Hotel de Catí-Peñas de la Foradá-Ermita de la Purísima-Torre de vigilancia-Hotel, en Wikiloc.

En este miércoles, con previsión de grandes tormentas en la comunidad, he decidido hacer una caminata en una de las sierras de la provincia. Para evitar que el cielo se desplome sobre mi cabeza he optado por una caminata sin mucha dificultad, sencilla y no demasiado larga.

He llegado con el auto hasta el aparcamiento del Hotel de Catí. En ese momento la lluvia caía con fuerza, aunque al poco ha calmado, quedando en un ligero chirimiri y es entonces cuando he comenzado a caminar por los alrededores del paraje del Xorret de Catí.

Me encamino por pista hacia el sur, a la zona de la Umbría Collida.

Llego a la bifurcación donde se encuentra una encina centenaria y la zona de la Ferrería.

Tomo la pista de la izquierda, la que me lleva a las formaciones rocosas de las Peñas de la Foradá, lugar de encuentros de escalada, ya que estas paredes tienen multitud de vías para la práctica de este deporte.

La llovizna, por momentos se detiene, en otros arrecia e incluso hay algunos ratos en los que algún rayo de sol se abre camino entre las nubes.

Por sendas y caminos llego a darle un rodeo a este macizo rocoso y, en un punto determinado, vuelvo sobre mis pasos e inicio el regreso hasta el cruce de la Ferrería, aunque no siendo fiel en todo momento a la senda de la ida.

Al llegar de nuevo a la bifurcación, tomo una vereda que me conduce a la Ermita de la Purísima, visitada en multitud de ocasiones.

Mi idea era la de hacer, en este lugar, una parada para beber y comer una fruta pero… la lluvia vuelve a hacer acto de presencia y paso de largo, siguiendo con el itinerario trazado.

Sigo la pista, en dirección oeste, hasta llegar a la ya archi conocida torre de vigilancia.

En este punto doy media vuelta y me dirijo, de nuevo al cruce de caminos.

Ahora ya sólo queda tomar la pista inicial, la que lleva de nuevo al Hotel de Catí y al coche.

Regreso a Alicante.

Valoración: 2**

Recomendable: Totalmente. Podrían haber sido algunos más pero, por la lluvia, han sido unos 9 kilómetros, con un desnivel insignificante y hecho en un tiempo fabuloso (el temor a pillar un gran chaparrón le ha dado velocidad a la caminata, jejeje). La gran gozada ha sido el pasear por entre los campos, con el aire súper puro, con ese olor a tierra mojada y totalmente en solitario (Guau, toda la montaña para mi!!!)

Agost-Pla de Rufa-La Comuna-Vía Verde-Casa del Tros, en Wikiloc.

Tras varios días de grandes tormentas en la provincia, hoy parece ser que hemos tenido una pequeña tregua y yo la he aprovechado para hacer la primera caminata vespertina después del cambio horario de verano.

Me he acercado hasta la población de Agost, he dejado el coche en un claro de la calle Monforte y he comenzado mi ruta por la carretera que pasa por Cerámicas Carbonell y se dirige a la zona de La Mateta y al camino de la Rufa.

La intención no ha sido otra que la de, a través de estas zonas y estos caminos, llegar a un punto determinado de la Vía Verde del Maigmó y regresar por dicha vía al punto de partida.

Una tarde muy nubosa, aunque sin previsión de lluvia.

El camino me ha llevado en suave ascenso, por multitud de campos de cultivo, hasta el Barranco de la Zarza.

La pista me lleva al cruce con la Vía Verde del Maigmó y la carretera de Agost a Petrer, la que conduce al paraje del Rincón Bello. Antes paso por les Cases de Baix, la zona de La Comuna y les Cases de Dalt.

Aquí, en este punto y a pesar de la neblina, se pueden contemplar en el paisaje las sierras del Maigmó, del Cid, de Óscar, el Ventós, etc…

En el cruce con la Vía Verde, me dirijo hasta el Puente dels Fontanars, a mano derecha, para tomar después la vía, en dirección contraria, para regresar a la población de Agost.

