Sierra del Molar-Vértice ‘La Plana’, en Wikiloc.

Una mañana fría y despejada que promete convertirse en un día caluroso, como viene siendo en los últimos diez días. Dejo el auto junto a las ruinas de la Ermita de San Francisco de Asís

Y desde aquí comienzo esta caminata por tierras de la Sierra del Molar.

Serranía sin mucha elevación en la que predomina el pino y el monte bajo. En sus alrededores se concentran granjas y campos de cultivo que se nutren de muchos azarbes, canales y acequias de riego.

La sierra pertenece a la pedanía ilicitana de La Marina.

Ésta limita al norte con Santa Pola y la partida de Daimés. Al sur se encuentran, a su vez, las poblaciones de Guardamar del Segura y San Fulgencio. Al oeste, el municipio de Dolores y la partida del Derramador. El mar Mediterráneo está al este.

La Marina comenzó a despegar como pedanía ilicitana a raíz de la desaparición del poblado de San Francisco de Asís.

Un templo en ruinas y algunas construcciones adosadas a la misma, son los únicos vestigios visibles de lo que fue en su día la población de San Francisco de Asís, partida rural situada al sureste de Elche ubicada en la Sierra del Molar, a unos 5 kilómetros al oeste de La Marina, en un paraje de tierras de cultivo y plantaciones de palmeras, se encuentran los restos de la ermita, a la que se accede por una pequeña carretera que sale a la izquierda de la CV-853, que desde La Marina llega hasta Elche.

Me adentro, a través de pistas y senderos, en plena sierra, sin máximas complicaciones.

En este espacio, que en su gran parte es un enorme coto de caza, también hay multitud de variantes y posibilidades de efectuar distintos recorridos.

Uno de ellos me lleva al llamado ‘Mirador del Molar’.

A mi alrededor se pueden contemplar las poblaciones de Elche, Crevillente y Santa Pola. También los parques naturales de El Hondo y Las Salinas de Santa Pola.

Ahora me dirijo, en dirección sureste, por el Camino de Guardamar, a las casas de la Plana y, desde aquí, accedo al vértice geodésico de esta sierra, ‘La Plana’, con sus apenas 89 m.s.n.m.

Las ya habituales instantáneas con el vértice y… comienzo mi regreso al coche.

Varios cruces, varios caminos y veredas hasta llegar a la pista que me llevó al interior de esta sierra.

Ahora ya sólo queda, de manera sencilla, llegar a la ermita, al coche y volver a casa.

Valoración: 2**

Recomendable: Por supuesto que sí. Cualquier recorrido que nos saque de casa y nos lleve a disfrutar de la naturaleza, merece la pena. Han sido 9 sencillos kilómetros, con un irrisorio desnivel y una mañana tremendamente luminosa.