en el año 1995.
Cuenta la leyenda que a mediados del siglo XV vivía el ermitaño Pedro Juan Escuder, personaje mítico en Cocentaina por sus profecías.
El área recreativa que rodea la ermita se ha convertido en un lugar de ocio importante, habilitado para uso y disfrute del visitante. Hay una gran zona infantil, un amplio espacio con barbacoas, mesas y bancos, aseos y un par de fuentes de agua potable.
Un paseo por los jardines de la zona recreativa y regreso al auto.
Vuelta a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido aproximadamente 9 kilómetros (entre unas cosas y otras), con un desnivel que supera los 450 metros, en un día super estupendo, unos paisajes preciosos y un recorrido magnífico por parte de la historia de Cocentaina (aún han quedado muchos puntos de interés). Esta es una ruta que he de hacerla en compañía; merece la pena.
Para este jueves de febrero, Jesús, Paco, Reme y yo, nos hemos dirigido a la población de Alcalalí para iniciar una caminata por la zona, con la esperanza de encontrar sus campos de almendros en plena floración y visitar algunos de los puntos de interés en los alrededores.
Alcalalí.
Municipio de la Comunidad Valenciana. Perteneciente a la provincia de Alicante, situado en la comarca de la Marina Alta. Geográficamente Alcalalí se encuentra enclavado en el Valle de Pop, por el que discurre el río Jalón o Gorgos. Tiene una altitud de 240 metros sobre el nivel del mar.
Dejamos el auto a la entrada del pueblo, en el aparcamiento del Passeig del Pou y entramos en el centro urbano.
Allí, en la Plaça del Ajuntament, nos encontramos con estas dos interesantes edificaciones…
Torre Medieval.
Los habitantes de Alcalalí y de la Vall de Pop fueron víctimas de frecuentes ataques de piratas y bandoleros cuyo acceso natural a estas tierras se producía desde el azagador real del “Coll de Rates”. Para protegerse de estas invasiones, a finales del S. XIV, principios del S. XV, Mosen Pedro de Castellví, soberano de Alcalalí y Jalón, y su esposa Yolanda Pardo, mandaron construir una torre con pie de 6 x 8 metros y 18 metros de alto, a 38 metros del río Gorgos, situada sobre la colina de Alcalalí, con fines principales de vigía y último refugio bastión de defensa.
Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora.
Templo de traza neoclásica construido en el siglo XVIII. Se encuentra en la plaza del ayuntamiento y su fachada fue rehabilitada en el año 1988.
Ahora, dejamos el centro y nos dirigimos hacia el río Gorgos o Jalón.
Lleva abundante agua y se nos hace bastante dificultoso atravesarlo por el paso elegido. Intentamos buscar otro lugar para cruzarlo y damos algún rodeo que otro sin sentido hasta que encontramos otro paso mucho más cómodo, no sin antes hacer una parada por esta fuente y estos dos miradores…
Mirador del Ravalet, Font de la Cava y Mirador de Terrer.
Por fin, y cruzando por la pasarela de las instantáneas, damos paso al otro margen del Gorgos.
Nos encontramos ahora en una zona de campos de cultivo, con numerosas fincas de almendros. En esta ocasión no hemos tenido suerte de encontrarlos en plena floración; muy pocos con algo de flor y la gran mayoría comenzando a verdear.
Abundan también los cultivos de frutales como la naranja, la mandarina, el limón, etc…
Nosotros caminamos por pista asfaltada, en dirección sur, por la zona llamada de Els Tossals.
A la altura del Barranco del Negre, en un cruce, tomamos la senda del…
Camí Vell de Xaló a Tárbena.
Este camino ponía en contacto estas dos poblaciones y a nosotros nos llevará en una potente subida al siguiente punto de interés de nuestra caminata, el mirador de Coll de Rates.
Este ascenso, desde su inicio hasta el collado, tiene 2 kilómetros de recorrido y un desnivel de unos 300 metros.
Llegamos, por fin, con la lengua fuera, jejeje, al…
Coll de Rates.
Collado entre las sierras del Ferrer y de Besa (este) y la sierra del Carrascar de Parcent (oeste), divisoria entre las comarcas alicantinas de la Marina Alta (norte) y la Marina Baja (sur).