En el itinerario se encuentra un gran embalse, del que desconozco el nombre.

Esta parte de la Vía Verde, a diferencia de otras de la provincia, está falta de carteles informando qué nos encontramos a nuestro paso… Ni nombres de túneles, ni de embalses, ni puentes, ni ná de ná.

Me encuentro caminando por el Puente del Vidre, que atraviesa el barranco del mismo nombre.

A continuación hay que pasar por uno de los túneles de esta vía.

En un momento determinado, para recortar algún que otro kilómetro, tomo el Camí de la Casa del Tros.

Por momentos salgo de la Vía Verde, vuelvo a tomarla, vuelvo a salir de ella…

Paso por la Casa del Tros, algo más de pista, de carretera y… me encuentro en la calle Monóvar, a continuación la calle Monforte y el claro donde se encuentra el coche, al fondo Agost y las siluetas de sus casas, su castillo y su iglesia.

Regreso a Alicante.

Valoración: 2**

Recomendable: Sin duda alguna, totalmente recomendable. Han sido 11’5 kilómetros, con un desnivel nada importante, un recorrido novedoso entre campos de cultivo de secano, avistamiento a mi paso de muchos conejos, algunas chovas piquirrojas, un par de culebrillas de escalera y unas cuantas rapaces (yo creo que eras cernícalos), todo muy interesante.

A little cape walk, en Wikiloc.

Esta está siendo una semana muy convulsa, en cuanto a climatología se refiere, y no he sabido si podría realizar una caminata, en el día de hoy, hasta el último momento.

Viendo que, a pesar de un cielo muy cubierto, no llovía, me he arriesgado y me he animado a realizar una salida sencilla y cercana. La sierra elegida, como en muchas otras ocasiones, ha sido la de Santa Pola.

He llegado a la sierra y, por la carretera que lleva al faro, he aparcado el coche en la zona de los barracones de la Guerra Civil. Aquí ha comenzado el itinerario.

Por la zona se pueden hacer multitud de senderos, a gusto del consumidor.

Hoy, con las amenazas de lluvia, no debía jugármela y he tenido que confeccionar la caminata sobre la marcha, pendiente más del cielo que de las sendas que pisaba.

He tomado, primero, la pista que me acercaba a Gran Alacant para desviarme, después, por la senda que conduce al barranco del Salt.

Aquí ha comenzado a chispear y he tomado otra pista que me ha llevado nuevamente a la carretera del faro.

Ha dejado de llover y me he dirigido, por senda, hacia el paraje de la Foia Roja, pasando por el Aljub del Tío Manyo.

Por la zona de la Foia Roja, he ido ‘tonteando’ por las sendas e incluso caminando campo a través… hasta llegar al Camí de la Torra y la senda de Roberto.

Entre intercalados momentos de llovizna, he llegado al camino de la Torre.

Llego hasta la Torre de les Escaletes y, aquí, sin descanso alguno, unas cuantas fotos y… retomo el sendero y el regreso hasta la zona del aparcamiento.

La verdad es que la lluvia ha respetado bastante mi caminata.

También yo he procurado hacer esta ruta con algo más velocidad de lo habitual.

Unos trecientos metros antes de llegar a los barracones comienza a llover con más fuerza. Llego, por fin, al coche y…

Regreso a casa.

Valoración: 2**

Recomendable: Totalmente. Ha merecido la pena. Han sido unos 8 kilómetros, con un desnivel mínimo y, todo ello, en una mañana amenazante y a la vez respetuosa.

Parc Natural del Hondo, en Wikiloc.

La caminata de este lunes ha dependido mucho de la lluvia. He estado hasta las 11:00 esperando que parara y despejara un poco hasta decidirme a salir de ruta.

Al final he cogido los bártulos y me he dirigido hasta el paraje de El Hondo, uno de los humedales más importantes de la Comunidad Valenciana, situado entre los territorios municipales de Crevillente y Elche.

