2022-09-19 PANTANO DE ELCHE+PUENTES DE LOS CINCO Y LOS CUATRO OJOS

Pantano de Elche+Puentes de los Cinco y los Cuatro Ojos, Wikiloc.

Para este tercer lunes de septiembre también se ha realizado una caminata.

En esta ocasión, Pedro y yo, nos hemos acercado a Elche y, por el puente del Bicentenario, el camino de los Magros y el camino del Pantano, al parking del embalse de la ciudad, donde hemos aparcado el auto y ha comenzado nuestro recorrido siguiendo, río arriba, las aguas del Vinalopó hasta la presa y… mucho más allá.

Desde el aparcamiento nos dirigimos por el sendero que pasa entre el río y la ‘Sequia Mayor’ y que nos llevará hasta la presa.

Por momentos cruzamos la acequia, en otros el río, pero siempre acompañados por el sonido de las aguas corriendo a nuestro lado.

Hay en el recorrido lugares de abundante vegetación y otros donde el la erosión de las aguas nos muestra rocas con mágicas formas.

Nos encontramos, a nuestro paso, puentes, compuertas, restos de antiguos canales, acueductos y azarbes.

Llegamos hasta el Puente de Rodos, la palmera que llaman de ‘Set Braços’ y, en la roca, la imagen de la Virgen de la Asunción.

Todo este recorrido, novedoso para nosotros, está siendo sorprendente y atractivo.

Llegamos ahora a la explanada donde se encuentra, en un lugar rodeado de palmeras, el edificio de la Central Eléctrica de la Comunidad de Propietarios del Pantano. En una de sus fachadas está escrito el año 1922. Conclusión, el inmueble tiene 100 años.

Seguimos por el sendero y, a muy pocos metros, nos encontramos la presa, con su caída de agua.

Un lugar realmente con un atractivo muy especial.

Originalmente fue construida para retener las aguas de las avenidas del río Vinalopó, habituales con las lluvias torrenciales, y aprovechar estas aguas para su uso en regadíos. Han sido estas avenidas las que, a lo largo de la vida de la presa, se han encargado de colmarla de sedimento, disminuyendo la capacidad de retención de agua y obligando a varias limpiezas para recuperar la capacidad.

En 1995 reventó la compuerta reguladora, ocasionando una gran avalancha de fangos que contribuyó a vaciar la presa. En septiembre de 2007 se iniciaron los trabajos de rehabilitación de la presa con el fin de volver a retener agua, para crear un paraje natural tipo marjal, en el que vegetación y fauna se desarrollen. En marzo de 2008 la presa empieza a retener agua tras un periodo de 13 años prácticamente abandonada.

Por una tosca escalinata de piedra subimos a lo alto de la presa, cerca de la Casa del Pantanet, y accedemos a la pasarela flotante que nos muestra la belleza y la inmensidad del embalse, y nos traslada a la senda que rodea el pantano.

Teniendo, en la senda, las aguas a nuestra izquierda y las paredes de la sierra del Castellar a nuestra derecha, llegamos hasta el Viaducto de Próspero Lafarga.

El Viaducto de Próspero Lafarga (1867-1922) es una de las obras realizadas en el Pantano de Elche por este insigne arquitecto e ingeniero de caminos, canales y puertos, que realizó multitud de importantes proyectos en la provincia de Alicante.

Seguimos nuestro camino hacia el Paraje Natural de los Aljezares, en el término, ahora, de Aspe.

En un punto determinado debemos cruzar el río, entre cañaverales, por una estrecha y embarrada vereda, para llegar al Puente de los Cinco Ojos, accediendo por la senda del barranco homónimo.

Para la canalización del agua desde la Fuente de Barrenas, situada en el margen izquierdo del río Tarafa, en el término municipal de Aspe, hasta Elche se construyó una importante obra de ingeniería hidráulica de unos 15 kilómetros que atravesó el paraje de Los Barrancos, siendo esta obra impulsada y parcialmente financiada por el Obispo de la Diócesis de Orihuela, José Tormo, y dirigida por el arquitecto, natural de Aspe, José Gonzálvez de Coniedo, entre 1785 y 1789.

De las numerosas canalizaciones que integran dicha infraestructura, destaca el Puente de los Cinco Ojos, por ser el más monumental, puesto que mide algo más de 17 metros de altura y de  46 metros de longitud y por su gran valor arquitectónico.

Retrocedemos y tomamos ahora la pista, camino de Pere Mina, que nos conduce a otro de los viaductos de la zona, el Puente de los Cuatro Ojos.

Antes, a un lado del camino, encontramos un gran aljibe, destacable en el entorno y bochornoso la poca sensibilidad de la gente, llenándolo de pintadas y basura en su interior.

Llegamos hasta un pequeño mirador, con un banco para el descanso y la contemplación, desde donde podemos admirar esta otra obra de ingeniería.

Este puente forma parte de la red de acueductos y conducciones hidráulicas del Obispo Tormo, al igual que el anterior.

Llegamos, con esta visita, al final de nuestro recorrido. Ahora nos toca desandar nuestro camino.

Volvemos a cruzar el pantano por la estrecha senda de la ida.

De nuevo, los mismos paisajes pero en la dirección de las aguas del Vinalopó.

Nos acompañan la aguas del embalse y el canto de la gran cantidad de aves que lo pueblan.

Bajamos los peldaños que nos dejan a los pies de la presa, pasamos por la Central Hidroeléctrica, de nuevo, por todas las sendas entre el río y la Acequia Mayor y, por fin, a la zona de aparcamiento y al coche.

Regreso a Alicante.

Valoración: 3***

Recomendable: Sin ninguna duda. Han sido 11 kilómetros muy interesantes, con un desnivel que no merece la pena ni comentar y un recorrido lleno de multitud de puntos de interés, de gran belleza y una ruta que perfectamente se puede realizar en familia. La compañía ha sido de lujo.