El collado está situado a 628 metros de altura y por él discurre la carretera CV-715 que une los municipios de Tárbena y Parcent.
Un ratillo en lo alto, bebiendo y tomando alguna fruta, barrita energética o fruto seco y contemplando la inmensidad del Valle de Pop. Comenzamos ahora el regreso; en esta ocasión, desandamos nuestros pasos y tomamos, en una bifurcación, la opción de descender por el…
Camí de la Pansa o de les Revoltes.
Una senda estrecha y zigzagueante que, en brutal descenso, nos lleva, por la zona de l’Estepar y del Blaquer, hasta el Camí del Pou.
Vamos justos de tiempo si queremos llegar al pueblo y comer a buena hora (perdimos bastante buscando un cruce del río), así que descendemos sin hacer ninguna pausa para el descanso.
Una vez en el Camí del Pou, ya prácticamente sin desnivel, nos dirigimos hacia el pueblo de Parcent.
A la entrada a la población nos encontramos con el…
Pou del Assegador.
Este pozo, rodeado de pequeñas balsitas, servía como abrevadero del ganado.
Justo antes de la entrada a Parcent, tomamos un desvío, a mano derecha, que nos lleva, por el Camí del Molló, a la población de Alcalalí, pasando antes por la…
Ermita de Sant Joan de la Mosquera.
La partida rural “Mosquera” acogió una alquería morisca bajo este mismo nombre. El poblado llegó a contar con treinta casas en 1577, diversos riuraus (construcción rural característica de la comarca, relacionada con la producción de pasa), la era, la tahona, la almazara y diversas infraestructuras agrícolas e hidráulicas como un pozo y una noria. Precisamente en 1577, Juan de Ribera erigió la ermita de “Sant Joan de la Mosquera” y escogió como patrono a San Juan el Precursor, por tratarse de un santo de fácil aceptación para quienes renunciaban a la ley coránica y aceptaban el cristianismo. La alquería de la Mosquera quedó totalmente despoblada en 1609, tras el bando de expulsión dictado por el rey Felipe III. El destierro morisco puso fin a siglos de convivencia arrancando a un pueblo de la que era su tierra.
Seguimos la pista y cruzamos el río, ahora por puente de piedra.
Al otro lado, ya muy cerca del municipio, tenemos el Pou i la Bassa de Reg, construido para el riego de las huertas de los alrededores
Entramos en el pueblo y en uno de los bares, cerca del ayuntamiento, comemos, bebemos, charlamos, reímos y, después, nos dirigimos al coche y…
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido un total de 12’5 kilómetros, con un desnivel de 436 metros (de los que 300 metros se los ha llevado el Camí de Xaló a Tárbena), en una mañana espléndida y con una compañía de lujo.
AL FONDO, LA SIERRA DE MARIOLA CON EL MONTCABRER NEVADO
Desde que hace unos días notificaban que se habían producido nevadas en las cumbres de Alicante, yo tenía el come-come de hacer una caminata por el blanco elemento. Hoy, por fin, y aunque no las tenía todas conmigo, me he dirigido al techo de la provincia con el fin de realizar una ruta y matar el gusanillo.
Llego hasta las inmediaciones de Alcoy, paso por Benifallim y Penáguila, tomo, finalmente, la carretera CV-785 que lleva al Port de Tudons.
Aunque no he madrugado demasiado para no encontrar el asfalto helado, aún me he tropezado, en los últimos tramos de carretera, con alguna que otra placa de hielo.
Una vez en el Port de Tudons, tomo la CV-770, que lleva hasta Alcoleja, y a unos 250 metros, a mano derecha, entro en una pista semi asfaltada (Camí d’Aitana) que me acerca hasta una replana, donde aparco el auto, y es aquí donde comienza mi caminata por la Sierra de Aitana.
Las heladas de la noche me ofrecen todo el alrededor escarchado pero… ni rastro de nieve.
Llego, en mi ascenso, al Corralet de Piscul; en este espacio despejado y alrededor de esta construcción semi derruida se pueden admirar las bellas panorámicas de las serranías de la cara norte de esta montaña.