Este parque natural está formado por múltiples lagunas, de las cuales las dos mayores son la de Levante, de 450 hectáreas, y la de Poniente, de 650 hectáreas, que se alimentan de las aguas del río Segura y de los aportes fluviales encauzados por la acequia del rey al río Vinalopó, provenientes de la gran laguna de Villena, de más de 717 ha, la cual fue desecada por la ciudad de Elche. El parque natural de El Hondo, junto con el de las Salinas de Santa Pola y su entorno, formaba parte de la cuenca hidrográfica del Bajo Vinalopó, que fue colmatada en el siglo XVII debido a las aportaciones naturales y los aterramientos del pueblo de Crevillente para obtener nuevas tierras de cultivo.

Al oeste de este gran humedal (2387 ha) se encuentra limitado, controlado y acotado un circuito/sendero, por entre algunas de sus lagunas, que se muestran al público como un gran observatorio de flora y fauna del parque.

El recorrido, entre unas cosas y otras, supone una caminata de cerca de 5 kilómetros, entre pasarelas, caminos y casetas de observación.

Yo le he añadido un recorrido por el Camino del Convenio Nuevo que, entre la ida y la vuelta, le ha sumado unos 6 kilómetros a la caminata.

Entre los puntos de observación de aves, caben destacar el del Paso del Lobo, el del Rincón, la Bassa Llarguera, Volcam y el Saladar.

También destaca la gran pasarela que recorre el paraje de Els Racons y que muestra con detalle la vida y la variedad de aves de este humedal.

Al final la lluvia ha sido muy respetuosa y se ha mantenido alejada, me ha permitido hacer todo el itinerario y me ha dejado disfrutar de este enclave único y mágico.

Llego hasta el Centro de Interpretación, la zona de aparcamientos y al coche.

Regreso a Alicante.

Valoración: 2**

Recomendable: Muy recomendable. Han sido unos 11 kilómetros, con un desnivel ridículo (1 metro), unas vistas maravillosas y, afortunadamente, un gran día.

Refugios Canteros, Sierra de la Mola, en Wikiloc.

Para este desapacible viernes de marzo he optado por una caminata por una pequeña sierra de la comarca del Vinalopó Mitjà, entre las poblaciones de Novelda y Monóvar, la Sierra de la Mola.

A través de la autovía A31, tomo la salida a Novelda, por la carretera CV-8201, y me dirijo por la CV-832 al parking de la Mola, lugar donde se encuentra el Castillo de origen almohade, del siglo XII, y el santuario de Santa María Magdalena, así como la propia sierra y sus refugios canteros.

Desde el aparcamiento me dirijo, en dirección oeste, a la primera de las muchas canteras que hay en el itinerario. Ésta tiene una zona de recreo en su entrada, sólo está permitido su acceso con el permiso del ayuntamiento, tiene una valla que la protege y en su interior está instalada una balsa o charca para el estudio, difusión y recuperación del fartet, un pequeño pez endémico de la península ibérica que se encuentra en peligro de extinción.

El camino me lleva, rodeando la sierra, por distintos de los refugios canteros, más abundantes cuanto más hacia el sur me encamino.

También encuentro a mi paso una vivienda cueva, algo ruinosa pero todavía muy reconocible su función de morada.

Los refugios canteros son construcciones realizadas en piedra seca (técnica que se considera Patrimonio Inmaterial de la Humanidad) y que servían como alojamiento puntual a los canteros de las antiguas explotaciones de piedra caliza “gris Mola” y “magre Mola”, en los siglos XIX y los inicios del XX. 

La visita a estos refugios (son unos 13, repartidos sobre todo por las laderas sur de la sierra) carece de un itinerario bien señalizado, por lo que el acceso a ellos, en algunos momentos, es bastante complicado.

Por toda la zona se intercalan numerosas canteras, a distintas alturas, cuevas, pozas y símbolos, repartidos por el paraje.

Todo ello ha hecho que la caminata, que en sí no era ni larga ni con un gran desnivel, haya sido bastante complicada de realizar. Hasta el punto que, en un momento dado, un traspiés me ha hecho rodar por una torrentera… Nada importante, sólo alguna magulladura y el bastón para tirarlo a la basura.

