2022-09-15 GAIANES-TURBALLOS, IGLESIAS, FUENTES, CASTILLO Y ALBUFERA

Gaianes-Turballos, iglesias, fuentes, castillo y albufera, en Wikiloc.

En este agradable jueves septembrino me he dirigido a la población de Gaianes, aún con restos en sus calles de las fiestas patronales que fueron el pasado fin de semana, para realizar la caminata que tenía prevista en este día.

Gaianes es un municipio alicantino que pertenece a la comarca del Comtat, y a la subcomarca de Perputxent, situado en la falda sur de la Sierra del Benicadell, limítrofe con poblaciones valencianas como Beniatjar y Otos.

Población de origen musulmán conquistada por el rey Jaime I de Aragón alrededor de 1244. Se le otorga carta puebla en 1611, tras la expulsión de los 279 moriscos.

Entre los espacios naturales y algunos de los monumentos de esta población, se encuentran:

  • Albufera de Gaianes, lugar de interés en la observación de aves.
  • Sierra del Benicadell.
  • Vía Verde del Serpis.
  • Río Serpis.
  • El Castillo de Gaianes, conocido como El Castellet.
  • Iglesia de San Jaime Apóstol.
  • Ermita de San Antonio de Paula.

Salgo de la localidad y me dirijo hacia el oeste por el camino del puerto de Albaida, una pista bastante cómoda que me hace recorrer numerosas fincas y campos de cultivo, principalmente de olivos y almendros.

La pista entra ahora en el término de Turballos, un municipio pedáneo de Muro de Alcoy.

1’7 km después ya me encuentro caminando por las calles de esta pequeña y fascinante pedanía.

Es un lugar muy singular por su aspecto, dado que parece que los años no hayan pasando por ella. Sus calles y casas conservan un estilo particular y encantador.

Entre algunos de los puntos de interés de Turballos está la Iglesia de San Francisco de Paula, la fuente de la plaza, el lavadero, etc… Precisamente el próximo fin de semana celebran sus fiestas patronales.

Ahora abandono el pueblo para, por pequeña vereda, acceder a la fuente y la balsa de Turballos.

Es difícil, siendo el mes que es, que tenga agua pero… aún así el caño desprende algunas gotas.

Sigo un pequeño camino hacia el norte primero, y al este después, hasta una pista en la que se encuentra, en una bifurcación, la fuente del Huito.

Tomo la senda, a la izquierda, y paso por una zona frondosa, llena de pinos y carrascas.

Llegados a este punto del itinerario, la ruta preparada en mi gps, sufre un inconveniente… El camino que me indica está cortado por una valla, una cerca, una alambrada y un cartel de ‘no pasar’.

La idea era acceder por el camino prohibido, y a través de distintas sendas, al Castellet (el Castillo de Gaianes), así que me toca improvisar.

Voy hacia el sur para encontrarme, nuevamente, con el camino al puerto de Albaida; el que me llevó hasta Turballos.

Camino en dirección a Gaianes y, más o menos, a 1’4 kilómetros giro a la izquierda y me incorporo a una subida (ufff, asfaltada) que me lleva directamente al Castellet.

Tampoco es que sea una construcción de máximo interés, pero me hacía ilusión visitarlo.

Esta pequeña fortaleza, cuyos orígenes son cristianos y de la que apenas quedan algunos lienzos en pie, debía servir para la vigilancia del río Serpis y parece ser que no se concluyó su construcción (allá por los siglos XIII y XIV).

Después de la visita al castillo, descendiendo por la misma pista asfaltada, tomando el camino del puerto de Albaida y, entre viejos olivos y ancianos almendros, este pobre montaraz, llega hasta Gaianes.

Hago una pausa en el área recreativa, cerca de la cruz, para beber, comer una fruta y calmar el calor, aunque es soportable, a la sombra de los árboles.

Atravieso el pueblo y llego al coche.

No, no vuelvo a casa…

Con el vehículo me dirijo hasta el paraje de la Albufera de Gaianes.

Aquí doy un paseo por esta hermosa finca (algo abandonada, la verdad) que tiene una pasarela de madera que te lleva hasta una caseta de observación de animales, principalmente aves, en plena albufera, muy cerca del río Serpis.

Ahora sí, regreso al coche y vuelvo a Alicante.

Valoración: 3***

Recomendable: Vamos, ni lo dudes. Han sido, entre unas cosas y otras, unos 11 kilómetros, con un desnivel de unos 220 metros, hechos en muy buen tiempo y con una jornada fabulosa.