A medida que se asciende, la pista se encuentra cada vez más embarrada y tan sólo en las cumbres se presentan alguna manchas nevadas.
La verdad es que, hasta la Font de l’Arbre, todo lo que encuentro es fango que hace bastante incómodo el caminar.
Una pequeñísima parada en el área recreativa de la fuente y aprovecho que hay gente para pedir una foto de cuerpo entero, jejeje
Imagino que las personas que han llegado hasta esta zona esperaban encontrarse, como yo, dos cosas… la nieve (de momento, nada de nada) y la fuente (Díos, juro que había una fuente!!!)
Un poco desanimado, la verdad; incluso me llego a plantear dar media vuelta y volver al punto de inicio.
Pero me animo y continúo por la pista que lleva a la Font de la Forata y a la cima.
He hecho bien en tomar esa decisión. Ya comienza la pista a tener los márgenes llenos del blanco elemento. Aquí se nota que en días anteriores han habido excursionistas y visitantes que han hecho sus muñequitos de nieve.
Conforme avanzo y asciendo la nieve ocupa más superficie, tanto en los campos como en el camino.
Ahora sí, esto es una auténtica gozada!!!
Quien me conoce sabe que esto para mi es una pasada total y disfruto como un enano.
Llega un punto en la pista que la nieve se ha convertido en hielo y hace bastante complicado el avance.
Dos o tres resbalones, a punto de caída, me hacen plantearme el no arriesgar a tener una lesión, no llegar hasta la Font de la Forata (que era el fin de trayecto planificado) y dar, ahora sí, media vuelta y regresar al lugar de partida y al coche.
El regreso se hace exactamente por la misma pista del comienzo, llevando un cuidado extremo y evitando que, al ser ahora descenso, no se produzca ningún fatídico resbalón.
Al pasar nuevamente por el área recreativa y la ¿fuente? de l’Arbre, el camino se transforma en un barrizal de enormes dimensiones que llego a pensar qué es más peligroso… patinar por el hielo o resbalar por el lodo?
Realmente hay que decir que esta caminata no tiene ninguna complicación cuando se realiza en condiciones normales.
Paso por el Corralet del Piscul, por el último tramo asfaltado y llego, al fin, al auto.
Regreso a Alicante.
AL FONDO, EN LO ALTO, LA ERMITA DE VILLA SERRA
Valoración: 3***
Recomendable: Vamos, una ruta con nieve? Como para no recomendarla. Por supuesto!!! Han sido 12 kilómetros, con un desnivel de 400 metros y realizada en un tiempo más que aceptable.
En este frío, desapacible y lluvioso jueves de febrero, Jesús, Reme, Paco y yo, nos hemos reunido en el punto de encuentro con el fin de dirigirnos al lugar de inicio de la caminata que estaba prevista para este día.
Hemos llegado a la Font de Mariola, en el Parque Natural de la Sierra homónima, emplazamiento donde debía comenzar nuestra ruta.
Aquí, la lluvia arreciaba, el frío era intenso y la pista rezumaba agua por todas partes.
Momentos de gran frustración en los que cambiamos el plan, abandonamos la idea de realizar la ruta estipulada y la dejamos para otro día menos incómodo.
Teniendo la población de Bocairent bastante próxima, decidimos acercarnos hasta la misma y ver qué podíamos hacer una vez llegáramos a ella.
BOCAIRENT.
Llegamos al municipio. El aguacero sigue siendo tan persistente como en la Font de Mariola. Aquí, al menos, podemos guarecernos en alguna cafetería hasta que escampe o mejore.
Dejamos el auto en un pequeño callejón; cerca del Bar Solbes, donde entramos y, esperando que calme, nos hemos hecho un ‘esmorzaret’ (de categoría, tete!!!)
Parece que amaina (bueno, sólo lo parece) y nos decidimos a hacer un recorrido por el barrio medieval.
Pasamos por l’Arc de Bocairent o l’Arc del aigua, un portal de estilo mozárabe que da la entrada a la plaza del ayuntamiento.
Esta plaza es un espacio, aunque pequeño, centro de todas las actividades festivas y culturales de la población; en ella se encuentra el ayuntamiento, la oficina de turismo, la policía local y algunas cafeterías y tabernas.También, desde aquí, se puede disfrutar de la vista de la torre campanario de la Esglesia de l’Assumpció de Santa María.