He podido, por fin, incorporarme a una de las pistas que rodean la sierra, he desistido de buscar más refugios (sólo he encontrado 8 de los 13, además de algunos de los símbolos) y ya he ido a tiro fijo, por la senda que conduce al aparcamiento donde se encuentra el coche.

He llegado al auto y, antes, me he dirigido al castillo y al santuario, una pequeña vuelta por estas dos construcciones y, nuevamente, al vehículo y… regreso a Alicante.

Valoración: 2**

Recomendable: Siempre, pase lo que pase, recomendable siempre. Han sido algo más de 5 kilómetros, con un desnivel de sólo 175 metros, con una dificultad alta, mucho barro, piedras resbaladizas y en una mañana nubosa que la lluvia ha respetado.

Serra del Reconco/Serra de Biar/Serra d’Onil, en Wikiloc.

Hoy, una caminata relativamente fácil con unas condiciones bastante desfavorables.

Hasta los alrededores del puerto de montaña de Biar me he dirigido en esta mañana tan extraña. En el cruce con la subida a las antenas y el vértice del Reconco y el camino (PR-CV55) en dirección al Mas de Fontalbres, junto al depósito contra incendios, he dejado el coche y he comenzado una ruta por las sierras de Biar y de Onil.

Un día complicado al que no le ha faltado casi ningún fenómeno atmosférico adverso… frío, lluvia, niebla, viento, etc… incluso barro rojo del desierto del Sahara.

En un principio el itinerario que había preparado iba a pasar por el alto del Reconco, donde se encuentran las antenas y el vértice geodésico, pero todas las cumbres han estado toda la mañana cubiertas de una espesa niebla. No merecía la pena subir a lo alto para no poder disfrutar de las vistas, así que he recortado en un kilómetro la ruta y he gozado del resto del recorrido.

He tomado la pista (PR-CV55, camino de Santiago del Sureste) que me acerca hasta la Font de Soriano y al Mas de Fontalbres.

A la altura del mas, me he desviado, por senda a la derecha, para llegar a las ruinas de la Casa de la Virgen de las Nieves.

Una gran construcción, ahora ya bastante abandonada y ruinosa, que domina desde un collado la ladera sur de la Sierra del Reconco, en esta ocasión imposible contemplar las hermosas vistas, debido a la niebla.

Durante todo el recorrido, desde el primer al último metro, la lluvia ha estado presente, por momentos débil, por otros bastante ‘tocahuevos’.

La lluvia y el viento, que ha tenido rachas en ocasiones muy fuertes y frías.

Siguiendo la pista, llego al cruce con el camino de Onil, tomo la vía que, a mano izquierda, conduce al Alt de la Creu y al segundo depósito contra incendios.

Por esta zona se supone que hay unos petroglifos y yo, cada vez que paso por este lugar, intento localizar; también en esta ocasión, sin éxito.

Me encuentro en el camino de la Loma Rasa, y ahora comienza realmente el regreso.

Desde este punto y hasta llegar a la Font de Soriano, el recorrido es absolutamente una novedad para mi.

Una vereda, hasta hoy desconocida por mi, que me dirige, por unas laderas, en algún momento en considerable descenso, que me llevan hasta la pista que va en paralelo al Barranco de Fontalbres.

Una zona realmente hermosa que me sorprende con el paso por los pinos de una manada de arruis.

Llego a la gran pista, la que me lleva, en ascenso, al Mas de Camarasa.

Esta gran masía, en excelente estado de conservación, me da paso, por pista, a la Font de Soriano.

Aquí, en la fuente, hago un brevísimo stop, aprovechando que amaina la lluvia, para beber y comerme una fruta.

Algo más de un kilómetro después, sigo el camino, en ascenso, para llegar al coche.

Regreso a Alicante.

Valoración: 3***

Recomendable: Sin duda. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel próximo a los 350 metros, en un día de auténticos perros, pero… yo lo he disfrutado como un cochino en una pocilga.

Montcabrer desde el Mas de Vilaplana, en Wikiloc.