Subimos por la calle de Mossén Hilario para llegar al mirador, delante de la iglesia, para contemplar la Ermita del Santo Cristo y su vía crucis, en el cerro que la población tiene enfrente.
Ahora, por la calle Abadía llegamos a la Plaza de San Vicente.
Circulando por las calles San Juan, travesía de San Juan, travesía de la Virgen de Agosto, Mirador, Muret, Algibe, Batlle, etc…, por los edificios de la Ermita de Sant Joan, la Iglesia de los Desamparados, la Casa del Poeta Ibm Ruhaim, las casas medievales, etc…
Algunos miradores para observar les Covetes dels Moros.
Diferentes rincones, callejones y numerosas fuentes, con sus decoraciones florales y sus originales puertas, que hacen de este lugar una verdadera joya.
No es que hayamos hecho un recorrido exhaustivo por este barrio medieval pero sí suficiente para llevarnos una muy buena impresión y muchas ganas de volver a profundizar.
A medida que pateamos las calles, la lluvia ha cesado y el día ha comenzado a mejorar.
Ya cerca de las 13:30 hemos abandonado el recinto medieval y nos hemos dirigido al auto y hemos comenzado el regreso a Alicante.
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Antes de tirar cada mochuelo a su olivo, hemos hecho una parada en el restaurante Xirau, en el Maigmó, para comer.
Hoy ha sido una ruta más turística y gastronómica que senderista (otra vez será!!!)
Valoración 3***
Recomendable: Claro que sí. Hoy no hay ni total de kilómetros, ni desnivel… Pero sí buena compañía y momentos muy agradables.
Para este lunes, sexto día del mes, que, a nivel personal, tiene un significado emocional muy fuerte, he optado por una salida en solitario por el extremo noroeste de la Sierra de Mariola.
Una caminata que ha tenido como punto de inicio el aparcamiento del campo de futbol de la población de Bocairent y que me ha llevado, por esta zona de la serranía, a recorrer distintos lugares de interés.
Dejo el auto en el parking y tomo la pista cementada que asciende, entre campos de cultivo, casonas y chalés, hacia el interior del Parque Natural de Mariola.
El cemento da paso a un sendero, más estrecho y, en ocasiones, pedregoso, que me lleva en paralelo a la carretera CV-794, la que comunica Bocairent con Alcoi, y que en algunos tramos también es la GR 7.
Al llegar a la carretera, yo circulo por la senda que va en paralelo a ella y en el kilómetro 2’9 de la misma tomo una entrada, a mano izquierda, que me conduce, por asfalto y en una subida algo más intensa, al vértice geodésico.
A medida que se sube las vistas de los campos y sierras del alrededor se muestran con más claridad; a pesar del día tan nublado, se distinguen las sierras de la Solana, la de Beneixama, de la Fontanella, la peña La Blasca, la peña del Montcabrer, etc…
Finalmente llego hasta el vértice geodésico, Sant Jaume, con sus 956 metros sobre el nivel del mar.
Unos metros más al norte se encuentra La Creueta, una cruz conmemorativa que se eleva entre las rocas y mira hacia la población de Bocairent, mostrando con todo su esplendor la localidad.
Apenas unos minutos en lo alto (cuando he llegado la temperatura era de 2º) y retomo el itinerario marcado.
Deshago mis pasos y vuelvo a la carretera, CV-794, y a la senda que va en paralelo.
Ahora, a unos 600 metros, tomo otro desvío, a mano izquierda, que me lleva hasta la Ermita de Santa Bárbara.
Esta ermita es, de todas las que pertenecen al término de Bocairent, la menos antigua ya que se trata de una construcción de finales del siglo XIX y principios de XX, y está adosada a una casa de estilo señorial.
Unas cuantas instantáneas en los alrededores de esta edificación y comienzo el regreso; esta vez por senderos, en dirección oeste, hacia Bocairent.
Los senderos me llevan, ahora en suave descenso, hasta la Fuente de la Coveta de Bocairent.
Unos minutos para el disfrute de esta fuente que rebosa abundante agua.