Entre los términos municipales de Alcoy y Cocentaina, en plena Sierra de Mariola, discurre la caminata de este lunes de marzo.

Hemos dejado el coche en un margen de la carretera que hay en el Mas de Vilaplana y, desde este punto, hemos iniciado nuestro recorrido, en una mañana tremendamente plomiza y amenazante, por caminos, sendas y veredas, hacia la cumbre de esta sierra, el Montcabrer.

Pedro, Jesús, Salva y yo, hemos tomado la senda que, en una importante subida, nos lleva hasta el Coll de Sabata, una amplia atalaya desde se pueden contemplar, aún todavía, los estragos del incendio que arrasó una considerable zona de esta sierra en julio de 2012

Seguimos ascendiendo, la senda es parte de la GR7 (una gran ruta que pasa por un millón de sitios de la provincia).

Realmente es una pena el día que nos ha tocado (llovizna, niebla, viento, frío, etc…) y que no nos ha permitido disfrutar al 100% de los maravillosos paisajes que rodean estos senderos.

Llegamos a las Peñas de Monteses, al barranco del Carrascalet y al de Morant sin poder disfrutar de su belleza, debido a la espesa niebla.

Últimos 400 metros, último tramo hasta la cima y con una visibilidad casi nula.

Llegamos hasta el vértice geodésico, Montcabrer (1390 m.s.n.m.), tengo que señalar que se encuentra en una situación lamentable, nos hacemos las ya típicas fotos y comenzamos el descenso y el regreso.

Hay que resaltar que esta cumbre es la tercera en altura de la provincia de Alicante.

La bajada la realizamos por la empinada senda que discurre en dirección oeste hasta el Assagador de Mariola y la Foia Ampla.

A partir de aquí el descenso se suaviza durante un gran tramo.

Entre campos de cultivo, caminos más anchos e incluso, por la instantánea, con algún ‘paso de cebra’.

En un momento dado, y quedando ya un par de kilómetros, por la zona de la Solana de Prats, el camino se bifurca, tomamos la senda de la izquierda y la bajada se hace algo más dificultosa.

Estamos cerca de otra gran masía de esta sierra, el Mas dels Capellans, enlazamos primero con pista, después por vereda pedregosa y accedemos, por fin, a la carretera que lleva al Mas de Vilaplana y al coche.

Regresamos a Alicante.

Valoración: 4****

Recomendable: Por supuesto que sí. Han sido algo más de 10 kilómetros, con unos 544 metros de desnivel, hechos en muy buen tiempo y con una magnífica compañía. Lo único lamentable ha sido la niebla que ha puesto un tupido velo a las magníficas vistas.

Peñas del Marín-Rodeo Camara-Las Cañadas, en Wikiloc.

Para este jueves, 10 de marzo, ya a las puertas de la primavera, he elegido una ruta compuesta por sendas nuevas y otras ya conocidas en anteriores caminatas.

Hasta la Ermita de la Virgen de los Dolores (también conocida como Ermita de las Cañadas), que se encuentra a unos 5 kilómetros al oeste de la población de Elda, he dejado el coche para comenzar un recorrido por estos parajes.

El objetivo ha sido el de dirigirme, desde la ermita, hasta las Peñas del Marín, rodear la Sierra de Camara y volver, por la zona de Las Cañadas hasta la pequeña capilla del inicio.

Siguiendo las pistas, los caminos y las sendas, en dirección norte, paso por la Casa de Silvestre, las Vueltas del Torís, la Cañada de la Perdiz, tramos de algunas PR’s y la Casa del Conejo…

… hasta llegar a la pequeña senda que me lleva a las vías de escalada que, en abundancia, tienen la Peñas del Marín.

Esta pequeña serranía es una elevación rocosa que en todas sus vertientes ofrece al escalador numerosas vías, de todos los niveles y todas las dificultades.

Llego hasta uno de sus abrigos donde hago un pequeño stop para beber y comer una fruta.

Seguidamente retomo mi camino. Ahora sigo dirigiéndome al norte, atravieso la carretera, por la zona de Los Collados, Pocico de Santa Rosa y La Cucaracha, y comienzo rodeando, por sendero, la Sierra de Camara.

Por la cara norte de esta sierra, llena de hermosas pinadas, se pueden observar los paisajes de este lado de la montaña, Sierra de la Argüeña, Serra de la Cabrera, Sierra de Salinas, etc… y poblaciones como Sax y Salinas.

Ya estoy a punto de darle un rodeo a Camara y me encuentro en la parte sur de esta sierra desde donde se pueden admirar las sierras de este lado de la montaña.

La ciudad de Elda y la población de Petrer, pegada a ella, y más allá, al sur, el municipio de Monóvar (la cuna de José Martínez Ruiz, Azorín). También, ante mi ojos, la Sierra del Cid, Sierra de la Umbría, Sierra del Maigmó, etc…

Ahora me dirijo al sur, ya en dirección a la ermita y al coche, paso por la zona de Toscana, las Barrancadas, Pocico Alonso, las Cañadas, Bernabé y Cañadas Altas, y ya en el último tramo caminando en paralelo a la Línea de Alta Velocidad Madrid-Alicante-Murcia.

Llego a la ermita, al coche y… regreso a Alicante.

Valoración: 3***

Recomendable: Claro que sí. Han sido 13 kilómetros, con 350 metros de desnivel, en una mañana maravillosa y todo ello hecho en un tiempo muy aceptable.

Alcoy/Alcoi: Vía Verde/Via Verda/Green Way, en Wikiloc.

Para estos días de lluvias amenazantes la mejor ruta, sin duda alguna, es la que he realizado este martes de marzo, ya que si te pilla un buen chaparrón no tienes más que refugiarte en alguno de los muchos túneles que hay en el itinerario.

Para ello me he dirigido a la ciudad de Alcoy y en el barrio de Batoi he dejado el coche para comenzar este recorrido que me ha llevado por los túneles, viaductos y zonas de interés que componen esta hermosa caminata; la Vía Verde de Alcoy.

Un recorrido compuesto por un total de catorce túneles y dos viaductos.

He comenzado mi caminata desde el ‘carrer Sotarroni’, sin pasar por los tres primeros túneles, Collado, Batoi y Pontet, por estar prácticamente dentro de la ciudad.

Aún así he atravesado los diez siguientes (obviando también el último, el del Estepar) y pasando por los dos viaductos, el de Barxell y el de las Siete Lunas.

En el camino se atraviesan tres de los ríos importantes para la ciudad, el Molinar, El Polop y el Riquer (o Barxell).

También se pueden admirar las sierras de los alrededores, La Serreta, el Parc Natural del Carrascal de la Font Roja, El Barranc del Sinc, Els Lleçols, etc…

En el trayecto también me encuentro con algún grafitti en los túneles, con alguna zona de descanso o recreo y alguna fuente.

Una vez llego al túnel de Sant Antoni, camino por su interior unos 400 metros y comienzo el regreso.

De nuevo vuelvo a pasar por todos ellos y en las siguientes fotos os indico el nombre de cada uno.

Al final, llego al coche y regreso a Alicante.

Valoración: 3***

Recomendable: Por supuesto que sí. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de 511 metros, en una mañana desapacible y fría, con unas vistas alucinantes y todo ello hecho en un tiempo más que aceptable.

Sierra de la Temerosa-P.N. Los Algezares-Castillo del Río, en Wikiloc.

La caminata, realizada en este sábado de marzo, estaba pensada para ayer pero fue un viernes tan horrible, alerta máxima por lluvias, viento y frío que ha sido hoy cuando, a pesar de estar muy nublado, me he animado a enfrentarme a ella.

Me he acercado hasta la entrada de la población de Aspe, por la carretera CV-847, a la altura de la intersección de dicha carretera, el puente de la línea del AVE y el cauce del río Vinalopó. En un claro del camino que se dirige al Paraje Natural de los Algezares de Aspe he dejado el coche y he comenzado un recorrido por estos interesantes lugares.