Y sigo mi camino en dirección al pueblo; el día se cierra por momentos y parece que comienza a lloviznar aguanieve.
La bajada por esta parte de la sierra me lleva hasta la Ermita de Sant Jaume.
Es una construcción del siglo XVI y sobre la puerta principal se puede contemplar un retablo de azulejos dedicado al santo. La ermita está rodeada de una hermosa arboleda.
Ahora sólo me queda seguir la pista de entrada al pueblo, unos cuantos desvíos, llegar al aparcamiento del campo de futbol y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Sin duda, muy recomendable. Han sido unos 11 kilómetros, con un desnivel cercano a 400 metros y todo ello realizado en un tiempo más que aceptable.
Para este primer jueves de febrero hemos optado por una caminata algo diferente.
Paco, Reme, Jesús y yo nos hemos dirigido hasta la población de Jávea/Xábia, municipio costero en el norte de la provincia de Alicante, en la comarca de la Marina Alta, para efectuar una ruta por el Cabo de San Antonio, en una mañana extremadamente luminosa, teniendo como telón de fondo el Mediterráneo.
Hemos dejado el coche en uno de los aparcamientos públicos de la población, junto a un mural dedicado a los trabajadores de la mar, nos hemos encaminado hasta la Playa de la Grava, hemos pasado por delante de la lonja y del puerto pesquero.
Llegamos hasta las puertas del restaurante Tangó y, en este mismo sitio, a mano izquierda, comenzamos el ascenso por una estrecha vereda, marcada por los colores de la PR-CV 355, que nos conduce, en un abrupto zigzag, hasta lo alto del Cabo de San Antonio.
El mar, presente en todo nuestro recorrido, le da una luminosidad especial a las instantáneas.
Hay que decir que las aguas que rodean esta lengua de tierra son Reserva Natural de los Fondos Marinos del Cabo de San Antonio.
Llegamos a uno de los muchos miradores de la zona. Desde aquí, además de poder disfrutar de la vista de Jávea y el Mediterráneo, se pueden observar distintas sierras de esta parte de la provincia como la Sierra del Montgó (en un primer e impresionante plano), Sierra de Ferrer, Sierra de Bernia, Peñón de Ifach, Puig Campana, etc…
Llegamos a la altura del faro y distintos miradores nos muestran algunos de los puntos costeros más llamativos, como el Morro Codina, Cap Martí, Isla del Portixol, el Cap Negre, etc…También, en días muy claros, se puede ver la silueta de la isla de Ibiza en el horizonte (se encuentra a 90 kilómetros)
Comenzamos ahora a caminar por la carretera del cabo, en dirección al interior, hacia el Santuario de la Mare de Déu dels Ángels.
Antes, una parada, a mano izquierda, para ver uno de los hornos de cal de la zona.
Llegamos hasta el Santuario. Aquí también una breve parada.
Estamos en el paraje llamado Las Planas; la gran peña del Montgó siempre omnipresente.
Por una pista, a mano izquierda, llegamos hasta la gran familia de molinos que pueblan la ladera suroeste del cabo.
La verdad es que nosotros desconocíamos la existencia de estas edificaciones.
Son un total de 11 molinos, construidos entre los siglos XIV y XVII, y servían para moler el trigo y otros cereales utilizando la fuerza eólica para ello.
Actualmente están en total desuso.
Después de visitar y admirar a estos gigantes, dignos de un Quijote levantino, iniciamos el regreso a Jávea.
Nos toca, con alguna que otra dificultad y despiste, descender por una pequeña y algo complicada senda, la llamada ‘Serpeta’, hasta llegar a las primeras casas del pueblo.
Ahora ya, por entre calles y avenidas, llegamos hasta el vehículo, dejamos los bártulos y, por la hora que es, buscamos un sitio para comer.
En la calle Santísimo Cristo del Mar encontramos un lugar muy agradable donde calmar nuestra hambre y nuestra sed, además de compartir charlas y risas.
Un punto final a esta aventura costera.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Claro que sí. Hoy hemos cambiado las sierras del interior por las vistas del mar. Un recorrido de algo más de 10 kilómetros, con un desnivel de 315 metros, la sorpresa de los molinos, la compañía de un nuevo senderista y todo ello en un día maravilloso.