Voy por el llamado Camino del Puente de Hierro, siguiendo el cauce del río Vinalopó, que ya se encuentra alimentando el Embalse de Elche.

En una de las primeras bifurcaciones, tomo la pista de la izquierda, el llamado Camino de la Temerosa, que es la sierra que atraviesa la Línea de Alta Velocidad Madrid-Levante.

Uno de los cruces me hace desviarme a la derecha, aunque luego vuelvo a la pista, para llegar al paraje de la Fuente de la Coca.

Retomo la pista y la senda que me acerca a la Sierra de la Temerosa y me lleva a subir a ella por una pequeña y estrecha garganta que me deja en el llamado ‘Mirador de Algezares’, una diminuta atalaya con un banco de madera desde el que se ve la hermosa panorámica de cañones y barrancos que ofrece la vertiente sur de este monte.

Ante mi, pequeñas sierras que componen este paisaje, Sierra Negra, Sierra del Muro, Sierra del Ferriol, Sierra del Tabaiá, etc… Así como el enorme cañaveral que precede al Pantano de Elche.

Ahora la pista me lleva al Barranco de los Ojos y, por él, al Puente de los Cinco Ojos.

Un hermoso acueducto que, debido al desuso y la falta de mantenimiento, se encontraba en un estado importante de abandono. En el año 2019 entró en un proceso de consolidación y restauración que finalizó en mayo del 2020, con un gran resultado, siendo un magnífico punto de interés en este paraje de los Algezares.

Deshago mis pasos por el Barranco de los Ojos y vuelvo a la pista, el llamado ‘Camino de Peremina’, desde donde se puede observar a lo lejos otro de los puentes, el de los Cuatro Ojos. Yo no he tenido esa suerte y no lo he visto.

Este camino, en dirección contraria, me conduce al ‘Mirador de la Cola del Pantano’, una hermosa panorámica de todo el cañaveral que lo compone.

Ahora transito, remontando el curso del río, por el ‘Camino del Puente de Hierro’. Las últimas lluvias han convertido este itinerario en un verdadero barrizal… Hasta el cogote de fango!!!

Llego hasta el Puente de Hierro y, un poco más allá, en dirección norte, el Molino de Caraseta, la Fábrica de la Luz y algunos restos de otros antiguos molinos.

En un punto, ya casi al final de mi recorrido, me encuentro al Vinalopó corriendo con energía hacia el Embalse de Elche.

Estoy cerca del coche pero, en lugar de volver a casa, aún queda un breve recorrido para… visitar el Castillo del Río.

Se trata de un recinto amurallado situado sobre un montículo denominado «Tabayá» cerca de la confluencia del río Tarafa con el Vinalopó, a 3 km del actual Casco Urbano. De origen almorávide, concretamente del primer tercio del Siglo XII, fue el primer núcleo de asentamiento de Aspe, conocido como «Aspe el Viejo»; a pesar de ello, en sus inmediaciones también se han encontrado restos de un asentamiento anterior en la época Ibérica.

El recinto amurallado, formado por 12 torreones, carece de torre del homenaje y se encuentra actualmente semiderruido. A pesar de ello, se conservan lienzos de murallas y la base de varios de sus torreones. Las distintas investigaciones que se han llevado en él, debido a su gran importancia arqueológica, nos dejan ver excavaciones gracias a las cuales el visitante puede hacerse una idea de lo que debió ser aquel recinto, construido en su base en mazonería, y a partir de 1,5 m de tapial y cantos rodados. En él se encontró uno de los dos únicos arados árabes hallados en toda España y que actualmente se encuentra expuesto en el Museo arqueológico provincial de Alicante (MARQ). Es de fácil acceso a través de la carretera que une Aspe con la Autovía Madrid-Alicante.

Después de esta alucinante visita, vuelvo sobre mis pasos y llego al coche.

Regreso a Alicante.

Valoración: 3***

Recomendable: Claro que sí, totalmente. Han sido unos 10 kilómetros, con un desnivel mínimo y un recorrido lleno de puntos de interés, tanto paisajístico como, sobre todo, histórico.